Sousa toma ventaja y pone a uno de sus hombres para presidir la junta de Pescanova

Manuel Fernández de Sousa se ha apuntado el primer punto en el largo y duro partido de tenis que se jugará hoy en la junta de Pescanova, que se celebra en Redondela (Pontevedra), en la sede de la sociedad. Según han explicado fuentes de la compañía, Fernández de Sousa ha hecho valer su mayoría y ha colocado de presidente de la junta a unos de sus hombres: el consejero José María Fernández-Carasa.

En una junta tan abierta como la que se acaba de empezar ahora, el presidente de la junta de accionistas tiene muchas posibilidades de orientar el resultado final, en especial con el consejo y los socios divididos.

Fernández-Carasa es un experto en el sector pesquero. Sustituyó en el consejo a Jesús García, un histórico consejero personal de Fernández de Sousa que optó por dimitir cuando empezaron a hacerse públicos los problemas empresariales de Pescanova.

El consejo previo a la junta se celebró esta mañana en Redonedela empezó a las diez de la mañana. Se llegó a él sin acuerdo, después de dos días de duras negociaciones. Fuentes conocedoras de la deliberación en el seno del consejo han señalado que el independiente Robert Williams no se ha presentado.

Williams era cercano a Fernández de Sousa, pero pese a esta baja el ex presidente de Pescanova ha conseguido imponer su mayoría, que era cuestionada por el núcleo de accionistas cercanos a Damm, y que se reconozca el voto suyo y el de Alfonso Paz-Andrade, por tener sus mandatos vencidos.

Con este nombramiento Damm y el resto de accionistas críticos con la gestión de Fernández de Sousa sufren el primer revés en una junta muy abierta y que puede acabar de cualquier manera. Damm y sus aliados aseguran que tienen la representación del 44% del capital.

Batalla por el control

Lo que se juega hoy no es tanto la continuidad de Pescanova, en manos de la banca acreedora y la administración concursal, sino quién controla el grupo después de que Fernández de Sousa haya dejado de ser el accionistas de referencia, al vender la mitad de sus acciones de espaldas al consejo y antes de que se hiciera público los problemas del grupo con una deuda, con créditos ocultos por valor de 2.100 millones y que elevaron pasivo bancario de 3.600 millones.

Damm, Iberfomento y diversos fondos de inversión esperan hacerse hoy con el control del grupo pesquero. Pero el fondo Cartesian y el abogado Javier Cremades les han plantado cara y podrían tener al final del día de hoy los votos del capital que todavía representan Fernández de Sousa y Paz Andrade, más de un 11% que nunca votará a favor de Damm.

Fernández de Sousa es la clave

El controvertido ex presidente de Pescanova puede ser la clave, tal y como se ha mostrado en el consejo de hoy. A pesar de haber renunciado a la presidencia, sigue haciendo valer su puesto de consejero y su profundo conocimiento de los estrensijos de la multinacional pesquera.

Damm hubiera preferido que la presidencia de la junta hubiera estado en manos de Deloitte, en su condición de administrador concursal, lo que hubiera garantizado un juego más neutral en la junta de hoy.