Arquitectura & Diseño

Los arquitectos que se inspiran en la amazonia

Por Bernardo Gutiérrez. Río de Janeiro

Mirante do Madada © Atelier Marko Brajovic

Arquitectos, urbanistas y estudios de diseño internacionales están replicando en sus obras mecanismos y tecnologías del mayor bosque tropical del mundo.

La Gran Exposición de 1851, que pasaría a la historia como la primera Exposición Universal, estuvo a punto de causar a Gran Bretaña un ridículo internacional. Las 245 propuestas arquitectónicas para acoger la muestra en el Hyde Park de Londres fueron rechazadas. Unos meses antes, el país que anhelaba consolidarse como epicentro tecnológico del planeta no solo no había construido ni un solo pabellón para el encuentro, sino que carecía de proyecto arquitectónico. A última hora, el arquitecto Joseph Paxton lanzó una propuesta revolucionaria: construir el Crystal Palace, una gigantesca estructura basada en una estructura modular.

Paxton, apasionado por la botánica tropical, proyectó una construcción de hierro fundido y vidrio basada en módulos conectados por arcos abovedados. Su innovación arquitectónica estaba inspirada en la biología de la Victoria Amazonica, una especie de nenúfares gigantes comúnmente conocida como Victoria regia.

Los módulos imitaban su estructura de hojas circulares ligadas entre sí. Los arcos se asemejaban a los nervios de sus hojas. En apenas cuatro meses, dos mil obreros levantaron una estructura de noventa mil metros cuadrados, 564 metros longitud, 124 anchura y 39 altura. La Gran Exposición deslumbró a cinco millones de visitantes, algunos ilustres como Charles Darwing, Charles Dickens, Charlotte Brontee, Lewis Carrol o Kark Marx.

Crystal Palace por Joseph Paxton. Foto: Wikimedia
Crystal Palace por Joseph Paxton. Foto: Wikimedia
Palazzetto dello Sport. Foto: Google Arts & Culture
Palazzetto dello Sport. Foto: Google Arts & Culture
TWA Flight Center (Terminal 5 aeropuerto JFK) / Eero Saarinen © Cameron Blaylock
TWA Flight Center (Terminal 5 aeropuerto JFK) / Eero Saarinen © Cameron Blaylock
Lilypad por Vincent Callebaut Architectures
Lilypad por Vincent Callebaut Architectures

El palacio de cristal londinense inspirado en la botánica amazónica se replicó en las principales capitales europeas como símbolo de sofisticación técnica. Y desde entonces la Victoria regia sirvió de inspiración a grandes arquitectos. En 1956, el Palazzetto dello Sport de Roma fue construido reproduciendo parte del diseño natural de la Vitoria Regia. En 1962, el finlandés Eero Saarinen levantó la célebre Terminal 5 del aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York con forma de pájaro y estructuras inspiradas en los nenúfares gigantes amazónicos.

Más recientemente, el belga Vincent Callebaut ha diseñado el proyecto de ciudades flotantes autónomas, bautizado como Lilypad, inspirado en la planta que tanto fascinó a Joseph Paxton.

De lo mecánico a lo orgánico

La historia de la Victoria regia sirve de metáfora de un movimiento internacional de arquitectos y urbanistas que usan las tecnologías naturales de la Amazonia para desarrollar su trabajo. Y es que los aprendizajes biológicos y los saberes de los habitantes del mayor bosque tropical del mundo cautivan a urbanistas, arquitectos y diseñadores urbanos de medio mundo que buscan un nuevo equilibrio de sus obras con sus entornos.

El prestigioso arquitecto croata Marko Brajovic, asentado en São Paulo desde 2006 y autor del libro In Nature We Trust aboga por una transición arquitectónica de lo mecánico a lo orgánico. "La naturaleza es un diseñador de 3.800 millones de años. Cuando me preguntan por mi arquitecto favorito, siempre respondo que la naturaleza. Cada organismo vivo es un caso de suceso de diseño. La gran maestra naturaleza es la mejor tecnología que tenemos. Nos enseña soluciones técnicas, estrategia de organización, inteligencia de las formas y cuán importante es la cooperación y la coexistencia", afirma en una entrevista a El Grito.

