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El año pasado, el PSOE realizó varios nombramientos políticos que tenían un sorprendente punto en común: la firma Intermoney. Ahora, tras el traslado de las Sicav vinculadas a Mercedes Cabrera -número dos por Madrid- al SCH, la calma parece llegar a la e
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El año pasado, el PSOE realizó varios nombramientos políticos que tenían un sorprendente punto en común: la firma Intermoney. Ahora, tras el traslado de las Sicav vinculadas a Mercedes Cabrera -número dos por Madrid- al SCH, la calma parece llegar a la e

Intermoney pasó el año pasado a primer plano de la actualidad informativa de una manera inesperada. Su ex presidente, David Vegara, que se había marchado a

Foto: El año pasado, el PSOE realizó varios nombramientos políticos que tenían un sorprendente punto en común: la firma Intermoney. Ahora, tras el traslado de las Sicav vinculadas a Mercedes Cabrera -número dos por Madrid- al SCH, la calma parece llegar a la e
El año pasado, el PSOE realizó varios nombramientos políticos que tenían un sorprendente punto en común: la firma Intermoney. Ahora, tras el traslado de las Sicav vinculadas a Mercedes Cabrera -número dos por Madrid- al SCH, la calma parece llegar a la e

Intermoney pasó el año pasado a primer plano de la actualidad informativa de una manera inesperada. Su ex presidente, David Vegara, que se había marchado a Barcelona como secretario general del departamento de Sanidad de la Generalitat meses antes del triunfo electoral del PSOE, fue nombrado secretario de Estado de Economía.

Otro alto ejecutivo y consejero de la firma, Carlos Arenillas, se fue de vicepresidente de la CNMV. Su mujer es Mercedes Cabrera, la rutilante número dos que buscaba José Luis Rodríguez Zapatero para su lista de Madrid, puesto para el que sonaron también Amparo Moraleda, presidenta de IBM, la escritora Almudena Grandes o la actriz Charo López, entre otras.

Lentamente, las aguas parecen volver a su cauce en la firma financiera, que es líder en intermediación monetaria en España. Así, Arenillas ha desaparecido del consejo de administración de la firma y las famosas Sicav de Cabrera han partido hacia otros destinos. Concretamente, hacia la banca privada de SCH, Banif. En la sociedad Olivenza Gestión Diversificada sigue apareciendo Mercedes Cabrera junto a toda su familia. Esta Sicav tiene 4,1 millones de euros.

Tagomago Investments II, antigua Ocejón Inversiones, también está en Banif. Pero en ella ya no está Cabrera como consejera, lo que sí ocurría así cuando el PSOE ganó las elecciones. En este vehículo de inversión aparece como consejero Íñigo Trincado, que es el máximo responsable de Intermoney Gestión. Esta Sicav tiene un patrimonio algo superior a los 9 millones de euros.

Respecto a los fondos de inversión, el patrimonio global que maneja Intermoney Gestión no ha descendido en los últimos meses, al contrario, por lo que parece descartable que hayan tenido lugar reembolsos de consideración.

Este tipo de gestoras, con poco patrimonio (22,4 millones de euros según los últimos datos de Bolsa de Madrid) y sin comercialización activa de fondos, suelen estar creadas para que coloquen su patrimonio en ella los directivos y clientes principales, siendo prácticamente productos cerrados, aunque no tengan barreras de entrada oficiales.

Ningún fondo con más de 200 partícipes

El caso es que ninguno de los fondos tiene más de 200 partícipes, de acuerdo con la información de Bolsa de Madrid. Al estar en una Sicav, Cabrera era susceptible de haber sufrido una de las temidas inspecciones de Hacienda, tan habituales este año a estos vehículos de inversión.

Tampoco hay que olvidar que Miguel Sebastián, asesor económico de Moncloa, y que estuvo en Intermoney antes de su paso a BBVA, de donde fue destituido, es amigo de Arenillas. Sebastián es considerado el responsable intelectual del fallido asalto de Sacyr al banco. Por otro lado, uno de los candidatos a sustituir a FG que más sonó entonces fue José Pérez, actual presidente de Intermoney.

Intermoney pasó el año pasado a primer plano de la actualidad informativa de una manera inesperada. Su ex presidente, David Vegara, que se había marchado a Barcelona como secretario general del departamento de Sanidad de la Generalitat meses antes del triunfo electoral del PSOE, fue nombrado secretario de Estado de Economía.