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Los críticos enfrían la guerra: el golpe contra Pedro Sánchez tendrá que esperar
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Los críticos enfrían la guerra: el golpe contra Pedro Sánchez tendrá que esperar

El líder del PSOE vuelve a ganar tiempo mientras que Susana Díaz descarta liderar una maniobra para acabar con el secretario general por temor a que se revuelvan las bases

Foto: Susana Díaz y Guillermo Fernández Vara, en Monesterio, Badajoz, el pasado 7 de marzo. (EFE)
Susana Díaz y Guillermo Fernández Vara, en Monesterio, Badajoz, el pasado 7 de marzo. (EFE)

¿Qué va a pasar en el comité federal del PSOE el próximo 1 de octubre? Pregunta del millón ante una reunión que muchos consideran decisiva para el futuro del partido. En algunos círculos políticos se ha instalado la idea de que ese sábado se vivirá el último asalto entre Pedro Sánchez y sus críticos, y se esperan movimientos decisivos para desbloquear la situación política en España. Pero en las filas del PSOE andaluz, con Susana Díaz al frente, desde luego no se respira ese clima. No se sabe si es porque guardan sus cartas para pillar a Sánchez de improviso o porque realmente es tal el desconcierto y es tan abierto el escenario político que no han decidido aún cómo actuar.

De momento, el mensaje es claro desde el equipo de la presidenta andaluza: que nadie espere que Susana Díaz va a llegar a Madrid el 1 de octubre a pedir la abstención para el PP. Desde su equipo directo, en el Gobierno y el partido, estas son las reflexiones. “Quien piense eso, se equivoca. Lo pueden hacer otros, ella no. Jamás ha hablado de abstención y no lo hará ahora”. “Moverse ahora del 'no es no' a Rajoy no tendría sentido. Ha pasado demasiado tiempo. Se necesitaría un gesto muy potente para moverse de ahí”. Cuentan con que solo una retirada de Mariano Rajoy permitiría mover ficha hacia la abstención, y cuentan con que el líder del PP no se va a ir, es más, están convencidos de que está ya en campaña y desde el principio ha trabajado activamente por unas terceras elecciones, que pueden venir bien al PP.

Esperar a las gallegas y vascas

Más bien el tono interno en el PSOE andaluz, pese a la situación de emergencia, es filosófico. "Hay que abrir un tiempo de reflexión, ver pros y contras, analizar qué es lo mejor para España y para el partido. Abrir el debate", indica un dirigente de primera línea. Cuando se les pregunta si ese es el tono descafeinado que tienen preparado para un comité federal que debería ser clave, admiten que no saben a qué se van a enfrentar. Susana Díaz estará en guardia durante el fin de semana, trabajando, al teléfono. Deberá despejarse qué ocurre el domingo en las elecciones gallegas y vascas y si se pueden pedir explicaciones a Pedro Sánchez en caso de una derrota estrepitosa. Pero desde el círculo de la baronesa andaluza admiten que, aunque servirán para abrir el debate interno, “no es fácil leer estos resultados en clave nacional”.

Además, la falta de comunicación y la desconfianza que presiden las relaciones entre Pedro Sánchez y los líderes territoriales —no habla con Susana Díaz desde julio, en la víspera del último comité federal— disparan las alarmas. “No sabemos con qué nos va a sorprender Sánchez”, admiten desde la federación andaluza, a la vez que critican al secretario general por su actitud taimada de los últimos meses. En los análisis de sus críticos, hay varios escenarios posibles: que convoque la consulta a la militancia, que desbloquee y ponga fecha al congreso federal o que directamente se presente con una propuesta para formar un Gobierno de cambio con Podemos y los independentistas renunciando al referéndum catalán. “Sin Ciudadanos no es posible”, insisten sus críticos. La incertidumbre es máxima. Sánchez, que ha resultado ser un estratega mucho más avezado de lo que sus críticos presuponían en un principio, parte de nuevo con ventaja para volver a ganar tiempo en esta batalla interna que ya empieza a ser un suplicio, según admiten los propios dirigentes socialistas.

Los críticos quieren preservar a Susana Díaz y no saben qué va a plantear Sánchez. El entorno del líder anuncia que propondrá un Gobierno alternativo

En este escenario tan abierto, lo que sí es contundente, de momento, es el rechazo de la federación socialista andaluza, la más importante del partido, a montar un golpe de Estado en la ejecutiva federal o una moción de censura en el comité para cortar la cabeza de Pedro Sánchez.

