La firma, con sede en Madrid, Nueva York, Irlanda y las Islas Cayman, ha sufrido un descenso patrimonial de casi 600 millones de euros en junio. Emilio Botín jr. trabajó activamente en la entidad y en el sector comentan que fueron los dineros de la famil

Vega Asset Management, la ‘supergestora’ de hedge funds española, entidad muy ligada históricamente a la familia Botín, ha sufrido una enorme caída patrimonial debido, en parte, a las minusvalías cosechadas, pero también a importantes reembolsos, tal como reconoce la entidad en su comunicado a clientes del pasado mes.

De acuerdo con esta información, que ayer llevaba en portada el mismísimo The Wall Street Journal, la entidad ha sufrido un descenso patrimonial de casi 600 millones de euros en junio, hasta una cifra global de 6.725 millones de euros. Vega ha llegado a gestionar en años anteriores más de 12.000 millones de euros, algo que la convertía en la mayor gestora de hedge funds del mundo.

Pero la entidad está sufriendo un primer semestre más que complicado, igual que el resto de productos de gestión alternativa. La escasa volatilidad de los mercados, el comportamiento de la deuda a largo plazo y la firmeza del dólar han presionado a los fondos, que, en muchos casos, se habían puesto cortos en renta fija a largo, con fuerte apalancamiento.

Por otro lado, el mal tono del mercado de bonos convertibles también ha penalizado a los hedge. Esta modalidad de productos está vista para sentencia, señalan en varias gestoras consultadas, entre otras cosas porque en los últimos años se han sucedido casos como el de Parmalat, General Motors o Ford, que han sacudido al mercado.

Famosos fueron los casos de los fondos de Barep o Systeia, que sufrieron fuertes minusvalías por tener una alta exposición a Parmalat y General Motors respectivamente. Estos productos estaban en las carteras de muchos ‘fondos de fondos’ españoles, que se vieron arrastrados a la baja.

La estrechez del mercado se está comprobando con hechos y cifras. El índice global de hedge funds que elabora S&P arroja un repunte del 0,27% anual. El de arbitraje de futuros pierde un 9,3%. Por su lado, el índice HFR Global de Bonos Convertibles se deja un 8%.

Aún hay más. Algunos actores de esta industria están echando el cierre, incapaces de lidiar con este entorno de mercado, según informa la publicación Financial News. Tales son los casos de RedSky Partners, gestora que llegó a tener más de 1.000 millones de dólares en cartera, y que ahora está liquidando sus fondos. Otras han sido Wickam Capital, de Londres, o Lakeshore International, uno de los principales hedge de bonos convertibles.

Célebres fueron los casos de Barep, cuyo fondo Convertible Arbitrage ha sido liquidado después de causar estragos a algunas entidades en España, mientras el de Systeia tiene su capital bajo mínimos, después de fuertes reembolsos, y su suerte parece estar echada.

¿Cuál es el futuro que le depara a la industria? En Vega son optimistas. Su consejero delegado, Jonathan Berg, señala que hay claras razones para volver a invertir en su entidad. En primer lugar, no han tenido ningún ejercicio negativo en los más de 8 años de vida de la firma, aunque, en este caso, lo tendrán más que complicado, ya que, excepto el fondo de liquidez, las pérdidas en 2005 son fuertes.

El peor parado es Vega Diversified Fund 2x1, que cae un 22% anual, ya que permite un fuerte apalancamiento. Su alter ego Vega Diversified Fund cae sólo un 10%.