La arquitectura del Mirante do Madadá, un resort turístico a orillas del amazónico río Negro, también está inspirada en la inteligencia estructural de las semillas. Sus habitaciones fueron implantadas en el territorio respetando las dinámicas de la flora y fauna local, evitando cualquier supresión de árboles. Sus formas arquitectónicas, que imitan la de los capullos de semillas, respetan las modulaciones radiales de varias semillas de árboles de la región. Diversas pasarelas conectan los cuartos con la Casa Coletiva (espacio común) y con la Casa da Cura, un espacio dedicado a terapias de bienestar físico y espiritual, cuya estructura también está inspirada en la Victoria regia.

El Mirante de Madadá fue uno de los nueve proyectos que el Atelier Marko Brajovic, representante oficial de Brasil en la 17ª Mostra Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia de 2021, incluyó en la muestra Amphibious: vivendo entre a água e a terra. La exposición pretendía responder al lema de la Bienal (“¿Cómo vamos a vivir juntos?”) con un conjunto de proyectos fruto de una década de colaboración entre el atelier, biólogos, instituciones académicas, arquitectos, diseñadores y estudiantes.

"Todo está interconectado, las arquitecturas necesitan estar insertadas en los procesos de las fuerzas naturales que articulan las dinámicas y el metabolismo de nuestro planeta", añade Marko. El Laboratório Criativo da Amazônia, la biblioteca flotante del lago Mamori y la escuela del Río Negro (ganadora del prestigioso IFaward 2024) son otros proyectos amazónicos del Atelier Marko Brajovic.

La nueva ola de arquitectura que se inspira en la Amazonia intenta recuperar lo vernáculo. La urbanización y la naturaleza son aspectos interdependientes, nunca opuestos. El lodge del Atelier O'Reilly, las pasarelas flotantes del Colectivo Aqua Alta y el domo flotante de la Association Visiting School Amazon son vivos ejemplos de arquitectura que implanta sus raíces en la Amazonia mimetizándose con el entorno.

La herencia de Óscar Niemeyer

Desde lejos, el estadio Arena da Amazônia de Manaos parece un cesto indígena de mimbre o la piel de una serpiente. Cuando el arquitecto alemán Ralf Amann recibió el encargo de construirlo para el Mundial de Fútbol de 2014 apostó por incorporar al edificio algunos mecanismos del bosque tropical que rodea a la ciudad de Manaos. Las aberturas con formas orgánicas y membrana translúcida posibilitan la ventilación natural. El agua de la lluvia, canalizada por las propias vigas del estadio, se almacena para ser usada en los baños y el riego del césped. El cuerpo del estadio transforma la luz solar en energía limpia. El Arena intentó replicar muchos de los mecanismos de la Amazonia, que en palabras de Marko Brajovic “es el ecosistema más avanzado y complejo".

Memorial encontro das Águas por Óscar Niemeyer. Foto: Semcom

Las curvas del cesto indígena del Arena y los acabamientos orgánicos de sus esquinas remiten de forma subliminal a algunas obras del mítico arquitecto brasileño Óscar Niemeyer, ganador del premio Pritzker de arquitectura en 1989. "La curva –explicaba hace años– es siempre diferente, propicia la imaginación, adapta la construcción al entorno, a la naturaleza”. No es casual ni una mera carambola del destino que la última obra póstuma de Niemeyer esté en proceso de construcción en Manaos. El Memoria encontro das Águas,que empezó a levantarse a finales de 2023, es el homenaje que el arquitecto dejó al encuentro de las aguas del río Negro y el río Amazonas, que fluyen seis kilómetros sin mezclarse.

Antes de su muerte en 2012, Niemeyer afirmó que el encuentro de las aguas de ambos ríos es un espectáculo único en todo el mundo que influyó directamente en la forma arquitectónica de su proyecto: "sugiere a los que llegan ese milagro de la naturaleza". El memorial será el epicentro del Parque do Encontro das Aguas, que en palabras del propio Niemeyer, "abrigará un salón de exposiciones, un acuario de peces de esa región, una plaza destinada a la presentación de danzas típicas amazónicas y un pequeño restaurante".

Como sentenció Marko Brajovic en un texto para presentar sus trabajos en la 17ª Mostra Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia, la ley de la selva es la mejor aliada: "Una ciudad puede aprender mucho con la selva y con la más avanzada tecnología de cooperación, diversidad, redundancia, auto-organización, trabajo en red".