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Koplowitz ofrece a Carlos Slim entrar en FCC para no perder el control del consejo
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también ha contactado con la constructora ica

Koplowitz ofrece a Carlos Slim entrar en FCC para no perder el control del consejo

Tras claudicar ante la banca, Esther Koplowitz sigue moviéndose entre las bambalinas para evitar perder el control de FCC. Entre sus candidatos está Carlos Slim

Foto: Carlos Slim (Reuters)
Carlos Slim (Reuters)

Tras claudicar ante la banca, Esther Koplowitz sigue moviéndose entre las bambalinas para evitar perder el control de FCC. La empresaria ha contactado con dos inversores mexicanos de postín para que le compren los derechos que tendrá que vender en la ampliación de capital de 1.000 millones, de tal forma que se conviertan en sus socios y eviten que pierda el control del grupo. Los potenciales compradores son Inmobiliaria Carso, propiedad de Carlos Slim, e ICA.

Según indican distintas fuentes, responsables de Inmobiliaria Carso han estado en Madrid negociando con Jean Marie Messier, el asesor de la familia Koplowitz, y con los bancos acreedores de la compañía, BBVA y Bankia. La relación de Slim es más directa con la entidad presidida con Francisco González debido a la gran presencia de BBVA en México, donde obtiene casi la mitad de su beneficio.

El interés de Slim radica en la posibilidad de entrar en FCC a precios de derribo, ya que se da por hecho que la ampliación de capital que pretende realizar en diciembre se hará con un descuento de al menos el 30% sobre el actual precio en bolsa. Además, conocedor de la difícil situación de la familia, sabe que puede tomar una participación que le otorgaría un papel determinante en el futuro del grupo.

Carso ya ha hecho varias inversiones importantes en España. La más grande fue la adquisición de 439 sucursales propiedad de CaixaBank por 428 millones de euros en 2012. El magnate mexicano, el hombre más rico del mundo según Forbes, tiene una excelente relación con Isidro Fainé, presidente de La Caixa, en cuyo consejo de administración ha llegado a tener un asiento.

Se da la circunstancia de que la entidad barcelonesa es accionista forzosa de FCC, ya que se ha quedado con un 5% de B-1998 –la sociedad patrimonial de la familia– al ejecutar un crédito concedido a un inversor próximo a Esther Koplowitz. Asimismo, Carso llegó a tomar el 3% de Prisa, donde ha perdido cerca de un tercio de lo pagado, y el control del Real Oviedo Club de Fútbol.

El otro inversor con el que se ha puesto en contacto la todavía dueña de FCC es ICA, una de las grandes constructoras mexicanas que recientemente formó un consorcio con Carso para la construcción de la nueva terminal del Aeropuerto de México DF por 9.120 millones de dólares. Las tres partes consideran que la toma de una participación en FCC podría ser el primer paso para una alianza internacional con músculo, dadas las obras de gran tamaño por las que compiten, como los concursos por trazar líneas de metro en varios países sudamericanos.

Cuatro asientos menos en el consejo

El objetivo de Koplowitz es encontrar un socio que la releve en el Consejo de Administración. En la junta extraordinaria que celebrará el próximo 20 de noviembre, FCC propondrá previsiblemente la renovación del órgano de gobierno. Actualmente, de los 15 asientos del consejo, ocho están en manos de la familia, por lo que tenía garantizado el control de cualquier decisión. Pero, como no podrá suscribir la ampliación de capital al no disponer de liquidez, su participación pasará del 50,01% actual al 25%. En consecuencia, perderá cuatro consejeros y dependerá de terceros, especialmente en lo referente al pago de dividendos, un flujo de dinero del que depende el futuro de la familia.

Su pretensión es que esos puestos caigan en socios afines con los que pueda firmar un pacto parasocial y le permitan mantener el control de FCC. O, al menos, evitar que un competidor lance una OPA hostil y se haga con la compañía, como en su día intentó Acciona cuando compró por la puerta de atrás el 15% del capital. Aquella operación no prosperó, porque la familia disfrutaba de una posición más sólida y la empresa no estaba en pérdidas.

Tras claudicar ante la banca, Esther Koplowitz sigue moviéndose entre las bambalinas para evitar perder el control de FCC. La empresaria ha contactado con dos inversores mexicanos de postín para que le compren los derechos que tendrá que vender en la ampliación de capital de 1.000 millones, de tal forma que se conviertan en sus socios y eviten que pierda el control del grupo. Los potenciales compradores son Inmobiliaria Carso, propiedad de Carlos Slim, e ICA.

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