Sánchez alerta de que la abstención el 28-A puede "dar el triunfo al extremismo"

Sin duda. Sin duda uno de los obstáculos que tendrá que sortear el PSOE en las urnas que Pedro Sánchez ha fijado para el 28 de abril es la desmovilización de la izquierda, frente a una derecha que está ya muy activada. Por eso necesita tiempo, levantar el ánimo de sus votantes, urgirles a despertar e ir a votar. Porque si no van, esa abstención puede "dar el triunfo al extremismo", a "los ultras" y hacer que España regrese al pasado.

No es quizá tan frecuente que, cuando quedan más de dos meses para unas generales, los líderes alerten de los peligros de una baja participación. Pero los socialistas saben que esta es una clave, más que nunca, básica. Y necesitan agrupar el voto no solo de sus electores más clásicos, los del PSOE pata negra, sino también el de aquellos más templados. Los que se sitúan en el centro. Sánchez quiere dar la batalla por ese espacio. Lo lleva diciendo meses y ahora lo acentúa mitin tras mitin. Este domingo se volvió a ver en Mérida, en su segundo mitin de precampaña, esta vez acompañado por el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara.

"¿A que decimos cosas muy de sentido común? ¡Pues eso, que el 28 de abril gane el sentido común!", remató Sánchez su arenga ante unos 2.000 militantes y simpatizantes (otros mil se quedaron fuera), según la organización. Ahí está uno de los ejes de la campaña socialista. El presidente, para apuntalar su argumentación, sostuvo que lo que ocurre en España, el auge de la extrema derecha (con Vox) no es algo "ajeno a lo que está pasando en otras partes de Europa". "No es broma —avisó—. No nos confiemos. Si no hay movilización, la abstención puede dar el triunfo al extremismo y a los posicionamientos más ultras, y hacer que nuestro país regrese 40 años atrás".

"¿A que decimos cosas muy de sentido común? ¡Pues eso, que el 28 de abril gane el sentido común!", dice Sánchez, que pide "no confiarse"

"Por eso es muy importante participar, apelar no solo a la España progresista y de izquierdas. Tenemos que apelar a mucho más allá. A la España moderada, sensata, cabal, que quiere progresar, no retroceder. Esa amenaza existe, es real, y hay que hacer pedagogía", rubricó Sánchez. A estas alturas, está claro que el PSOE quiere reivindicarse como la fuerza de la centralidad, la que más se parece a España, como decía hace años José Luis Rodríguez Zapatero, lejos de los "extremismos" que representarían PP, Ciudadanos y Vox. Porque si algo quiere aquilatar el presidente es que esa alianza, en caso de que den los números, saldrá adelante.

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"Todos" deben movilizarse

Y para el PSOE ha sido un "regalo" la imagen de los tres líderes de las derechas —Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal— juntos, hace justo una semana. "La foto de Colón representa la involución, va contra la historia. Y España necesita conquistar su futuro la próxima década, no regresar 40 años atrás", insistió.

Sánchez: la cuerda con la que Cs se ha apresurado a poner un "cordón sanitario al PSOE" ante posibles pactos lo que hace es "atarles a la ultraderecha"

Sánchez busca sobre todo situar frente al espejo a Ciudadanos. Ayer lo hizo en Sevilla, hoy en Mérida. La cuerda con la que los naranjas se han apresurado a poner un "cordón sanitario al PSOE" ante posibles pactos poselectorales lo que en realidad hace es "atarles a la ultraderecha" de Vox. Es decir, que si Cs directamente veta al PSOE, entonces está ligando su futuro a su entente con PP y Vox. Pero ojo, avisó, "no hay cordón sanitario que vaya a resistir la movilización de la izquierda, de la España moderada y progresista", de la España en la que caben "todos", "y no solo ellos".

