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La Española entra en Deoleo: se adelanta a Dcoop y exprimirá el aceite en mínimos
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CONSOLIDACIÓN DE LAS GRANDES MARCAS

La Española entra en Deoleo: se adelanta a Dcoop y exprimirá el aceite en mínimos

El patriarca de Acesur, el envasador de La Española y Coosur, acerca a través de su inversión personal a los dos grandes grupos marquistas españoles. El sector espera consolidación

Foto: Botellas de aceite de Jaén en un certamen. (EFE)
Botellas de aceite de Jaén en un certamen. (EFE)

La familia Guillén, saga de cuarta generación de aceiteros forjada desde mediados del siglo XIX en Dos Hermanas (Sevilla), ha vuelto a protagonizar un osado movimiento en torno a una de las principales marcas españolas de aceite de oliva. Hace 18 años integró, con apoyo de Unicaja, la Rural de Jaén y la cooperativa Jaencoop, el gran estandarte del aceite de Jaén, Coosur. Hoy, junto a su otra gran enseña —La Española—, lidera el mercado en España con el 20% de cuota. Ahora, fintando al eterno potencial candidato (Dcoop), ha entrado en el capital de Deoleo, el propietario de la otra gran marca del zumo de aceituna español, Carbonell.

Juan Ramón Guillén, patriarca de la familia y presidente de Acesur, ha hecho una inversión por el 5% que fuentes de la saga insisten con vehemencia en calificar como financiera. "Si luego se abrieran otras oportunidades, bienvenidas sean. Pero es un movimiento personal y no se pretende siquiera pedir un puesto en el consejo". Sinergias comerciales entre dos de los mayores compradores de aceite del mundo, en un momento en que el virgen extra no logra superar la barrera de los dos euros por litro en origen, se anticipan así como el primer paso de este acercamiento.

Foto: Un operario en una de las plantas de Acesur. (F. Ruso)

Aunque las mismas fuentes cercanas a la familia señalan: "Si llega un comprador futuro que ofrece una buena prima, venderíamos y rentabilizaríamos el movimiento". Pase lo que pase, los Guillén vuelven a estar otra vez en la salsa de las grandes operaciones aceiteras españolas.

Una adquisición que deja momentáneamente descolocado a Dcoop, que ya intentó comprar Deoleo en 2014 y se ha mantenido en la recámara mientras Deoleo se desangraba. Sin embargo, a la primera señal de mejora en la gestión, logrando beneficios tras seis años este 2020, ha sido una empresa familiar la que ha apostado decididamente invirtiendo unos tres millones de euros. La consolidación, así, más que en vertical uniendo a productores y marcas, ha sido en este caso horizontal, reforzando a un gran grupo de enseñas que competirá de tú a tú con los otros grandes del sector en el mercado de la materia prima: Migasa, Sovena o Borges.

Foto: Ignacio Silva, presidente de Deoleo. (EFE)

La relación cordial y cercana entre Ignacio Silva, el CEO de Deoleo desde el pasado año, y los Guillén, también ha engrasado el entendimiento. La etapa de Silva como vicepresidente de FIAB, patronal de la alimentación a la que ha estado muy ligado Gonzalo Guiillén, CEO de Acesur, fraguó este acercamiento. "Juan Ramón es un hombre valiente e inteligente. Hay una perspectiva de precios bajos en origen durante varios años que hace que ambos tengan unas sinergias enormes como compradores", explican las mismas fuentes sectoriales.

"Y eso se junta con que las marcas de Deoleo se han revalorizado y han comido terreno a las marcas blancas en el supermercado en los últimos meses", explica otra veterana fuente del sector aceitero andaluz. Otras fuentes financieras inciden por su parte en que los Guillén estarán posicionados por si CVC, el fondo británico que controla Deoleo, decide desinvertir o propiciar una operación a futuro sobre Deoleo en la que la familia pueda tanto vender como participar como socio industrial.

Junto a todo ello, Acesur está construyendo una planta de envasado en EEUU, mercado donde Deoleo tiene la segunda mayor marca (Bertolli) además de otras como Carapelli o Sasso. La decisión de contar con actividad de envasado en el mayor mercado para el aceite fuera de Europa se tomó en parte por la decisión de imponer aranceles al aceite embotellado español. Y en parte por el cierre en falso de las negociaciones para llegar a algún tipo de alianza entre Acesur y Dcoop —que tiene dos plantas de envasado al otro lado del Atlántico junto a su socio Pompeian—.

La familia Guillén, saga de cuarta generación de aceiteros forjada desde mediados del siglo XIX en Dos Hermanas (Sevilla), ha vuelto a protagonizar un osado movimiento en torno a una de las principales marcas españolas de aceite de oliva. Hace 18 años integró, con apoyo de Unicaja, la Rural de Jaén y la cooperativa Jaencoop, el gran estandarte del aceite de Jaén, Coosur. Hoy, junto a su otra gran enseña —La Española—, lidera el mercado en España con el 20% de cuota. Ahora, fintando al eterno potencial candidato (Dcoop), ha entrado en el capital de Deoleo, el propietario de la otra gran marca del zumo de aceituna español, Carbonell.

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