Es noticia
Santander y BBVA digieren el ladrillo adjudicado con estrategias inmobiliarias opuestas
  1. Empresas
GESTIÓN INTERNA FRENTE A EXTERNALIZACIÓN

Santander y BBVA digieren el ladrillo adjudicado con estrategias inmobiliarias opuestas

Los dos grandes de la banca nacional marcan tendencia. Sin embargo, a la hora de digerir los activos inmobiliarios adjudicados durante los años de crisis, Santander

Foto: Santander y BBVA digieren el ladrillo adjudicado con estrategias inmobiliarias opuestas
Santander y BBVA digieren el ladrillo adjudicado con estrategias inmobiliarias opuestas

Los dos grandes de la banca nacional marcan tendencia. Sin embargo, a la hora de digerir los activos inmobiliarios adjudicados durante los años de crisis, Santander y BBVA han emprendido estrategias diametralmente opuestas, al contrario de lo que es costumbre. En este caso, la entidad controlada por Emilio Botín ha optado por gestionar, promover y comercializar de manera interna el ladrillo incorporado a su balance, mientras que el banco azul presidido por Francisco González ha externalizado la mayor parte del trabajo.

En el caso del Santander, desde el primer momento se articuló la sociedad Altamira Real Estate para gestionar de manera integral todos los bienes inmobiliarios. De esta forma, a comienzos de 2009, el banco rojo encomendó a Manuel Castillo (ex responsable de promociones de Colonial) el desarrollo de esta división con criterios puramente inmobiliarios, tanto los adjudicados de promociones de viviendas como los de suelo, de manera que puedan optimizarse al máximo el valor de estos activos.

Durante este tiempo, el banco con sede en Boadilla del Monte ha llevado a cabo distintas actuaciones para digerir su cartera de activos adjudicados. Por un lado, ha comercializado viviendas entre colectivos concretos, como empleados y prejubilados, con descuentos de hasta el 25% respecto al precio de mercado. Por otro, ha comenzado a desarrollar algunos de los suelos canjeados por deuda, hasta diez promociones repartidas por toda España, para dar salida a los terrenos, para los que no hay mercado de otra manera.

Un modelo similar está siendo empleado también por Banesto, como no podía ser menos al estar controlado por el propio Santander. En los primeros compases de la crisis, en verano de 2008, el banco creó la sociedad Promodomus para gestionar la avalancha de adjudicados que se le venía encima. Sólo por su exposición en su antigua inmobiliaria Reyal Urbis, por ejemplo, la entidad presidida entonces por Ana Patricia Botín canjeó deuda por activos por valor de 400 millones de euros.

¿Otro estilo, mismos resultados?

En el caso de BBVA, las tareas se han repartido de manera diferente. El banco azul ha canalizado toda su actividad inmobiliaria a través de Anida. Desde esta sociedad, bajo la dirección de Pedro Becares, se administran, gestionan y promueven los activos adjudicados. A pesar de la incorporación de profesionales del sector inmobiliario a la plantilla de Anida, la entidad ha optado por dar juego entre consultoras e intermediarios para una parte del trabajo, al entender que se trata de un modelo más flexible para dar salida a su stock.

Donde tampoco han coincidido Santander y BBVA ha sido a la hora de tratar a los inversores de sus fondos inmobiliarios. En febrero de 2009, Santander decidió bloquear durante dos años Banif Inmobiliario, el mayor fondo del sector, ante la avalancha de solicitudes de reembolso, para las que no contaba con la liquidez suficiente. Por el contrario, BBVA afrontó la compra de su propio fondo inmobiliario para dar salida a sus partícipes sin llegar a revaluar los activos, de manera que los inversores no perdieron por el ajuste de precios.

Los dos grandes de la banca nacional marcan tendencia. Sin embargo, a la hora de digerir los activos inmobiliarios adjudicados durante los años de crisis, Santander y BBVA han emprendido estrategias diametralmente opuestas, al contrario de lo que es costumbre. En este caso, la entidad controlada por Emilio Botín ha optado por gestionar, promover y comercializar de manera interna el ladrillo incorporado a su balance, mientras que el banco azul presidido por Francisco González ha externalizado la mayor parte del trabajo.