Enagás mueve ficha en EEUU: prepara 1.000 millones para entrar en una cotizada

Enagás está trabajando ya en la compra de una participación relevante de una compañía cotizada estadounidense por alrededor de 1.000 millones de euros, según confirman varias fuentes del sector energético.

El operador del sistema gasista español ha iniciado los trámites para entrar en el país norteamericano como prolongación de su proceso de internacionalización. No obstante, la operación aún se encuentra en un estado muy preliminar. De hecho, la firma presidida por Antonio Llardén está encontrando ciertas reservas del regulador del mercado, la Securities and Exchange Commission (SEC), para irrumpir en el país presidido por Donald Trump. Además, se trata de un activo por el que también han mostrado interés otros fondos, con lo que la operación aún está en el aire.

Esta no es la primera vez que Enagás sondea invertir en Estados Unidos. De hecho, la empresa cuenta con una pequeña oficina de representación en Houston (Texas). El interés vendría al menos de hace tres años. Fuentes oficiales de la compañía han declinado hacer comentarios. Pero dentro de su estrategia internacional está el continuo análisis de operaciones, principalmente en las zonas recogidas en su plan estratégico: Europa, Perú, México, Chile y el propio Estados Unidos.

El presidente de la compañía ya anunció a mitad de 2018 que esperaba rebaja de precios en el mercado para reactivar las compras. El inicio de 2019 coincide con una bajada generalizada de las cotizaciónes de las compañías dedicadas al petróleo y el gas, dada la caída del precio internacional de la materia prima.

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Expertos cercanos a la empresa creen que se podría tratar de una compañía en el sur de Estados Unidos. De hecho, Enagás tiene presencia en México y a día de hoy EEUU es exportador neto de gas hacia su vecino del sur. Por otro lado, no es casualidad que la compañía tenga su oficina en el estado de Texas, donde existen infinidad de compañías cotizadas dedicadas al petróleo y al gas.

En cuanto a las operaciones internacionales de Enagás, uno de sus últimos movimientos corporativos ha sido la venta de su participación en el operador gasista de Suecia Swedegas, por el que obtuvo casi 100 millones de euros.

Esta nueva operación, que aún no ha sido notificada ni al Gobierno de España ni a la CNMC por el estado aún inmaduro en el que se encuentra, trataría de diversificar los ingresos de la compañía, cuya principal fuente de ingresos procede de la factura gasista de España, como transportista de gas a nivel mayorista y operador del sistema. El máximo accionista de Enagás es el Estado español. La Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) posee un 5% del capital social de la compañía.

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Por otro lado, la operación se enclava en un momento en que la capacidad de generar nuevos ingresos para Enagás, y por tanto mantener el nivel de cotización de su acción, se ha visto reducida después de que la CNMC y el regulador francés hayan parado el proyecto Midcat (el gasoducto que iba a atravesar los Pirineos), una iniciativa impulsada desde Bruselas.

Enagás pone sus ojos, además, en un país de difícil entrada pero alta seguridad jurídica. Un escenario que por el momento no ha conseguido en otras latitudes como Perú. La empresa española mantiene un arbitraje abierto contra el Estado peruano tras romperse el proyecto Gasoducto del Sur de Perú (GSP), que se rompió tras descubrirse la corrupción de Odebrecht, el socio de Enagás en esta infraestructura. Por ahora, siguen en el aire 500 millones de euros que no ha recuperado.