Miguel Sebastián, con el apoyo de Moncloa, y Julio Segura, con el de Solbes, principales candidatos al Banco de España

El catedrático de Fundamentos Económicos y consejero del Banco de España, Julio Segura, y el responsable de la Oficina Económica del Presidente, con categoría de secretario de Estado, Miguel Sebastián, se disputarán el sillón de gobernador del antiguo banco emisor que en julio próximo dejará vacante Jaime Caruana, al cumplirse los 6 años de mandato de que consta el cargo.

A pesar de su perfil polémico, tanto en los ambientes económicos del PSOE como del PP son muy pocos los que dudan de que Miguel Sebastián, con el apoyo de Moncloa, jugará sus cartas a la gobernación del Banco de España, aspiración que él personalmente no esconde entre sus allegados.

Su contrincante directo, de acuerdo con fuentes de toda solvencia, será el catedrático y consejero del propio banco central, Julio Segura (forma parte, además, de su Comisión Ejecutiva), que cuenta con el respaldo del vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, poco partidario desde siempre de que el sustituto de Caruana sea Sebastián.

A partir de las dos últimas elecciones al cargo de gobernador, coincidiendo con la entrada en vigor de la Ley de Autonomía del Banco de España, entre Gobierno y oposición ha venido funcionando un pacto no escrito según el cual el Gobierno de turno propone al gobernador y la oposición al subgobernador.

De acuerdo con ese sistema, el Gobierno, en este caso del PSOE, presentará a la oposición una terna de candidatos al puesto, entre los cuales ésta elegirá el nombre del futuro Gobernador.

Así pasó en julio de 2000, cuando el Gobierno Aznar presentó a los socialistas los nombres de Jaime Caruana, Juan José Toribio y José Luis Feito, de entre los cuales el PSOE eligió al primero. De la misma forma, la oposición presenta una terna para el cargo de subgobernador (ambos nombramientos son simultáneos), de entre los que elige el Gobierno.

Aunque, de momento, no hay constancia expresa de que el Gobierno Zapatero vaya a hacerlo, se da por descontado que Pedro Solbes es partidario de respetar este pacto, y aquí es donde llegan los problemas para los dos aspirantes principales, porque tanto Segura como Sebastián son nombres “complejos” desde el punto de vista de una negociación entre Gobierno y PP.

Sebastián, porque se ha distinguido en exceso en algunas de las batallas económico financieras más polémicas de la legislatura, tal que el intento de asalto de la constructora Sacyr contra el BBVA, operación que causó honda irritación en el calle Génova. No obstante lo cual, el prudente silencio que el jefe de la Oficina Económica del Presidente viene manteniendo en los últimos meses se interpreta como un intento de apaciguar al PP de cara a esa negociación.

En cuanto a Julio Segura es un hombre que, tal vez por su escasa idoneidad en origen (fue militante del PCE) para dirigir los destinos de un banco central en una economía desarrollada, nunca ha gozado de las simpatías del entorno de economistas del Partido Popular, aunque todos reconocen que ahora se sabe de sobra la asignatura.

En estas circunstancias bien podría surgir el clásico tapado, aunque en estos momentos la pareja en disputa sea claramente la formada por los dos citados. ¿Quién podría ser ese tapado? Todos los dedos apuntan al actual subgobernador, Gonzalo Gil, como un buen candidato incluso para el PP. El problema es que Gil parece estar a punto de la jubilación, con lo que quedaría descartado por formar parte de la terna.