Botín une la dirección ejecutiva de Popular y Santander e impone a su equipo

Banco Santander acelera la integración con Banco Popular. El grupo dirigido por Ana Botín ha llevado a cabo la unificación de los comités de dirección de las dos entidades, lo que supone de facto que desde ahora hay un solo mando. Y, siguiendo el axioma habitual en las operaciones corporativas de que el que compra, manda, Ana Botín ha diseñado un nuevo comité ejecutivo compuesto únicamente por ejecutivos procedentes del Santander. En consecuencia, desparecen todos los antiguos responsables del Popular.

Según una documentación interna a la que ha tenido acceso El Confidencial, Santander ha diseñado cuatro áreas esenciales de negocio. La de banca minorista, que estará dirigida por Javier Hidalgo; la de empresas, liderada por José Corral; la de corporate banking, que queda en manos de Gabriel Alonso; y la de desarrollo, que tendrá al frente a María Ruiz Andujar. Todos son veteranos directivos del Santander, especialmente Hidalgo, director general adjunto, que desde febrero del pasado año se encargaba de la red de la filial española, y José Corral, que proviene del departamento de riesgos que ahora será el responsable del importante negocio de pymes del Popular.

Estas cuatro divisiones de negocio tendrán unas áreas de soporte, que tendrán gran incidencia en la posterior integración de las dos redes de sucursales, prevista para principios de 2019. Especialmente la de recursos humanos y organización, que va a estará dirigida por Aurelio Velo, un exejecutivo de Banesto que hasta el pasado año estaba en el centro corporativo de la subsidiaria en Brasil. Por su parte, Riesgos cae en manos de Jesús fuentes, mientras que Tecnología y Operaciones tendrá al frente a Juan Olaizola, la persona que llevó a cabo la transformación de Santander UK.

El área financiera recae sobre Pablo Roig, el control de gestión, en Abel González y la auditoria interna, en Pilar Zatarain, una ejecutiva con casi treinta años en el Santander y que también se encarga de revisar el cumplimiento de todas las normas en la matriz. Por su parte, la responsabilidad de Costes e Inmuebles será de Carlos González, que ejerce la misma función en Santander España, mientras que Integración tendrá al frente a Victor Menéndez e Intervención, a Félix Ainsa. Estrategia corresponde a Leyre de Alvaro y Comunicación y Relaciones Institucionales, a José Juan Pérez-Tabernero, un histórico de Banesto.

Además, formarán parte del comité de dirección Alberto Delgado, responsable de Distribución en la Red Popular, reportando a Javier Hidalgo; Luis Colorado, al frente de Banca Dgital;, Alvaro Villagrán, Planificación Financiera; Susana de Medrano, que gestionará los recursos humanos y las estructuras intermedias bajo la supervisión de Aurelio Velo; Nicolás Vilar, en el área de Cumplimiento, y Óscar Báscones, de la Asesoría Jurídica, Servición de Attención y Reclamaciones, ambos reportando a Adolfo Díaz-Ambrona, máximo responsable de la Secretaría General.

“Estoy convencido de que este Comité de Dirección, junto al trabajo y dedicación de todos, nos llevará a afianzar nuestro liderazgo en la banca española”, ha señalado Rami Aboukhair, consejero delegado de Santander España y Popular en un comunicado interno. La mano derecha de Ana Botín ha reconocido que “a lo largo de las últimas semanas ha sido necesario realizar un ajuste de plantilla dada la duplicidad de puestos de trabajo que generó la integración de Banco Popular”, en referencia a los 1.100 despidos llevados a cabo en servicios centrales.

Pero el máximo responsable de los dos bancos en España le pide a la plantilla “ilusión” y “trabajo en equipo” porque se han aplicado “las mejores condiciones económicas del sector financiero”, el plan de bajas “se ha desarrollado con total transparencia y se ha buscado, en todo momento, cuidar al máximo a las personas”. Sin embargo ,desde el Popular se quejan de la limpieza que ha habido de directivos del banco adquirido, al señalar que Ana Botín no ha cumplido con su promesa de que los cambios y la integración se harían por el criterio de la meritocracia, como aseguró en su primer comunicado tras la compra, y no por el de la procedencia.