El olivar endurece su protesta por el precio del aceite... y el temor a más aranceles

El aceite de oliva virgen extra está esta semana rozando los dos euros justos por litro en origen. La mitad que hace tres años. Y los olivareros de Jaén, la primera zona productora del mundo, ya no pueden más. Ayer cortaron las principales autovías y carreteras que cruzan la provincia, entre ellas, la arteria clave A-4, para pedir medidas a las administraciones que les garanticen un precio justo, ya que ese nivel de precios solo les genera pérdidas. Hay que tener en cuenta, además, que el virgen extra es solo un 15% de toda la cosecha: el virgen se paga a 1,78 euros y el lampante (contiene algún defecto y debe refinarse), a 1,7, siendo el que más volumen acapara sobre el total. Cooperativas, almazaras, sindicatos agrarios y varios ayuntamientos quieren que la cotización del aceite sea poco menos que una cuestión de Estado.

A esta situación de precios bajos colabora además el arancel del 25% impuesto por EEUU, primer país consumidor fuera de Europa, al aceite de origen español. Esto ha penalizado el zumo de aceituna nacional cara a terceros mercados clave, como Italia, que compra cientos de miles de toneladas de aceite a granel a España. Y precisamente las señales que llegan desde el otro lado del Atlántico, cara a la revisión que se hará de esos sobrecostes en febrero, no son nada positivas. La perspectiva a día de hoy es que los aranceles se eleven y se puedan extender a otros productos.

La patronal de envasadores de aceite de EEUU, la NAOOA (North American Olive Oil Association), se ha reunido con parlamentarios y senadores que le han trasladado esa sensación de que los aranceles irán a más. No hay concreciones de cara a esa revisión a mediados del mes que viene, pero la impresión de esa asociación es que podrían subir en los productos que ya los sufren desde septiembre o ampliarse a otros productos. Cooperativas Agro-Alimentarias de España ha asegurado públicamente que teme que lleguen al 100% y que se extiendan también al envío de aceite a granel (hasta ahora, es solo el embotellado de origen español).

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Europa Press

Fuentes de la industria envasadora descartan un escenario tan drástico, aunque coinciden en expresar su temor a que se puedan endurecer los ya impuestos. El aceite español es el único que sufre este sobrecoste en la UE. En la NAOOA están presentes las principales empresas españolas del sector, como Acesur (La Española y Coosur), Migasa (Ybarra y La Masía), Borges, Maeva o Sovena (grupo portugués cuya filial aceitera está en España).

El almacenamiento, nota positiva

Penalizar los graneles sería un golpe durísimo para el sector, mucho mayor que el del envasado. Ahora, grupos como Sovena o Dcoop pueden enviar aceite español a granel y envasarlo en sus plantas de EEUU. Una operativa con la que se da salida a parte de la producción española, aunque sea con menos valor, al exportarse en bruto y no embotellada. Pero podría verse perjudicada si se le impone un arancel. Acesur ha anunciado justo esta semana que comienza las obras de su nueva planta de envasado en la costa este estadounidense.

Junto a los precios en origen y los aranceles, los olivareros también critican la banalización y venta a pérdidas del producto por parte de la gran distribución. En medio de este panorama pesimista, la única luz para el sector ha sido el despegue definitivo de las licitaciones para retirar aceite y almacenarlo a corto plazo para tratar de regular el mercado ante el exceso de oferta. Casi 150.000 toneladas se autorizaron por la Comisión Europea a almacenarse, con una ayuda de 0,88 céntimos al día, lo que eleva el total de las tres licitaciones celebradas a las 170.000. El sector espera llegar con la cuarta y última en febrero a la cota de 200.000 toneladas retiradas.