El jefe del Ejecutivo recordaba cómo el viernes los periodistas le preguntaban en la Moncloa si no teme la desmovilización de la izquierda. Este domingo, como entonces, insistió en que "son todos los que se deben movilizar", los españoles que quieran "conquistar su futuro y no regresar al pasado". Las urnas, señaló, darán la espalda a la "crispación" y al "egoísmo de la derecha que solo se ha mirado al ombligo y no ha pensado en el bienestar social de este país".

La primera prueba de fuerza de esa reanimación del voto se verá, confía el PSOE, en las manifestaciones del 8 de marzo por el Día de la Mujer. Sánchez citó el 8-M, y también lo hizo Fernández Vara: esa jornada será como el partido de vuelta en las competiciones futbolísticas. La ida fue la concentración de Colón del 10 de febrero. "¡En el de vuelta vamos a estar los que vamos a estar! ¡Y vamos a estar con ellas, a su lado, acompañándolas!", exclamó el presidente de la Junta.

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El voto "seguro"

Vara, que en primarias apoyó a Susana Díaz frente a Sánchez, se alineó con el líder de manera inmediata. Y le ha respaldado de manera sostenida, dejando ver, sin ruido, si tenía alguna discrepancia, como pasó con el relator. Pero el mandatario socialista lo integró en su ejecutiva como coordinador del consejo territorial, y también le llamó para formar parte de su Gabinete, como este domingo recordaba él mismo: "Gracias por haberme ofrecido estar en tu Gobierno y comprender las razones por las que no podía. Las razones son estas", Extremadura y su gente, dijo emocionado.

Vara: "Hay una España que grita en la tribuna del Congreso, que crispa, pero hay otra España que mejora, más silenciosa pero mucho más numerosa"

El barón regional deambuló por la misma senda que el jefe. El PSOE es el que ocupa la centralidad, vino a señalar: "Hay una España que grita en la tribuna del Congreso, que crispa, que confronta, pero hay otra España que mejora, más silenciosa pero mucho más numerosa". La derecha, en cambio, está "desnortada, como pollo sin cabeza", y es que "cuando basas tu estrategia en ir contra uno", en "destruir a tu adversario", en la "mentira", te quedas sin estrategia".

Vara advirtió de que, no obstante, "ni juntitos" podrán las derechas vencer al PSOE. "Los que estamos unidos y fuertes somos nosotros", gritó, presumiendo del músculo que muestran los socialistas en sus últimos mítines, más concurridos que antes de llegar a la Moncloa, cuando se notaba el abatimiento en las bases. "El voto al PSOE es un voto seguro, estable, intergeneracional, interclasista, feminista, sostenible, de la gente plural, diverso, respetuoso, integrador. Ese es el voto al PSOE, un voto seguro, que no traiciona, que nos compromete y compromete", resumió. El PSOE ha demostrado, a su juicio, que "se puede hacer política de otra manera, pensando en los corazones de la gente". Así que solo hay "dos caminos: el progreso o reacción, el impulso o el freno. Reivindicamos el progreso, la igualdad, la esperanza, la libertad, pero sobre todo la política, que es la que cambia la vida de las personas. ¡Todos con Pedro Sánchez!", subrayó, mostrando así el respaldo total de su federación al candidato socialista.

El presidente extremeño es quizá de los dirigentes territoriales más auténticos. Poco gregario, vehemente y capaz de levantar a los suyos con discursos enérgicos y pensados para ir directamente a la piel de los militantes. Y espontáneo también. "¡Este hombre [Sánchez] ha tenido más presencia en el mundo que [Mariano] Rajoy en ocho años. Me molesta... —y se lanzó— ¡me molesta, coño, que la gente hable de un avión [el Falcon y el Airbus del presidente] y no sepa las horas de trabajo y de esfuerzo que hay detrás!", y los sacrificios que supone para su familia. "¡Es su vida, coño, que también tiene derecho a la vida!". También le dirigió Vara otro mensaje de apoyo: "Cuando te insultan a ti, cuando te faltan el respeto a ti, nos insultan a todos".