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Este coche es una ruina: el coronavirus pone contra las cuerdas a un millar de 'rent a car'
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SE DESPLOMAN LAS MATRICULACIONES

Este coche es una ruina: el coronavirus pone contra las cuerdas a un millar de 'rent a car'

La matriculaciones de vehículos de alquiler se desploman un 60% y las compañías adelantan la devolución de flotas a los fabricantes. Habrá menos coches de segunda mano y serán más caros

Foto: Coches de alquiler en el Aeropuerto de Málaga.
Coches de alquiler en el Aeropuerto de Málaga.
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Apenas dos o tres meses aguantó el gigante americano del alquiler de vehículos Hertz el impacto sobre su actividad de la pandemia del coronavirus. La abrupta caída de ingresos forzó a la compañía a presentar la solicitud de bancarrota en la división americana el pasado mes de mayo ante la imposibilidad de atender a los acreedores. En Europa todavía no lo ha hecho, pero su caso ejemplifica los enormes problemas que el Covid-19 ha generado en un sector que tiene en la movilidad su razón de existir y que en España se ha visto afectado doblemente: primero por los confinamientos y las limitaciones de tránsito de ciudadanos por el estado de alarma, y después por el hundimiento del turismo, especialmente de extranjeros, durante este verano.

Las grandes compañías del sector (Hertz, Avis, Enterprise, Sixt, Europcar…) mueven casi el 70% del negocio de los 'rent a car'. Pero solo representan el 5% del total de empresas dedicadas a la actividad. Casi un millar de pequeñas y medianas empresas, muchas de ellas familiares, se dedica al alquiler de vehículos en España. Hay segmento industriales, comerciales o de coches de cortesía, pero el grueso se concentra en el sector turístico. Por norma general, compran coches a los fabricantes o concesionarios mayoristas y después revenden gran parte de la flota a los mismos proveedores cuando han pasado de seis a ocho meses. De este flujo absorbe un segundo mercado, el de los coches de segunda mano a particulares. El negocio del alquiler es una de las fuentes más importantes de vehículos usados para el mercado nacional y europeo.

Para aproximarse a una idea de en qué medida ha impactado el Covid-19 en el universo de los 'rent a car' solo hay que asomarse a las matriculaciones acumuladas hasta este mes de agosto: 92.188 coches frente a los 230.537 de los ocho primeros meses de 2019, un 60% menos. El primer efecto de arrastre ha sido, por tanto, sobre el sector del automóvil y tendrá como segunda consecuencia un estrechamiento de la oferta de coches de segunda mano a medio plazo. Habrá menos y serán más caros.

placeholder Oficina de Hertz en el Aeropuerto de Palma de Mallorca.
Oficina de Hertz en el Aeropuerto de Palma de Mallorca.

Pero esto es solo la punta del iceberg. Las empresas de alquiler de vehículos hablan de la "mayor crisis de su historia" por el abrupto desplome del negocio y porque las aparentemente modestas perspectivas de negocio de cara a la temporada de verano una vez levantado en junio el estado de alarma no se han visto cubiertas. La puntilla fue la cuarentena del Reino Unido y que países como Alemania recomendasen no viajar a España.

Foto: Logo de Hertz en una de los departamentos de venta de la empresa en Francia. (Reuters)

"Normalmente la temporada de renovación de flotas arranca en Semana Santa, cuando se suele contratar el 60% de los coches hasta septiembre y octubre. Luego la gráfica baja y sube de nuevo en junio para coger el momento más potente de la temporada hasta finales de septiembre u octubre", explica Bartolomé Poyatos, director general de Grupo Montalt, uno de los mayores grupos de concesionarios de España, que factura más de 500 millones de euros y cuenta con una división mayorista de 'rent a car' bajo la marca Servirent. "Lo que ha pasado este año es que con la pandemia en Semana Santa no se matriculó apenas nada, si acaso un 20%. A partir de la salida del estado de alarma en junio los rentacares comenzaron a pedirnos coches y se activaron y lanzaron toda la artillería, pero han comenzado a ponerse en contacto porque muchos quieren que adelantemos las recompras de flotas porque no hay negocio", señala a El Confidencial.

Mauro Derqui explota una de esas empresas medianas de alquiler de vehículos, Javea Cars. Su actividad se centra principalmente en dar servicio a turistas extranjeros en la Costa Blanca. "Aquí todos dependemos del turismo. Mi empresa tiene cuatro trabajadores y y manejamos una treintena de coches. Todos los empleados están en ERTE. Yo tengo algunos residentes fijos con coches alquilados ya comprados y con eso voy tirando. Pero las empresas hemos tenido una reducción de la facturación del 90%", explica. Además de dirigir su negocio, Derqui preside Aecoval, la patronal del sector en la Comunidad Valenciana y Murcia, donde se integra un centenar de compañías, en su mayoría empresas familiares. Alerta de que muchas se están jugando la supervivencia por el impacto del Covid. "La cuarentena ya fue una debacle, luego vino la recomendación de Alemania, Holanda o Bélgica de no viajar".

El empresario, cuya patronal forma parte de la nacional Feneval, señala que los 'rent a car' están negociando con las marcas, mayoristas y financieras fórmulas para gestionar las flotas de vehículos y los pagos, pero critica que los bancos no están ayudando pese a contar con un aval del 80% del ICO en préstamos y pólizas de crédito. "Los ERTE no están ayudando mucho porque no queremos despedir a nadie, pero los avales del ICO solamente cubren el 80% del riesgo y los bancos no están dando la financiación. El Instituto Valenciano de Finanzas tiene una línea que cubre el 20% pero ahora mismo está colapsada de tantas peticiones". Además, advierte de que cuando comienzan a vencer las primeras líneas de liquidez habilitadas por la pandemia a partir del año que viene muchas empresas podrían entrar en concurso si no hay renovaciones.

El sector confía ahora en que el Gobierno permita extender los ERTE hasta final de año y habilite los mecanismos de liquidez necesarios para evitar las quiebras. Su anhelo es que el Ejecutivo haga algún gesto de alivio para su sector, como podría ser equiparar el IVA al del sector turístico. Que la temporada se ha perdido casi en su totalidad es algo que ya se han asumido por parte de las compañías en un negocio que antes de estallar la crisis sanitaria fue uno de los más buscados por inversores y fondos de capital.

Apenas dos o tres meses aguantó el gigante americano del alquiler de vehículos Hertz el impacto sobre su actividad de la pandemia del coronavirus. La abrupta caída de ingresos forzó a la compañía a presentar la solicitud de bancarrota en la división americana el pasado mes de mayo ante la imposibilidad de atender a los acreedores. En Europa todavía no lo ha hecho, pero su caso ejemplifica los enormes problemas que el Covid-19 ha generado en un sector que tiene en la movilidad su razón de existir y que en España se ha visto afectado doblemente: primero por los confinamientos y las limitaciones de tránsito de ciudadanos por el estado de alarma, y después por el hundimiento del turismo, especialmente de extranjeros, durante este verano.

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