Abánades, Paramés y Alierta apoyan la fusión Neinor-Quabit con el foco puesto en Slim

La primera gran operación corporativa de la bolsa española ya está aquí. Se trata de la compra de Quabit por parte de Neinor, operación que se ejecutará mediante una fusión por absorción y que contempla un canje de una acción de la promotora vasca por 25,965 acciones de la alcarreña, cuyos inversores logran de este modo una prima del 20% respecto a su valoración actual en bolsa.

Como suele ocurrir en estos casos, la operación está condicionada a obtener, al menos, el 50% del quórum en las juntas generales que se convocarán para ello la próxima primavera, un hito que, en gran parte, ya tienen garantizado gracias a que Neinor cuenta con el visto bueno de su principal accionista, Orion, que controla el 28% del capital, mientras que, en Quabit, inversores que ostentan el 26% ya han dado también luz verde.

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Se trata del actual presidente y 'alma mater' de la compañía, Félix Abánades, que se ha comprometido a acudir con el 18% del capital que controla a través de diferentes sociedades como Rayet y Restablo Inversiones, de la constructora vasca Ondobide y de "fondos gestionados por Gescooperativo, Augustus Capital AM y Cobas AM", según el acuerdo de fusión hecho público ayer.

Augustus Capital es la gestora de Lierde, vehículo de inversión participado por el expresidente de Telefónica César Alierta y varios miembros de su familia y círculo cercano, entre otros. Esta sicav, según aparece en su último informe trimestral hecho público, el concluido el pasado 30 de septiembre, cuenta con 587.000 euros invertidos en Quabit, que por aquel entonces cotizaba en 0,34 euros por acción, lo que significa que era titular de 1,7 millones de acciones, el 1,16% del total de acciones tipo A, a las que se dirige el canje con Neinor.

La participación de Cobas, la gestora de Francisco García Paramés, que en 2019 llegó a superar el 5%, se situó por debajo del 3% el pasado mayo, mientras que Gescooperativo es la gestora del 'holding' de las cajas rurales y controla el 3,5% de las acciones de la promotora, según la última información recogida hecha pública en la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores).

Con el visto bueno de estos cinco accionistas, que representan lo que podría denominarse núcleo duro español, el gran interrogante es saber qué va a hacer el empresario mexicano Carlos Slim, que hace ahora justo un año sorprendió al mercado con la adquisición de un 3,08% del capital de Quabit. Aunque esta compra se comunicó el 2 de enero de 2020, fue una semana antes, el 24 de diciembre de 2019, cuando Inversora Carso se hizo con esta participación.

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Por aquel entonces, los títulos de Quabit se movían en el entorno del euro por acción, lo que significa que, desde entonces, Slim acumula una caída del 64%, pérdida muy superior a la prima del 20% que Neinor está dispuesta a pagar con su acuerdo de canje de acciones. No obstante, y a la espera de ver los movimientos del dueño de FCC y Realia, entre otras importantes inversiones que tiene en nuestro país, esta integración le permitiría pasar a participar de una empresa de mayor tamaño y con un título más líquido.

Fuentes próximas a Carso aseguran que, tanto con su desembarco en Quabit como con la compra que en las mismas fechas realizó sobre Metrovacesa, Slim activó una estrategia puramente inversora de confianza en el mercado promotor español, convencido de que estaba infravalorado y de que tarde o temprano se iniciaría un proceso de consolidación. Una apuesta que, por el momento, ya han activado Neinor y Quabit. Ahora queda por ver qué ficha mueve el azteca.