El Ganso lanza un ERTE para 500 empleados de tienda y la cúpula renuncia al sueldo

El cierre del comercio vuelve a tener una víctima más. El Ganso, la cadena de moda de la familia Cebrián, se ha visto en la obligación de presentar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para toda los empleados que trabajan en sus tiendas y parte de su centro corporativo. La compañía enviará a casa a cerca de 500 personas para poder hacer frente a la orden ministerial que obliga a clausurar los espacios comerciales para evitar la expansión del coronavirus.

Así lo han confirmado fuentes de la alta dirección de El Ganso: la empresa va a formalizar el ERTE después de que Clemente Cebrián, consejero delegado, se haya reunido en la última semana con toda la plantilla para conocer la situación en las tiendas. Uno de los dos hermanos fundadores visitó uno a uno los puntos de venta de la cadena textil antes de que la Comunidad de Madrid, en primer lugar, y el Gobierno, posteriormente, ordenasen el cierre de los centros comerciales.

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Agustín Marco

Clemente Cebrián hizo esa ronda para agradecer a la plantilla el esfuerzo que estaba haciendo cuando el miedo se estaba propagando entre la población ante el contagio masivo del Covid-19. Pero, tras aguantar unos primeros días de fuertes caídas de ventas, El Ganso tuvo que cerrar totalmente desde el pasado domingo. Ante esta adversidad, la compañía ha decidido lanzar un ERTE que afecta a unas 500 personas.

La firma seguirá manteniendo su venta 'online', por lo que mantendrá a los empleados necesarios para atender los pedidos por los canales telemáticos. También continuará con sus tiendas abiertas en México y Chile, donde todavía no se ha impuesto un cierre masivo de establecimientos. Por el contrario, también deberá bajar la persiana de sus establecimientos en Francia y Portugal, donde asimismo se han adoptado medidas restrictivas.

El Ganso cuenta ahora con 160 tiendas, la mayoría propias, salvo las instaladas en México, y una plantilla de 700 personas. El Ganso cerró su último año fiscal con una facturación de 70 millones, 20 menos de los previstos —en 2017, hizo 81 millones— y la misma cifra de 2015. El 65% de sus ventas lo obtiene en España, por lo que la orden ministerial aprobada por el Gobierno castiga de lleno su cuenta de resultados.

Este impacto llega en un momento en que los números habían pasado del rojo al negro por primera vez en tres años. El grupo se vio obligado a poner en marcha un plan de reestructuración diseñado por EY que incluyó el cierre de unas 20 tiendas, la salida de países como Bélgica, Holanda, Italia y Alemania y la optimización de costes hasta el punto de prohibir los viajes en avión en primera clase.

Tras un periodo de serias dificultades, que incluye un rescate con la banca, con aportación de fondos por parte de la familia para evitar el concurso de acreedores, El Ganso había conseguido tener de nuevo beneficio operativo o ebitda positivo, con un crecimiento de doble dígito en las ventas, lo que les hacía prever que en 2020 volverían a registrar beneficio neto. Ahora, estas previsiones se han descosido por la incertidumbre sobre los efectos en la economía de todas las medidas sanitarias adoptadas en Europa. De momento, para dar ejemplo, el comité de dirección ha decidido renunciar a su salario mientras dura la cuarentena, según indican fuentes internas.

Compañías similares como Adolfo Domínguez, Bimba y Lola y Cortefiel también han anunciado ya ERTE para una parte muy significativa de sus plantillas.