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Presencia mínima de Sánchez en campaña: un solo acto confirmado con Díaz
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PRIMEROS COMPASES DEL CAMINO AL 2-D

Presencia mínima de Sánchez en campaña: un solo acto confirmado con Díaz

La completa agenda internacional del presidente le impide compartir más mítines con la candidata del PSOE-A. El encuentro del día 25 en Málaga está casi descartado por la cumbre del Brexit

Foto: Pedro Sánchez y Susana Díaz, en el comité director del pasado 20 de octubre en Sevilla. (EFE)
Pedro Sánchez y Susana Díaz, en el comité director del pasado 20 de octubre en Sevilla. (EFE)

Las previsiones no se han cumplido al pie de la letra. Ferraz había programado que Pedro Sánchez participaría "con intensidad" en la campaña andaluza, se advertía que se volcaría por completo para ayudar a su compañera de partido (y antigua rival de primarias), Susana Díaz. Los deseos siguen intactos, pero han tropezado de bruces con la realidad. Al final, el presidente del Gobierno compartirá mitin con la candidata del PSOE-A una sola vez en esta campaña. Será este domingo 18 de noviembre, en Chiclana. Ese es, por ahora, su único encuentro confirmado. El del día 25 en Marbella (Málaga) está ya prácticamente descolgado del calendario, por la cumbre extraordinaria sobre el Brexit convocada por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. A estas alturas, en la dirección federal ven casi imposible colocar otro acto de Sánchez y Díaz en un día laborable, por los múltiples compromisos internacionales del jefe del Ejecutivo. Ese solitario mitin en Cádiz palidece si se compara con los 11 de los 15 días de campaña de Pablo Casado en una comunidad en la que parte como perdedor y con peligro de ser rebasado por Ciudadanos.

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"El amor entre ambos es imposible. Ahora que se quieren, parece imposible igual", ironizan desde la sede federal. Los dos dirigentes socialistas habían puesto mucho énfasis, desde que la baronesa andaluza apretó el botón nuclear y llamó a las urnas para el 2 de diciembre, en hacer ver que sus relaciones se habían normalizado, y que las heridas del pasado, profundas por la huella de unas primarias a cara de perro, habían cicatrizado.

Foto: Pedro Sánchez charla con el rey Felipe VI durante la XXVI Cumbre Iberoamericana, este 16 de noviembre en Antigua, Guatemala. (Pool Moncloa)

Sánchez asistió a la proclamación de Díaz como candidata en el comité director del PSOE-A, luego trasladó el Consejo de Ministras y Ministros a Sevilla —sin anuncios estrella para Andalucía ese día, para no correr el riesgo de ser denunciado ante la Junta Electoral— y se entrevistó con ella en el palacio de San Telmo. Derroche de sonrisas, besos y abrazos. Todo como la seda. Ferraz incluso quiso lanzar el mensaje de que dejaba hacer completamente a Díaz en sus listas. No le cambió ni un solo nombre pese a no guardar las formas e integrar a sanchistas en las mismas. Las quejas que se oyeron en el comité federal fueron 'a posteriori', cuando las candidaturas estaban proclamadas y publicadas, y fueron cortadas de raíz por el secretario de Organización y titular de Fomento, José Luis Ábalos.

Sánchez regresa de la Cumbre Iberoamericana en Antigua y vuelve a Andalucía después de su Consejo de Ministros del 26-O. Ahora, a Chiclana


Tras la cita en Sevilla, Sánchez y Díaz no habían vuelto a verse. El presidente no había podido viajar a Andalucía y la jefa de la Junta prefirió hacer campaña en su tierra el día del comité federal, que se celebró en Fuenlabrada. También eso casaba con la voluntad de la candidata de desplegar un mensaje con "acento andaluz", sin que se viera contaminado por las dinámicas nacionales, especialmente por la tensión con Cataluña y la negociación de los Presupuestos. La campaña de la "felicidad", de perfil bajo. Con la dosis imprescindible de la presencia de Ferraz.

Foto: Pedro Sánchez conversa con la reina Sofía, este 8 de octubre, en el funeral de la soprano Montserrat Caballé, en Barcelona. (EFE)

Presencia hasta "ridícula"

El problema ahora, según reconocen fuentes de la cúpula federal, es que esa dosis será demasiado pequeña. Hasta "ridícula", incluso. Después de marear durante semanas con la participación de Sánchez en la campaña del 2-D, el pasado lunes, la portavoz del comité electoral, la diputada Esther Peña, adelantó que el presidente se movilizaría "con intensidad". A las pocas horas hubo una primera traducción de esa proclama: el 18 de noviembre Sánchez y Díaz coincidirían en Chiclana (Cádiz) y el domingo siguiente, 25, en el ecuador de la campaña, se verían en Marbella.

