El empresario que inunda Irán con cabras murcianas: "Este animal está de moda"

Juan Fernando Serrano, Juanfe, es un empresario avispado. Este murciano ha abierto camino en Irán a pesar de las sanciones. Hace cinco años se instaló en Teherán para exportar azúcar y otros productos agrícolas y a importar azafrán y ahora ha llegado su pedido más exótico: a petición del Gobierno iraní ha comenzado a exportar a Teherán miles de cabras. Son cabras de la raza murciano-granadina, un tipo que se aclimata a cualquier entorno, desde el frío de Rusia al calor de Almería, y que produce más que otras razas. "Si no estás presente en Irán es casi imposible hacer negocios allí. Es muy complicado. Tienes que estar físicamente allí. Te ponen obstáculos", cuenta en Murcia. Así es como, casi por casualidad, la cabra murciana conquistó Irán... y va camino de llegar a medio mundo.

Juanfe recuerda aquella escena en Teherán como si fuera ayer. Era el 6 de diciembre de 2015. "Hace cinco años fui a Irán a vender azúcar al Gobierno, con el que tenemos mucha relación. Un día en el Ministerio de Agricultura me dijeron: 'Juanfe, necesitamos que nos ayudes a conseguir cabras de España'. Yo no tenía ni idea de cabras. Y me dicen que quieren cabras lecheras porque tienen mucha sequía y consumen menos agua que las vacas. Miraron razas de Francia pero estudiaron la cabra murciano-granadina. Cuando me dicen que son unas cabras de Murcia dije: '¡Pero si yo soy de Murcia!'. Llamé a Jesús España, que trabaja conmigo Le dije: '¿Tú sabes si en España hay cabras? Me dijo que claro que había cabras pero que estaba en una casa rural y que no podía ser tan urgente". Pero Juanfe no paró. 'Googleando' dio con la Asociación Española de Criadores de la Cabra Murciano-Granadina (Acrimur), con sede en Jumilla, al norte de Murcia. "En la web encontré un móvil y llamé directamente. Ahí empezó una relación muy bonita con Acrimur donde hemos ido de la mano".

"Hace dos años no sabíamos qué era una cabra y ahora vendemos a Dubai, Colombia, Rusia, Kuwait… Se ha puesto de moda esta cabra"

Irán quería cabras de Murcia. Juanfe no sabía nada de cabras pero tiene una empresa, Treseus, que importa de Irán azafrán y productos petroquímicos para fabricar plásticos y exporta allí azúcar, alfalfa, maíz y trigo. Así que era cuestión de papeleo. "Fue muy laborioso. Ellos querían las cabras y es un mercado enorme, pero no había ningún tipo de acuerdo así que tardamos casi un año en desarrollar un protocolo sanitario entre los países", explica en el estadio de la Condomina, el tradicional campo del Real Murcia y que hoy ocupa el UCAM Club de Fútbol, del que es vicepresidente. En sus asientos azules se nota el cambio de poder en la ciudad a favor de la Universidad Católica.

En 2016 fue la primera exportación por avión desde Barcelona y en octubre del año pasado exportaron 2.000 más en avión desde Zaragoza. "Llevamos vendidas 3.000 cabras y el proyecto para 2018 es llegar a unas 10.000 cabras más. Además llevamos veterinarios y les enseñamos a montar las granjas y a manejar las cabras", cuenta Juanfe, que vive a caballo entre Teherán y Murcia, tres semanas allí y tres semanas aquí. "Si no estás presente en Irán es casi imposible hacer negocios allí. Es muy complicado. Tienes que estar físicamente allí. Te ponen obstáculos. Tienes que ir en persona".

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Cuenta que las cabras las compra una empresa del Ministerio de Agricultura iraní pero que ahora empiezan a interesarse empresas privadas. "Hace dos años no sabíamos lo que era una cabra y ahora somos los que más vendemos. Hace un mes enviamos una partida a un jeque de Dubái. En Irán están contentos porque le damos un servicio de la A a la Z. Desde diseñar la granja, vamos con los veterinarios, enseñamos el manejo a los ganaderos allí. Ahora nos llaman de Dominicana, Colombia, Rusia, Kuwait… Se ha puesto de moda esta cabra".

