Novacaixagalicia necesita cerca de 1.500 millones para evitar la nacionalización

Novacaixgalicia tendrá que levantar capital con urgencia si no quiere ser nacionalizada en septiembre. La entidad resultante de la fusión entre Caixa Galicia y Caixanova necesita cerca de 1.500 millones de euros para cumplir con los nuevos requisitos de solvencia que ha impuesto el Gobierno, según indican fuentes financieras. Una cantidad que podría ser mayor si finalmente la caja decide no salir a bolsa.

 

Fuentes del sector próximas al grupo gallego con sedes en La Coruña y Vigo aseguran que la inyección de liquidez puede ser incluso mayor, de unos 2.000 millones, en función de la rapidez con la que la institución tenga que provisionar sus créditos fallidos. Con ese dinero fresco, Novacaixagalica pasaría de un core capital de apenas el 6% que tiene en la actualidad al 8% que va a exigir como mínimo el Banco de España antes del 31 de septiembre.

Un ratio que incluso puede ser más alto en el caso de que el grupo, con participaciones relevantes en Sacyr Vallehermoso y en Banco Pastor, opte por buscar inversores privados y no cotizar en los mercados de capitales. Esas son las dos opciones principales que tiene la entidad para evitar que el Estado la nacionalice de forma temporal, durante un periodo de cinco años, con la toma de la gestión.

La situación es muy delicada y ha pillado con el pie cambiado a la alta dirección de la caja, que nació el pasado 1 de diciembre. Sobre todo porque Novacaixagalicia utilizó los 1.162 millones recibidos del Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB) a través de cuotas participativas para sanear su balance, tal y como le habían aconsejado desde el organismo que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Es decir, emplear la ayuda estatal para provisinar al máximo las posibles pérdidas futuras.

De hecho, el grupo aseguró anoche a la CNMV que ha realizado provisiones adicionales en la cartera por importe de 1.926 millones de euros, así como una cobertura adicional de 399 millones. Ahora, esos 1.162 millones se los reclama el nuevo real decreto que aprobará Economía en breve para fortalecer el capital. Su coeficiente de solvencia ronda el 6%, pero lo más preocupante es que, según sus proyecciones, no tenía previsto alcanzar el 8% hasta dentro de al menos cinco años. Al estar ya utilizada la inyección del FROB, por la que tiene que pagar un tipo de interés del 7,75%, la entidad necesita buscar de manos privadas o a través de la bolsa al menos 1.000 millones y hasta un máximo de 2.000 millones.

Novacaixagalicia ya sabe lo que es tener inversores en su capital. De hecho, la familia Añón tiene un 5% de la Corporación Financiera Caixa Galicia, el antiguo holding de Caixa Galicia, un paquete por el que pagó 100 millones de euros en 2007. Pero ahora requiere una aportación mucho mayor que solo podría aportar empresarios del calibre de Amancio Ortega o Manuel Jove. El primero tiene el 5% de Banco Pastor y el segundo es propietario de una participación similar en BBVA, por la que pagó unos 3.000 millones de euros.

Salir a bolsa es una alternativa también complicada porque los grandes gestores de patrimonios y fondos de pensiones no quieren saber nada de tomar posiciones en entidades financieras españolas hasta que estén muy saneadas. La mejor demostración fue la caída de la mayoría de los bancos cotizados en la sesión del martes, tras conocerse las intenciones del Gobierno. Además, solo lo harían en las más grandes, aquellas que por su tamaño y su calidad crediticia pueden tener acceso al mercado de capitales.

Caza de brujas

Fuentes próximas a la caja indican que la maniobra del Ministerio de Elena Salgado tiene componentes políticos. En este sentido indican que las entidades que han sido señaladas con el dedo -CatalunyaCaixa, Banca Cívica, Caja Madrid-Bancaja y Espiga, además de la gallega- están gobernadas por partidos ajenos al PSOE. A ello se añade que el Banco de España se opuso a la fusión de Caixa Galicia y Caixanova, que finalmente salió adelante por el pulso del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo.

La caja se defendió ayer en la CNMV en una presentación sobre su exposición al ladrillo. El documento concluye que Novacaixagalica dispone de activos líquidos por 12.660 millones de euros, importe que se reduce a 10.827 millones una vez aplicados los recortes de valoración que establece el Banco Central Europeo. “Este volumen de activos líquidos cubre el 120% de los vencimientos de los próximos tres años que se elevan a 9.123 millones. De este modo, la entidad podría hacer frente a estos vencimientos sin realizar nuevas emisiones”, asevera.