Amancio Ortega, molesto con el SCH, amenaza con retirar más de 600 millones de euros del banco

Amancio Ortega, presidente de Inditex y la primera fortuna española, está muy molesto con el proceso de compra de Unión Fenosa, ya que, según las informaciones existentes, el consorcio gallego que pujaba por la eléctrica tenía un acuerdo cerrado, que se ha incumplido ante la irrupción de Florentino Pérez con más dinero.

Aunque no había firma de por medio, el grupo de inversores gallegos en el que figuraba el empresario textil daba validez al contrato verbal, por lo que el proceso de subasta al mejor postor en que ha devenido la venta ha provocado el malestar en Ortega.

Fuentes consultadas por este diario apuntan a que el millonario, interesado en entrar en Fenosa para tener participación en una eléctrica de su región, podría retirar sus fondos de SCH. Una cifra nada desdeñable, ya que sólo en sicavs, Ortega tiene más de 600 millones de euros depositados en la entidad que preside Emilio Botín.

Aunque su sociedad Keblar, la mayor de España, con más de 1.800 millones de euros, la gestiona BBVA, Ortega dispone de 591 millones de euros invertidos en Alazán 2001, que está en manos de Banif, la división de banca privada del Santander. Además, el empresario gallego registró este año Gramela de Inversiones 2004, que también fue otorgada a Banif. Esta sicav cuenta con 68 millones de euros.

Por tanto, en los últimos tiempos, Ortega parecía tener una mayor afinidad hacia SCH, después de haber entregado Keblar (cuyo importe global y fecha de constitución permiten suponer que contiene parte del dinero ingresado con la colocación de Inditex), a su máximo competidor BBVA.

Si Ortega retira los 659 millones de euros que tiene en Banif, provocará un importante contratiempo a la firma. Si la comisión estándar de una sicav ronda el 1%, la banca privada del SCH estaría ingresando cada año más de seis millones de euros (es decir, más de 1.000 millones de pesetas) sólo en concepto de gestión. Una cifra más que respetable para la banca privada y que sacaría de apuros a cualquier entidad mediana española del sector.