Esta semana el presidente encadena Marruecos con el control en las Cortes, Cuba, la cumbre del Brexit y ya, el lunes 26, Islandia y más tarde, Buenos Aires

El jueves, sin embargo, tras conocerse el acuerdo preliminar entre Londres y Bruselas, Tusk convocó a los líderes europeos para el mismo 25 de noviembre, "si no pasa nada extraordinario". La cumbre sigue de momento en pie, puesto que la 'premier' británica, Theresa May, resiste los embates dentro de su partido y en el Parlamento. Pero podría ocurrir que las cosas se torcieran en apenas unos días. Por eso en Ferraz apuntaban en la noche de este viernes que el mitin en Marbella no se ha caído definitivamente de la agenda hasta que se compruebe que la cita sobre el Brexit se mantiene. "No está anulado formalmente, pero mala pinta tiene", señalaban en el equipo de Organización.

La dirección va a intentar compensar ese agujero imprevisto en la agenda con algún otro acto del líder, pero 'a priori' parece muy complicado. Sánchez, recién llegado este sábado de la XXVI Cumbre Iberoamericana, en Antigua (Guatemala), tiene un viaje relámpago a Marruecos este próximo lunes —mantendrá su ansiada entrevista con Mohamed VI en Rabat, si el Rey no la cancela—. El martes por la tarde y el miércoles por la mañana tiene sesión de control en Senado y Congreso. Tras las preguntas en la Cámara Baja, viaja hasta Valladolid para la Cumbre Hispano-Lusa, en la que le acompañará la gran parte de su Gabinete. El jueves, y tras entrevistarse en La Moncloa con el presidente madrileño, Ángel Garrido, vuela hasta La Habana, a su viaje oficial de dos días a la isla, donde se entrevistará con el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, y donde liderará un importante encuentro con empresarios.

Díaz pide una respuesta masiva en las urnas contra los insultos de la derecha

A la vuelta de Cuba, tendría la cumbre sobre el Brexit. El lunes 26, otro vuelo, esta vez a Islandia, para entrevistarse con la primera ministra, Katrín Jakobsdóttir. A su regreso a España, recibirá al presidente chino, Xi Jinping, en visita de Estado (27-29 de noviembre), y el día 30 —cuando se eche el telón de la campaña andaluza— y 1 de diciembre estará en Buenos Aires, en la capital argentina, para la cumbre del G-20. Quince días de frenesí internacional en el que a duras penas caben los actos de partido.

Foto: Pedro Sánchez, con el rey Felipe VI y el ministro de Exteriores, Josep Borrell, este 16 de noviembre en Antigua, Guatemala. (EFE)

"Va a parecer lo que no es"

Sánchez apenas pisará Andalucía, pero sí lo harán algunos de los miembros de su Gabinete. Los que harán más campaña (pero sin compartir actos con Díaz) son las dos ministras andaluzas —la vicepresidenta, Carmen Calvo, y la responsable de Hacienda y exconsejera del ramo de Díaz, María Jesús Montero— y Ábalos. A ellos se sumarán los titulares de Agricultura (y exconsejero andaluz), Luis Planas; Sanidad, Luisa Carcedo, e Industria, Reyes Maroto. En total, todos ellos protagonizarán una quincena de mítines.

Los ministros más activos en la campaña andaluza serán Ábalos, Calvo y Montero, aunque también estarán Planas, Maroto y Carcedo

Pero los ministros, por sí mismos, no pueden "compensar" la ausencia de Sánchez. "Lo peor es que va a parecer lo que no es", lamentan en Ferraz. En esta ocasión, no es que la frialdad entre el presidente y la baronesa andaluza impida todo contacto. Las relaciones han mejorado, sobre todo en los segundos escalones, y no había problema en que hubieran coincidido más, pero de camino se cruzó la agenda imposible del jefe del Ejecutivo. En Ferraz reconocen que Díaz diseño una campaña en clave andaluza, que no deseaba un desembarco constante de referentes nacionales. "Siempre ha sido así el estilo en Andalucía", recuerdan. "Pero esta vez ella habría querido tener algo más a Pedro allí".

La presencia tan exigua del presidente en la campaña inquieta a algunos miembros del estado mayor socialista. El PSOE-A parte como fuerza vencedora, pero se asume que puede sufrir algo de desgaste. Y si este es muy ostensible, enseguida comenzará la búsqueda de responsables. Díaz tiene ahora 47 diputados en el Parlamento autonómico. El CIS le pronostica entre 45 y 47 actas, pero otras encuestas apuntan a una bajada mayor. "Lo preocupante es si descendemos por debajo del umbral psicológico de los 40 escaños... Ahí habrá quienes echen la culpa a Susana, otros a Pedro por no haberse implicado lo suficiente...", indican fuentes de la cúpula en Madrid. En 2015, el líder solo se encontró en dos ocasiones con la aspirante, en Almería y Sevilla, pero en aquel momento su ruptura se había consumado y él no estaba en La Moncloa.

