Telefónica se da un respiro en Italia y deja libertad de acción a sus socios de Telco

Telefónica dejará plena libertad de movimientos a sus socios italianos de Telecom Italia para que acuerden a su antojo la reestructuración del consejo de administración de la operadora transalpina. Telecom Italia celebra este viernesjunta general de accionistas bajo el control de Telco, la sociedad instrumental en la que participa Telefónica junto con la aseguradora Generali y los bancos Intesa Sanpaolo y Mediobanca.

El presidente de Telefónica, César Alierta, y su antiguo consejero delegado, Julio Linares, cedieron el pasado viernes sus respectivos puestos en el máximo órgano de gobierno de Telecom Italia ante las presiones del Consejo Administrativo de Defensa Económica de Brasil (CADE), organismo de regulación y competencia del país.La posición accionarial de Telefónica como primer accionista de referencia de Telecom Italia ha incomodado a las autoridades brasileñas, que cuestionan la relación patrimonial de dos de sus principales operadoras, como son Vivo, filial de la empresa española, y TIM Brasil, propiedad de la compañía transalpina.

Brasil entiende que Telefónica puede ejercer una posición de dominio sobre ambas compañías desde el momento en que también controla a Telecom Italia. La empresa española ha desmentido por activa y por pasiva dicha posibilidad esgrimiendo sus recientes acuerdos en Italia, que están condicionados a la limitación de los derechos de voto sobre la operadora transalpina.

Telefónica ha aumentado su participación a un 66% del capital, pero los derechos políticos han quedado inamovibles en el 46% de las acciones que ya poseía anteriormente.La empresa española ha desmentido categóricamente cualquier pacto o relación de conveniencia accionarial con la gestora de fondos Blackrock, que este miércoles irrumpió como accionista de Telecom Italia con casi un 8% del capital y sus consiguientes derechos de voto. Telefónica quiere mantener a ultranza sus compromisos con Italia y, afin de evitar malos entendidos, ha preferido darun paso atrás con todas las consecuenciasen el consejo de administración de su homóloga transalpina. A tal efecto, las dos vacantes que dejan Alierta y Linares serán cubiertas a instancias del resto de socios de Telco en la junta de accionistas que este viernescelebra Telecom Italia.

La renuncia de Telefónica no tiene carácter vitalicio pero, de momento, la compañía quiere darse un respiro para no dificultar los planes de futuro de la operadora italiana ni entorpecer su propia estrategia internacional al otro lado del Atlántico. Los responsables de competencia de Brasil han otorgado a Telefónica un plazo de 18 meses para resolver la teórica duplicidad de inversiones en el país.

La posición de Telefónica en la brasileña Vivo es irrenunciable y, hoy por hoy, el gran objetivo es la venta de TIM Brasil. Una desinversión que exige el acuerdo unánime del resto de operadores que trabajan en el país como son, además de Vivo, la multinacional mexicana América Móvil, del magnate Carlos Slim, y la empresa local Oi, recientemente fusionada con Portugal Telecom. La salida natural sería que los tres se repartieran los activos de TIM Brasil, lo cual no deja de ser un planteamiento complejo dados los distintos intereses de cada una de las empresas competidoras en el mercado brasileño de telecomunicaciones.