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Desbandada general: los ricos ‘liquidan’ sus Sicav por miedo a las inspecciones de Hacienda
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Desbandada general: los ricos ‘liquidan’ sus Sicav por miedo a las inspecciones de Hacienda

La Agencia Tributaria está inspeccionando a toda Sociedad de Inversión de Capital Variable (Sicav) que se precie. Ya se han abierto unas 300 actas, sobre un

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Desbandada general: los ricos ‘liquidan’ sus Sicav por miedo a las inspecciones de Hacienda

La Agencia Tributaria está inspeccionando a toda Sociedad de Inversión de Capital Variable (Sicav) que se precie. Ya se han abierto unas 300 actas, sobre un total de algo más de 3.000 entidades de esta naturaleza. El motivo: son instrumentos de inversión colectiva y se benefician de un trato fiscal favorable. Sólo pagan un 1%, en lugar del impuesto de sociedades, del 35% sobre plusvalías. Sin embargo, más del 90% de las Sicav no son ‘vehículos colectivos’ sino ‘vehículos de inversión unitaria’, para una sola persona o grupo. Es decir, que ese 90% debería tributar por el citado 35%.

Es por esto que muchas gestoras se han llevado un sobresalto: Hacienda les dice ahora que deben pagar el impuesto del 35% desde 1999, con intereses de demora, y afrontar una posible sanción. Algunas, como se puede comprobar en la CNMV, han mostrado por escrito su disconformidad.

La histeria se ha desatado. Más de 70 Sicav se han mudado de gestora en lo que va de año. En la última semana, 46 solicitaron el cambio de domicilio social y de depositaría. Y comienzan a llover las peticiones de disolución. Todo un ‘sálvese quien pueda’ que no ha hecho más que empezar.

Si la actuación de Hacienda sigue su curso, “las Sicav están heridas de muerte. Su papel pasará a ser marginal, como lo es ahora el de las Sociedades de Inversión Mobiliaria (SIM)”, comentan en una gestora. En otra entidad explican que “si se les aplica un 35% retroactivo, los patrimonios se marcharán. Ya estamos pensando si abrir oficina en Luxemburgo, Irlanda o algún paraíso que, además, no está demasiado lejos”.

Antaño, en el sector se hablaba de un acuerdo tácito entre el Fisco y la industria financiera. Hacienda no enredaba demasiado en estas sociedades y, a cambio, el dinero no se iba de España. Parece una tontería, pero “hay muchos puestos de trabajo alrededor de estos capitales”, comentan en una firma financiera.

Sin embargo, los Inspectores de Hacienda llevaban tiempo señalando la existencia de “fraudes” en las SIM y Sicav y equiparan este capital a la “economía sumergida”. “Debe excluirse del régimen fiscal especial de las IIC a aquellas SIM y Simcav que son de un grupo cerrado de contribuyentes”, decían en octubre de 2003.

A finales del pasado año, los inspectores insistían y pedían que se incluyera de nuevo, como líneas prioritarias de actuación en el Plan de Control Tributario, “la utilización abusiva de los mercados de valores (SIM-SIMCAV)”.

En las gestoras hay enfado porque no entienden que ahora “no valgan” los accionistas de las Sicav, “cuando la CNMV les ha dado el visto bueno todos estos años”. Hacienda dice que son accionistas de papel (los famosos ‘mariachis’), pero las comercializadoras dicen que son, simplemente, “accionistas, que ahora se decide que no valen”.

Fuentes de la investigación insisten en que “estas sociedades están gozando de un beneficio fiscal al que no tienen derecho”, aunque sean más del 90% del total y los inspectores tienen la facultad legal para derogar ese privilegio.

Si en uno o dos meses, como máximo, no trasciende que se abren más inspecciones a Sicavs, se entenderá en Hacienda que “sólo ha sido un toque de atención” por parte del Gobierno. Pero si en esas fechas hay conocimiento de que se amplían las inspecciones, el mensaje lanzado será claro: se quiere atajar el “fraude” de las Sicav con armas y bagajes, caiga quien caiga. Y hay muchos nombres célebres, en la memoria de todos.

La Agencia Tributaria está inspeccionando a toda Sociedad de Inversión de Capital Variable (Sicav) que se precie. Ya se han abierto unas 300 actas, sobre un total de algo más de 3.000 entidades de esta naturaleza. El motivo: son instrumentos de inversión colectiva y se benefician de un trato fiscal favorable. Sólo pagan un 1%, en lugar del impuesto de sociedades, del 35% sobre plusvalías. Sin embargo, más del 90% de las Sicav no son ‘vehículos colectivos’ sino ‘vehículos de inversión unitaria’, para una sola persona o grupo. Es decir, que ese 90% debería tributar por el citado 35%.