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De KIO a las torres negras de Diagonal: las joyas inmobiliarias de la nueva Caixa-Bankia
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De KIO a las torres negras de Diagonal: las joyas inmobiliarias de la nueva Caixa-Bankia

La gran fusión bancaria traerá consigo también la creación de un gigante inmobiliario, dueño de varios de los edificios más icónicos de toda España. Es la dote que aportan al matrimonio las antiguas cajas

Foto: De izquierda a derecha: KIO, las torres negras de Barcelona, la sede de Banco de Valencia y la Torre Sevilla.
De izquierda a derecha: KIO, las torres negras de Barcelona, la sede de Banco de Valencia y la Torre Sevilla.

Mucho más que un banco. El nuevo gigante que surgirá de la fusión de CaixaBank y Bankia es, también, uno de los mayores propietarios de edificios singulares del país, dote que llega al matrimonio gracias a la herencia de inmuebles icónicos que han ido dejando cada una de las 18 cajas que están detrás de estas dos entidades.

Desde la emblemática Torre KIO, propiedad de la antigua Caja Madrid (hoy Bankia), hasta la Torre de Sevilla, el primer rascacielos de la capital andaluza que proyectó Cajasol antes de integrarse en CaixaBank, son tan numerosos como únicos los inmuebles singulares que pasará a controlar la nueva entidad, entre cuyos retos futuros también estará reorganizar y poner en valor todo este patrimonio inmobiliario.

Foto: Oficinas de Bankia y Caixabank

En Madrid, apenas tres kilómetros y medio separan las actuales sedes de Bankia, situada en su Torre KIO, y de CaixaBank, en el imponente número 51 del paseo de la Castellana, cuarteles generales que tienen en propiedad y que convierten la nueva entidad fusionada en uno de los mayores propietarios de metros cuadrados en la principal arteria de la capital, con dos edificios cuya valoración conjunta en el mercado podría alcanzar los 500 millones de euros.

Suma y sigue, porque en apenas dos kilómetros en línea recta hacia el sur, el banco dirigido por Gonzalo Gortázar tiene alquilados 3.000 metros cuadrados en Castellana 7, otros 3.900 en el edificio Axis de Norman Foster, en plena plaza de Colón, y unos 4.000 metros cuadrados en Recoletos 37.

placeholder Proyección de cómo quedará el edificio Axis en la plaza de Colón.
Proyección de cómo quedará el edificio Axis en la plaza de Colón.

Y eso sin hablar de las oficinas, algunas muy singulares, como la ubicada en la antigua sede de Banca Cívica, en la calle Juan Bravo, o de otros inmuebles en propiedad, como el edificio que posee Bankia en Las Rozas, donde se encuentran las áreas de Transformación, Estrategia Digital, Tecnología y Operaciones, que cuenta con 53.500 metros cuadrados de oficinas y más de 500 plazas de garaje.

Frente a la prolífica presencia de espacios corporativos de las dos entidades en Madrid, está el claro dominio de CaixaBank en Barcelona, donde las joyas de la corona son las dos torres negras que posee la entidad en la avenida Diagonal. Una de ellas está ocupada por el banco y la otra por el que será primer accionista de la nueva entidad fusionada, Fundación la Caixa, que también tiene instaladas ahí las oficinas de Criteria, su grupo de participadas.

Foto: Vista de Torre Sevilla desde el área que ocupa el centro comercial. (EFE)
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Sus 85.000 metros cuadrados de superficie están unidos por un cuerpo central de dos alturas, que conecta la Torre I, la más alta, con 85 metros de altura y 26 pisos, con la Torre II, que cuenta con 48 metros de altura y 14 plantas.

Como ocurrió con la sede madrileña, la crisis que vivió Inmobiliaria Colonial tras el estallido de la burbuja permitió a la entidad recomprar la totalidad de la propiedad de esta sede hace 12 años, un icónico complejo de oficinas cuyo precio actual en el mercado podría moverse en el entorno de los 650 millones de euros.

placeholder Edificio de la sede central de CaixaBank en la avenida Diagonal de Barcelona. (EFE)
Edificio de la sede central de CaixaBank en la avenida Diagonal de Barcelona. (EFE)

Del mismo modo, como también ocurre en la capital de España, la entidad cuenta en Barcelona con otras importantes ubicaciones en régimen de alquiler, como The Ó Building, en el número 159 de la Gran Vía, o el edificio de la calle Estany, en el eje del paseo de la Zona Franca-Fira, que juntos suman 26.000 metros cuadrados.

Los ajustes de plantilla que traerá consigo la fusión, unidos al reparto de responsabilidades entre Madrid y Barcelona, permiten anticipar una racionalización de los espacios que, ya sea por la no renovación de los alquileres cuando llegue el momento o por la posible venta de algún edificio, convertirán la nueva entidad en uno de los protagonistas del mercado de oficinas en los próximos años.

Foto: Más allá de la operación Chamartín.

Pero si hay un enclave donde esta duplicidad resulta especialmente llamativa, es Valencia. La ciudad elegida para ser la sede social de la entidad fusionada contará con dos edificios en apenas 20 metros: la antigua sede de Banco de Valencia, un histórico inmueble ubicado en Pintor Sorolla 2 y 4, propiedad de CaixaBank, y el cuartel general de Bancaja, hoy de Bankia, en el número 8 de la misma calle.

En Andalucía, en cambio, el inmueble más singular de la cartera del banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri es el granadino edificio El Cubo, un inmueble de seis plantas y 36.500 metros cuadrados de superficie, donde tiene su dirección territorial para esta comunidad autónoma.

placeholder Sede de Banco de Valencia, hoy propiedad de CaixaBank. (EFE)
Sede de Banco de Valencia, hoy propiedad de CaixaBank. (EFE)

En el caso de CaixaBank, su joya andaluza es la Torre Sevilla, el mayor rascacielos de esta comunidad, con 180,5 metros, distribuidos en 37 alturas y plantas subterráneas, y situado en la Isla de la Cartuja, junta al CaixaForum, que también es propiedad del banco, una excepción, ya que todos pertenecen a la fundación, salvo el sevillano y el de Valencia, que es una concesión administrativa.

En Palma de Mallorca, Bankia cuenta con otro edificio singular en la calle Ter 18, un inmueble del año 1994 que está estructurado en dos cubos cuadrangulares, con cinco plantas de oficinas cada uno, que emergen de una base común, bajo la que comparten tres plantas de sótano, además del 'hall' de acceso a los edificios.

Mucho más que un banco. El nuevo gigante que surgirá de la fusión de CaixaBank y Bankia es, también, uno de los mayores propietarios de edificios singulares del país, dote que llega al matrimonio gracias a la herencia de inmuebles icónicos que han ido dejando cada una de las 18 cajas que están detrás de estas dos entidades.

Gonzalo Gortázar Caja Madrid
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