¿Cómo puede ser una cabra el producto que salte las barreras comerciales y las sanciones a Irán? ¿Qué tiene esa cabra? En el norte de Murcia, en Jumilla, hay una de las explotaciones de esta raza. Eleuterio tiene 63 años y lleva 33 años criándolas: "Ni un día de descanso da esto", murmulla entre las cabras. Tiene unas 400 cabras clasificadas según su rendimiento lechero. Le ayuda Manuel, un ecuatoriano que llegó hace 18 años a Murcia y que a toda velocidad coge a un choto recién nacido y le da con una tetina la leche de la madre. Está casi todo automatizado. Cuando la máquina que les reparte el pienso para alimentarlas se pone en marcha las cabras se alinean a la perfección pero ninguna lo toca porque da una pequeña descarga.

Jorge Castillo, secretario de Acrimur, explica entre ellas las características que la hacen tan codiciada. "Tiene que ser negra o marrón. Si tiene manchas blancas no es una cabra pura. Esta cabra aguanta todo clima. La puedes ver en Ávila bajo la nieve o en Murcia en zonas secas. A veces nos mandan fotos de la cabra en Uzbekistán rodeada de nieve y nos sorprende, pero también se aclimata". Aclara, eso sí, que para que les dé igual el clima lo ideal es llevarlas de cría: "Cuanto más tiempo pasa peor se aclimatan". Además del clima, lo más valorado es su capacidad para producir leche rica en grasa y proteínas. "Con cinco o seis litros de leche de esta raza puedes hacer un kilo de queso curado. Con otras o con una vaca no lo compactas con menos de ocho o nueve litros, les falta grasa para cuajarla. El rendimiento quesero es muy alto y la calidad también". Envían un macho por cada 20 o 25 hembras y ya están criando en Irán. "Si las quieres para zonas escarpadas esta no es tu cabra. Pueden ir por el llano pero tienen las ubres tan grandes que enseguida se lesionan e infectan. Por eso producen tanto".

Las cabras no suponen de momento un gran volumen de negocio, pero junto a los animales España está enviando veterinarios que enseñan el manejo y el diseño de las granjas, pienso... ​Según datos de la Secretaría de Estado de Comercio, Murcia ha exportado 29,39 toneladas en cabras a Irán en 2016​ y 60,2 en 2017. Murcia es la única comunidad que ha exportado cabras a Irán en estos años. Serrano afirma que "el negocio que Treseus ha generado en 2017 ha sido de 200 millones de euros". La empresa es como una 'spin off' de Zukán, una empresa de edulcorantes de Murcia que factura 292 millones.

Lo más difícil de hacer negocios en Irán es, además de la diferencia cultural, conseguir cobrar en un banco occidental. "Las sanciones tiran a la gente para atrás. Hoy el problema es cobrar de Irán porque muy pocos bancos aceptan dinero de bancos iraníes. La clave es tener un banco que te acepte de bancos iraníes", explica este empresario que dice ser un enamorado de Irán. "Estamos exportando alfalfa de Lérida, azúcar refinada y cruda, maíz, soja, trigo e importamos de Irán a aquí polímeros (petroquímicos), azafrán. La primera vez llevé un barco de azúcar y fui con 1.000 euros en efectivo y la tarjeta de crédito no funcionaba por las sanciones. Casi me tengo que quedar allí. Ahora es un país al que le tengo mucho cariño, con unas posibilidades tremendas pero hay que estar ahí. Hoy podemos ser el nexo entre la empresa española e Irán para cualquier tipo de negocio que quieran hacer ambas partes".

Treseus está ayudando a muchas empresas a entrar en Irán, donde tiene 15 empleados y cuenta que el hambre por hacer negocios es enorme. "Allí vas al gimnasio y en la cinta te están hablando de negocios. Son muy trabajadores, se levantan temprano y se acuestan tarde trabajando. A las 11 de la noche está un cliente escribiéndote y a primera hora de la mañana sigue el mismo con otro wasap sobre lo mismo. No se cansan de trabajar".