placeholder Susana Díaz y Pedro Sánchez, en su entrevista en San Telmo, el pasado 26 de octubre en Sevilla. (Reuters)
Susana Díaz y Pedro Sánchez, en su entrevista en San Telmo, el pasado 26 de octubre en Sevilla. (Reuters)

Para el PSOE, conservar Andalucía es básico. Es su feudo más seguro, pero en el que también acusa la erosión de 36 años ininterrumpidos de gobiernos socialistas. Sánchez necesita que Díaz gane y mantenga el poder para disponer de un importante impulso en este arranque del ciclo electoral. Estos son, además, los primeros comicios que se celebran tras la moción de censura. Una nueva victoria del PSOE y un hundimiento del PP, como el que pronostican la mayoría de sondeos, afianzará al presidente en La Moncloa.

Cerca de 1.000 M€ para Gibraltar

El jefe del Ejecutivo y Ferraz han reiterado hasta la saciedad que ayudarán a Díaz en todo lo que ella necesite. Que cuenta con todo su respaldo, aunque no proliferen las fotos conjuntas. Los números del PSOE se quedan pequeños con los de sus contrincantes. Pablo Casado estará en Andalucía 11 de los 15 de campaña y participará en 45 actos, y su caravana será paralela a la del candidato del PP, Juanma Moreno. Albert Rivera tendrá al menos seis actos en la comunidad, pero no solo él ayudará a su cabeza de cartel, Juan Marín. También la portavoz de Cs en Cataluña, la jerezana Inés Arrimadas, se multiplicará durante la campaña. Tres y cuatro días estarán Pablo Iglesias y Alberto Garzón, líderes de Podemos e IU, porque Teresa Rodríguez, número uno de la coalición de Adelante Andalucía, quiere una travesía en clave andaluza.

Algunos temen que la presencia demasiado anecdótica del líder pueda perjudicar o ser un factor que se utilice si hay mucho desgaste el 2-D

No obstante, desde la mesa del Consejo de Ministros también se puede hacer campaña... aunque de otra manera. Este viernes, el Ejecutivo de Sánchez aprobó un completo plan para el Campo de Gibraltar, que estará dotado con "cerca de mil millones", la mayor parte de los cuales (810) obedecen a la inversión en infraestructuras. El programa, coordinado por Calvo, y que ha involucrado a una decena de ministerios, recoge medidas transversales de impulso socioeconómico en una zona muy deprimida y que además ahora sufrirá los efectos del Brexit, ya que 10.000 trabajadores pasan todos los días a Gibraltar. Solo en seguridad se gastarán algo más de 21 millones, según explicaba este viernes el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska.

Pero hay medidas fiscales, de impulso a la empresa, de mejora de las conexiones ferroviarias, de empleo, o de creación de tres juzgados más y 12 nuevas plazas de fiscales especializados en la lucha contra la droga y la corrupción, más otras plazas de funcionarios de apoyo.

El Gobierno aprueba inversiones de ocho ministerios para el Campo de Gibraltar

Marlaska señaló que no cree que en esta ocasión haya problemas con la Junta Electoral. Son medidas que afectan a varios ministerios, "formalizadas con carácter previo", algunas "puestas ya en práctica", todas analizadas a fondo, y "no pueden paralizarse porque coincidan" con una campaña, defendió el ministro. Esos argumentos, sin embargo, no convencieron al PP. Casado acusó a los socialistas de "instrumentalizar" el Ejecutivo para su propio beneficio electoral.

El camino hacia el 2-D está ya en marcha. Y en la trinchera del PSOE reina el buen ambiente, lo nunca visto entre Sánchez y Díaz, pero las agendas les impiden exhibir más su 'idilio' ante las cámaras.

Las previsiones no se han cumplido al pie de la letra. Ferraz había programado que Pedro Sánchez participaría "con intensidad" en la campaña andaluza, se advertía que se volcaría por completo para ayudar a su compañera de partido (y antigua rival de primarias), Susana Díaz. Los deseos siguen intactos, pero han tropezado de bruces con la realidad. Al final, el presidente del Gobierno compartirá mitin con la candidata del PSOE-A una sola vez en esta campaña. Será este domingo 18 de noviembre, en Chiclana. Ese es, por ahora, su único encuentro confirmado. El del día 25 en Marbella (Málaga) está ya prácticamente descolgado del calendario, por la cumbre extraordinaria sobre el Brexit convocada por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. A estas alturas, en la dirección federal ven casi imposible colocar otro acto de Sánchez y Díaz en un día laborable, por los múltiples compromisos internacionales del jefe del Ejecutivo. Ese solitario mitin en Cádiz palidece si se compara con los 11 de los 15 días de campaña de Pablo Casado en una comunidad en la que parte como perdedor y con peligro de ser rebasado por Ciudadanos.

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