Joël Robuchon, récord de estrellas Michelin, abre en el local del icónico Embassy

Pronunciar Joël Robuchon (Francia, 1945-Suiza, 2018) es pronunciar el nombre del cocinero con más estrellas Michelin de la historia, toda una leyenda de los fogones, cuya infantil vocación sacerdotal le llevó años después, cuando dejó el seminario por las cocinas, a cambiar el histórico uniforme blanco de los chefs por el negro, color que le acompañó hasta su fallecimiento y que se sumó a la lista de pequeñas revoluciones que el genial galo dejó para la historia.

Además de uno de los legados gastronómicos más importantes del mundo, la herencia de Robuchon incluye un importante grupo de hostelería presente en tres continentes que, con absoluta discreción, se ha hecho con otro icono de la restauración, en esta ocasión, de la española: el local donde estaba el salón de té Embassy.

Ubicado en el número 12 del cotizado paseo de la Castellana (Madrid), este enclave forma parte de la historia reciente de España. Sus paredes acogieron a diplomáticos y espías que, durante la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, se citaban en Embassy para intercambiar información confidencial o definir operaciones secretas que terminaron marcando el rumbo de la historia.

Fundado en 1931 por la irlandesa Margarita Kearney Taylor, Embassy fue más que un salón de té, fue un búnker para los cerca de 30.000 refugiados, muchos de ellos judíos que, se estima, se escondieron en su sótano tras cruzar los Pirineos a la espera de poder escapar hacia Portugal.

Pero, en marzo de 2017, después de 86 años siendo referente de la elegancia y el buen servicio, Embassy sirvió su última tarta de limón, incapaz de afrontar la nueva realidad del contexto económico en que se movía, que había convertido esta elitista esquina en un exigente 'corner' donde la rentabilidad que se pedía a cada café para poder continuar se tornó inalcanzable.

El desembarco del Grupo Joël Robuchon permitirá a este emblemático rincón volver a levantar la persiana como un referente de la restauración

El desembarco del grupo Joël Robuchon permitirá a este emblemático rincón volver a levantar la persiana como un referente de la restauración en la capital, aunque ahora con el sello de L’Atelier, marca de los restaurantes del genio francés, que con su modelo apostó por abrir la cocina al comensal y hacerle partícipe de lo que estaba ocurriendo en los fogones.

Aunque la compañía gala viene a Madrid con vocación de quedarse y crear nuevos conceptos que compitan con la oferta de restauración de calidad existente en la capital, en el local del antiguo Embassy todavía falta tiempo para abrir las puertas del nuevo restaurante.

Actualmente, el inmueble se encuentra en obras, trabajos que se dilataron por las numerosas consultas urbanísticas que tuvo que realizar el nuevo propietario para adaptar el local a su particular modelo, reforma que requiere una elevada inversión.

De hecho, fuentes inmobiliarias aseguran que cuando la empresa gala puso sus ojos por primera vez en este local, lo hizo con la idea de alquilarlo, algo que encaja con el mensaje que se trasladó en el pasado, justo antes de cerrar el salón de té, de que se estaban viendo nuevas fórmulas de restauración para este enclave.

Pero cuando comprobaron el esfuerzo económico que exigía la reforma del local y el elevado alquiler que se derivaba de, las dos partes se convencieron de que era mejor una operación de inversión directa del grupo francés, que cerró la operación de compra en febrero de 2019, es decir, hace ya un año, pero que ha preferido ser discreto durante toda la tramitación de la obra.

Mercado en transformación

Ubicado entre la calle Ayala y paseo de la Castellana, el local tiene una superficie de 900 metros cuadrados, distribuidos en tres plantas comerciales y con aforo para 389 comensales, además una terraza en el bulevar de la arteria más importante de Madrid. Junto a él está el conocido restaurante Ten con Ten, que lejos de ser visto como un rival, el grupo galo considera un aliado para sus planes, ya que uno de los retos que se ha marcado con esta operación es consolidar esta zona de la capital como un referente de la restauración de alta calidad, pero con la idea de crear una oferta variada.

“El mercado madrileño de la restauración está en plena transformación y hay tres motivos de fondo. Por un lado, la mejora de la planta hotelera, con la llegada de cadenas de lujo que incluyen como signo diferencial su elitista oferta de restauración; el desembarco de inversores latinoamericanos, que demandan este tipo de productos en las zonas donde han invertido, ya sea por negocios o para vivir; y la propia población madrileña, que también se siente cada día más atraída por este tipo de establecimientos”, explican desde Torit Allocation, que intermedió la operación de compra, mientras que D. John Hassan actuó en representación del Grupo Jöel Rebuchon.

Su llegada promete también traer al epicentro de la capital nuevas estrellas Michelin, ya que la cadena gala puede presumir de sumar 28 de estas distinciones entre sus 26 establecimientos, los cuales se encuentran repartidos por Europa, América y Asia; y llegó a tener 33 estrellas con los dos establecimientos que operó en Singapur. Ejemplo de que el legado empresarial del chef francés es casi tan espectacular como sus artes culinarias.

Rebuchon, cuya fama internacional empezó a cocerse cuando tomó los mandos de la cocina del Hotel Concorde Lafayette, a lo largo de su dilatada carrera apostó tanto por comprar locales como por llegar a acuerdos con operadores locales, como los hoteles de alto nivel. Ahora, con su primera aventura en España, ha elegido la primera opción, pero las fuentes consultadas aseguran que no será el único movimiento que veamos.

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Razones para pensar que la alta restauración ha puesto sus ojos en Madrid y prepara importantes aperturas sobran, empezando por el largo listado de cadenas de gran lujo que están entrando en el corazón de la capital, como el Four Seasons de Canalejas; el W del antiguo Hotel Asturias; el Edition de la otrora sede de Fundación Montemadrid; el Mandarín del Ritz, o, más recientemente, el Rosewood del Villamagna.

Una revolución en la que L'Atelier de Joël Robuchon promete jugar un papel de cinco estrellas... Michelin.