El fondo alemán Luxcara negocia con Forestalia la compra de su proyecto solar

Forestalia sigue avanzando en el desarrollo financiero de sus distintos proyectos. Una de las partes que aún tiene por concretar es el portfolio fotovoltaico de los 342MW que se adjudicó en la última subasta que desplegó el Gobierno en julio de 2017. Para este proceso, la compañía presidida por Fernando Samper lleva varias semanas negociando con el fondo alemán especializado en renovables Luxcara, según fuentes al tanto del proceso.

No obstante, la operación aún no está cerrada y hay al menos otro fondo alemán y uno español que también han tenido contactos con la empresa con el mismo interés. La promoción de los parques se ubica en Teruel. Forestalia ya explicó que la mayoría de sus proyectos los levantaría en Aragón, tierra de origen de la empresa que ha declarado dichos desarrollos de interés regional para acelerar los trámites administrativos.

Para Luxcara, esta no es su primera incursión en la fotovoltaica española. El fondo con sede en Hamburgo compró recientemente un proyecto solar de 120MW en Guillena (Sevilla). Un año antes, cerró la compra de otro proyecto entre Málaga y Córdoba de 45MW denominado el Salobral, en el municipio de Espejo. Hace pocas semanas, firmó un PPA (compraventa de energía a largo plazo) con Alpiq, una firma suiza de energía.

Forestalia avanza en la financiación

Después de los proyectos eólicos Goya y Phoenix, Forestalia ha denominado a la parte fotovoltaica Proyecto Caoba, en referencia a la madera de color rojizo que emula los tonos de los rayos solares en amaneceres y atardeceres. La idea es que bien Luxcara u otro de los fondos que están en la puja tomen un paquete mayoritario del capital social del proyecto. A ello se añade apalancamiento bancario que aportarán Banco Santander y Banco Sabadell.

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Se trata de una promoción de más de 200 millones de euros de inversión, en que deuda y 'equity' harán un desembolso de fondos similar. Al igual que en el resto de proyectos, para los parques fotovoltaicos, Forestalia cuenta con el suelo retributivo que garantiza el Gobierno por ser adjudicataria de la subasta, lo que facilita la financiación de la infraestructura.

Cuando cierre esta negociación, la firma de renovables habrá completado la financiación de más de 1.500MW de los 2.000MW que se llevó en las tres subastas de 2016 y 2017. Aún le faltarían unos 380MW de eólica que por ahora tiene sin concretar. No obstante, el interés de los inversores sigue latente. Así, uno de los que también han mostrado interés por entrar en los activos eólicos de la compañía aragonesa es Asterion, el fondo de infraestructuras y energía que ha levantado Jesús Olmos, exejecutivo del fondo KKR en España y de Endesa, explican varias fuentes del sector.

A esto hay que añadir la irrupción del fondo danés Copenhagen Infraestructure Partners (CIP), que está ultimando la compra de las acciones de un proyecto eólico de 380MW, lo que implica una inversión cercana a los 400 millones de euros sin recurrir a deuda bancaria, tal y como adelantó El Confidencial.

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A esto hay que sumar otros 640MW del fondo Mirova (Natixis) y Engie y un 'pool' de bancos españoles en la parte de la deuda, donde también aparece el gigante de las finanzas estadounidense JP Morgan. Con los mimbres financieros casi en pie, ahora está por ver si Forestalia es capaz de llegar con los proyectos en marcha a inicios de 2020, tal y como exigía el Gobierno.

La llegada de fondos a Forestalia se produce en un momento de 'boom' de las renovables en España. El Gobierno está invitando a la llegada de inversores en este campo. El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, señaló recientemente que se necesitarían 230.000 millones de euros en la próxima década para cumplir con los objetivos de descarbonización y penetración de renovables comprometidos. Esta misma semana, el Gobierno ha lanzado indicaciones a la CNMC para elaborar los peajes (la parte fija del recibo eléctrico) en que le pide no desincentivar la electricidad frente a los combustibles fósiles. Otro incentivo a invertir en renovables.

Sin embargo, cada vez hay más gente viendo el lado oscuro de este proceso, ya que empiezan a sonar los tambores de una burbuja alrededor de un sector cuyo despliegue tiene limitaciones, sobre todo en lo que tiene que ver con el acceso y conexión a la red. Ahora mismo, hay muchas más solicitudes de puntos de evacuación a la red de los que hay disponibles, con lo que no todos los proyectos podrán, por ahora, salir adelante.