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Después de los ingenieros en paro… ¿Qué hacemos con los arquitectos?
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EMPUJADOS A TRABAJAR EN OTROS PAISES

Después de los ingenieros en paro… ¿Qué hacemos con los arquitectos?

No tienen sitio en España. A pesar de formar parte de la élite de las profesiones liberales y de gozar del reconocimiento social, la mayoría de los

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Después de los ingenieros en paro… ¿Qué hacemos con los arquitectos?

No tienen sitio en España. A pesar de formar parte de la élite de las profesiones liberales y de gozar del reconocimiento social, la mayoría de los arquitectos españoles (73%) se plantea abandonar el país para poder trabajar de lo suyo. Los efectos de la crisis han echado por tierra gran parte de las virtudes que acompañaban a este oficio. Los que menos han tardado en reaccionar ante el erial laboral que asola a la profesión, cerca de un 20% de los titulados, ya han hecho las maletas. El resto se lo piensa.

Estas son algunas de las conclusiones que arroja la encuesta realizada por el Sindicato de Arquitectos (SArq) el pasado mes de marzo entre una muestra de más de 800 profesionales de la arquitectura y el urbanismo. La crisis del mercado laboral español no ha hecho salvedades con este gremio. El I Estudio Laboral de la Arquitectura presentado a finales de 2010 ya apuntaba algunas cifras inéditas para este colectivo, como una tasa de paro del 33% o un nivel de empleados bajo la figura del falso autónomo del 25%.

En este contexto, la fuga de talentos es una causa natural, según el secretario general de SArq, Ignacio Bisbal, ya que las alternativas son pocas. La falta de trabajo y la precariedad laboral actual están detrás del 48% de las decisiones de abandonar España. Y como ocurre con los ingenieros, otro de los gremios cualificados que se han visto afectados severamente por la crisisAlemania se erige como el destino preferido para el 25% de los encuestados que se plantearía en un futuro inmediato abandonar el país para irse al extranjero.

Hasta hace unos meses, N.G. estaba probando suerte como meritoria en Londres. Esta joven arquitecta madrileña trabajó durante más de un año en un reconocido estudio de la capital británica, segunda opción entre los aspirantes a emigrar con un porcentaje del 22%. La experiencia vital fue enriquecedora, pero profesionalmente las posibilidades de crecer tampoco eran del todo atractivas, ya que existe la tendencia a aprovecharse de la urgencia laboral que los arquitectos españoles tienen por salir fuera.

El pasado mes de febrero, la visita a España de la canciller alemana Angela Merkel disparó aún más estas expectativas de cruzar la frontera tras anunciar el proyecto de cooperación bilateral en materia de empleo por el que su país reclutará a jóvenes españoles cualificados en paro. La locomotora de Europa, con un crecimiento económico del 3,6% y una tasa de desempleo del 6,9%, necesita incorporar a su mercado de trabajo a entre 500.000 y 800.000 profesionales especializados en informática, ciencia e ingeniería.

Pero el mundo no termina en Europa. En el momento actual, una oferta de trabajo como arquitecto fuera, como reconoce E.H. desde Kuala Lumpur, es una oportunidad más atractiva que otras similares en suelo español. El mileurismo se ha convertido en el salario común para los jóvenes que se incorporan a este mercado laboral en España. Al contrario que en los años dorados, los estudios ofrecen ahora el alta en la Seguridad Social como gancho, en lugar de dar mejores precios por la contratación temporal para proyectos.

La determinación de trabajar por cuenta propia es una opción para poder salir adelante, pero ni siquiera la carta de presentación de haber ganado un concurso es garantía de éxito, sobre todo si el pagador es una administración pública. Los retrasos injustificados son la norma habitual de funcionamiento, hasta el punto de poner en riesgo la viabilidad de un joven estudio formado por dos compañeros. Tal vez por muchos de estos factores, dos tercios de los encuestados no tendrían prisa por volver a España, al menos no para seguir como esclavos.

No tienen sitio en España. A pesar de formar parte de la élite de las profesiones liberales y de gozar del reconocimiento social, la mayoría de los arquitectos españoles (73%) se plantea abandonar el país para poder trabajar de lo suyo. Los efectos de la crisis han echado por tierra gran parte de las virtudes que acompañaban a este oficio. Los que menos han tardado en reaccionar ante el erial laboral que asola a la profesión, cerca de un 20% de los titulados, ya han hecho las maletas. El resto se lo piensa.

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