"El partido no funciona así. Eso es impensable. Hay gente que lo ha planteado, claro que sí, que ha hecho cálculos, seguro. Tenemos mayoría, también. Lo vamos a respaldar, no lo veo. Yo creo que necesitamos de mucho debate y que ese no es el camino. No conviene a nadie", insiste una fuente cercana a Susana Díaz. Entre los críticos, hay quien defiende que volvería a ser un error prorrogar, aunque sea por unos meses, la vida política de Sánchez. En este sector, llaman a no repetir la estrategia del comité federal del pasado diciembre, cuando en el último minuto se desactivó la recogida de firmas para forzar el congreso y decapitar al secretario general. La marcha atrás en aquel momento del barón extremeño, Guillermo Fernández Vara, admiten ahora que enfrió aquel plan. Curiosamente es ahora este líder territorial el que ha desatado la última tormenta interna y uno de los que más próximos están a Díaz.

"Ella no puede aparecer como 'la killer"

Sin embargo, en la guardia de corps de Susana Díaz no se maneja, o lo disimulan muy bien, un plan para abrir ya, de inmediato, la batalla final contra Sánchez. "Desde luego, ella no va a aparecer como una ‘killer’ ni a mancharse las manos, porque el partido necesita de liderazgos fuertes y sólidos y es mucha la gente que le ha pedido que se preserve. Que no se exponga más. Que hay mucha gente para hacer ese trabajo que a ella no le corresponde", insiste uno de los socialistas del círculo de confianza de Díaz. "No podemos ir a un congreso sin liderazgo alternativo", repite un líder provincial del PSOE andaluz. Es Alfredo Pérez Rubalcaba, entre otros, quien vuelve a estar entre bambalinas marcando el paso y manejando los tiempos. Con él se ha reunido Díaz en las últimas semanas.

La realidad es que todos guardan sus cartas. Y que los críticos no se fían nada de Pedro Sánchez. Temen que vaya a jugar la carta de la militancia. Ni siquiera saben hasta dónde han llegado las conversaciones con Podemos ni qué va a plantear el líder socialista, aunque él, a través de su entorno, ya adelantó este jueves que formalizará su intención de formar un Gobierno alternativo. "Y si se planta allí después de la ruina de las vascas y las gallegas y dice que quiere intentar una investidura... No sabemos ni a lo que vamos. Esto es demencial", resume con indignación otro dirigente territorial del PSOE. La posibilidad de que por delante de Susana Díaz, en el próximo comité federal, barones como Vara, Emiliano García-Page, Javier Lambán o Javier Fernández van a hablar sin tapujos de abstención y de dar paso al PP, no está decidida. Que Susana Díaz no va a coger esa bandera sí lo tienen claro. Eso la quemaría y en su entorno admiten y hablan sin tapujos ya de que ella optará a liderar el PSOE. “Sí va, claro que va”, aseguran, pese a la cantidad de intentos fallidos que se han producido en los últimos dos años.

Los contrarios a Sánchez desean que sea el PNV quien resuelva la papeleta de Rajoy, pero saben que eso es política ficción

¿Cuál sería el escenario ideal para los críticos? Que el PNV desbloquee el Gobierno y el diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, permita a Rajoy ser investido. Se ahorrarían el desgaste interno y ante la militancia. Sería una legislatura corta, de año y medio, con una oposición dura. Un tiempo en el que el PSOE podría resolver sus cuitas internas. Con Gobierno ya en España, sí que tendrían margen para derrocar a Pedro Sánchez y montar una gestora que permitiera convocar el congreso federal a medio plazo. “Susana Díaz preferiría llegar a la secretaría general sin fracturas, por aclamación y sin primarias. Pero si hay primarias, se presentaría”, asegura un secretario provincial del PSOE andaluz.

Pero ese escenario es política ficción. Ante la pregunta de si es abstención del PSOE o terceras elecciones, ¿qué?, esta es la respuesta del entorno de Díaz: "El partido tiene que reflexionar. Hay que verlo. Tenemos que oírnos unos a otros, ver qué dice la mayoría del comité federal, pero con todo el dolor de mi corazón te digo que si todo sigue como está y Pedro [Sánchez] no se mueve, iremos a terceras elecciones. Nos han dejado muy poco margen". Y así, prórroga a prórroga, el secretario general del PSOE sigue sobreviviendo. Nadie sabe hasta cuándo.

¿Qué va a pasar en el comité federal del PSOE el próximo 1 de octubre? Pregunta del millón ante una reunión que muchos consideran decisiva para el futuro del partido. En algunos círculos políticos se ha instalado la idea de que ese sábado se vivirá el último asalto entre Pedro Sánchez y sus críticos, y se esperan movimientos decisivos para desbloquear la situación política en España. Pero en las filas del PSOE andaluz, con Susana Díaz al frente, desde luego no se respira ese clima. No se sabe si es porque guardan sus cartas para pillar a Sánchez de improviso o porque realmente es tal el desconcierto y es tan abierto el escenario político que no han decidido aún cómo actuar.

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