Exposiciones

¿Y si lo que supieras sobre los vikingos fuese mentira? 120 piezas de Suecia, Dinamarca y Francia llegan a Galicia

Por El Grito

Vista de la exposición

La Cidade da Cultura estrena Una vida vikinga, una exposición que cuestiona grandes clichés y muestra piezas históricas y arqueológicas nunca antes vistas en España.

Cuenta la leyenda que, cerca del año 900 d.C., un grupo de saqueadores sanguinarios procedentes del norte de Europa desembarcó en las costas gallegas del pequeño municipio de Vivero. Eran altos, rubios, de piel blanca y ojos azulados. Algunos de los allí presentes huyeron, cruzando a caballo las Rías Altas de la comarca de la Mariña hasta llegar a Mondoñedo. Entre ellos se encontraba el obispo D. Gonzalo quien, cargado con una gran cruz sobre los hombros y a golpe de rezo, les guió hasta lo alto de una colina desde donde alzó su báculo y obró el milagro: los navíos vikingos comenzaron a tambalearse sobre unas alborotadas aguas que acabaron hundiendolos.

Envueltos en leyendas y grandes mitos, los vikingos son uno de los pueblos que más curiosidad han despertado a lo largo de la historia. Llegaron por primera vez a Galicia en agosto del año 844. Ahora, la Cidade da Cultura estrena Una vida vikinga, una exposición internacional que cuestiona grandes clichés y muestra piezas históricas y arqueológicas de museos nacionales de Suecia, Dinamarca y Francia nunca antes exhibidas en España. Entre ellas, precisamente, el báculo del obispo Gonzalo de Mondoñedo.

"El paso de los vikingos por Galicia dejó una honda huella en nuestra cultura inmaterial, en forma de relatos históricos pero también leyendas, mitos... y ahondar en el conocimiento de este pueblo es también una manera de conocer mejor una parte de nuestra historia", afirma el conselleiro de Cultura, Lingua e Xuventude José López Campos.

Relicario irlandés con runas: Ranvaik's Casket. The National Museum, Denmark
Relicario irlandés con runas: Ranvaik's Casket. The National Museum, Denmark
Espada viquinga. Statens Historiska Museer. Mohr, Jens, Historiska museet/SHM
Espada viquinga. Statens Historiska Museer. Mohr, Jens, Historiska museet/SHM

El relato de la exposición se articula alrededor de lo que podrían haber sido los períodos vitales de una persona durante la época vikinga, tratando también las diferentes campañas de exploración, incursiones y relaciones comerciales que se establecieron en diferentes puntos de Europa, entre los que se incluye el noroeste peninsular.

La exposición cuenta con piezas como una placa granítica encontrada en la ermita de las Torres de Oeste de Catoira, donde se puede leer una inscripción de protección contra las incursiones vikingas; o un pequeño fragmento de una de las muchas vieiras encontradas en la zona portuaria de la ciudad sueca de Sigtuna, posiblemente relacionadas con peregrinaciones a Santiago de Compostela durante el siglo XII.

También se puede contemplar el manuscrito Corpus Pelagianum, custodiado en la Biblioteca Nacional de España, donde se relata cómo cien navíos vikingos entraron por la ría de Arousa y avanzaron por Galicia, dando muerte en batalla al obispo de Compostela Sisnando II y llegando hasta el Cebreiro.

Recreando un barco vikingo

La exposición incluye además la recreación a tamaño real de una embarcación vikinga de más de 17 metros de longitud, diseñada por el estudio gallego Cenlitros con 584 piezas de cartón. En concreto, esta réplica está basada en el skudelev 5, un barco real del que se recuperaron sus restos arqueológicos en los años 60 en el fiordo de Roskilde, en Dinamarca; y que hoy se conserva en el Vikingeskibs Museet, el museo de barcos vikingos de esa ciudad danesa.

Por otra parte, los visitantes podrán contemplar las animaciones del ilustrador y dibujante David Rubín, que incluyen un corto de cuatro minutos inspirado en uno de los más famosos poemas en nórdico antiguo. Este poema relata, con voz de la actriz Soledad Felloza, la creación y fin del mundo según la mitología vikinga.