La Caixa invita a sus clientes a vender Criteria al recuperar el precio de la OPV

Fue un tsunami que arrasó Barcelona el viernes pasado. Miles de clientes de La Caixa recibían una llamada del director de su sucursal más o menos como ésta:

-¿Ha visto cómo va Criteria hoy en bolsa? Ha vuelto a 5,25 euros.

- ¿De verdad? ¿Qué hago? Vender, ¿verdad?

- Sí, no lo dude, después de tres años por fin ha llegado el día que estábamos esperando. ¿Ve cómo teníamos razón cuando le aconsejamos que esperara porque si vendía cuando usted decía perdería dinero? Además, ya le saca algo porque ha cobrado el dividendo.

- Sí, sí, tiene usted razón. Pues nada, venda, venda.

Fue el día que soñaban los directores de oficina de la entidad catalana para resarcirse de más de tres años aguantando la bronca de unos clientes a los que vendieron las sobrevaloradas acciones de la OPV de Criteria de octubre de 2007, y que les echaban la culpa de sus pérdidas por haberles colocado "eso". El viernes, gracias al subidón del valor, por fin recuperaban su inversión y dejaban de perder dinero. Y claro, era inevitable que los empleados de La Caixa aprovecharan la ocasión para mejorar su imagen y, de paso, ponerse la medalla de haber evitado que vendieran con minusvalías.

Tras el anuncio de su conversión en CaixaBank, adelantado el jueves por El Confidencial, Criteria abrió el viernes en bolsa disparada y marcó un máximo del 5,66 euros, con un alza del 27,3%. Pero ahí apareció una oleada de papel de todos los minoristas que empezaron a dar las órdenes de venta que les sugerían sus oficinas, según distintas fuentes del mercado. Y el título empezó a retroceder hasta acabar en 5,20, lo que en todo caso implica una subida final del 16,93%.

Los operadores esperan que este retroceso continúe en las próximas sesiones: "Hay un papelón enorme puesto a 5,25, el valor no podrá pasar de ahí hasta que no se limpien todas las ventas de los particulares pillados desde la OPV", comenta un profesional del mercado. El holding industrial de La Caixa salió a bolsa a ese precio en octubre de 2007, y apenas lo superó en un par de ocasiones en las sesiones posteriores. Después, llegó el hundimiento hasta 2,05 euros en marzo de 2009. Luego fue recuperando, pero sólo había logrado superar los 4 euros en enero de este año.

Además, el grueso de la salida a bolsa de Criteria se hizo entre inversores particulares, clientes de la red de La Caixa a los que se vendieron las acciones como una inversión con la que iban a lograr grandes beneficios. Lógicamente, con las grandes pérdidas que llegaron a sufrir y con el largo tiempo transcurrido, la mayoría había descargado su ira en algún momento contra su director de sucursal. Y éstos habían aguantado estoicamente el chaparrón con argumentos de que la caída estaba injustificada y de que en algún momento se impodría la lógica. Asimismo, les disuadían de que vendieran antes de recuperarse. Ese momento por fin llegó el viernes.

Derecho de separación

Otra cuestión sobre la mesa es qué pasa con los accionistas de Criteria, puesto que la empresa en que invirtieron se ha convertido en algo completamente distinto, un banco que aglutinará todo el negocio financiero de La Caixa. El director general de la entidad, Juan María Nin, admitió el viernes que les asiste el derecho de separación, es decir, de desprenderse de sus acciones, pero no especificó a qué precio. Expertos consultados entienden que debería ser el precio de la OPV.

"De todas formas, da igual. Han conseguido que el valor suba hasta el precio de salida, y ahora da lo mismo ejercer ese derecho que vender en bolsa. Han conseguido quitarse un buen problema de encima", asegura uno de estos expertos.