Cerealto Siro sondea a fondos de capital riesgo tras refinanciar su deuda

Cerealto Siro Foods busca compañero de viaje para su nuevo plan estratégico. La multinacional controlada por el empresario Juan Manuel González Serna ha contratado al banco de negocios Alantra para que la asesore en la búsqueda de un inversor (industrial o fondo de capital riesgo) para desarrollar su hoja de ruta hasta 2025, una vez cerrada con éxito la refinanciación de su abultada deuda (320 millones de euros) el pasado mes de diciembre, según fuentes del sector financiero.

Sin prisa, pero sin pausa, el fabricante palentino de galletas, cereales de desayuno, 'snacks' y pasta se ha dado hasta 36 meses para incorporar a un nuevo inversor a su accionariado, controlado en su totalidad por González Serna y su mujer, Lucía Urbán (no tienen descendencia), además de la Fundación Grupo Siro, controlada a su vez por ellos. La intención sería inyectar recursos para acelerar su generación de caja y recuperar una estructura financiera más cómoda.

En línea con estas necesidades, Cerealto Siro ha ido realizando desinversiones en los negocios de pan y bollería, categorías donde ya no es proveedor en exclusiva de Mercadona. Su relación con el gigante de la distribución se ciñe desde hace tres años a la pasta y las galletas, después de un largo vínculo (desde 2004) que permitió a González Serna consolidarse como actor de la industria agroalimentaria con una facturación de 600 millones, aunque con el 80% derivado de Juan Roig.

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EP

El nuevo giro estratégico de la compañía se produjo en 2018 con la fusión de Siro y su filial internacional Cerealto, con un nuevo foco para convertirse en el fabricante de referencia de grandes productores como Mondelez o General Mills, que comienzan a externalizar sus procesos fabriles, lo que se conoce en el sector como marca negra, equilibrando así su dependencia de gigantes de la distribución como Mercadona o Sainsburys, cuyos productos hechos por terceros se denominan marca blanca.

Al frente de esa transición está el consejero delegado, Luis Ángel López, que comenzó un plan de racionalización de la estructura hace 18 meses, con desinversiones de activos productivos (seis plantas), cuando Siro Cerealto soportaba una deuda de casi 400 millones y un ebitda en torno a 80, que a raíz de la pandemia y el encarecimiento de las materias primas se ha desplomado casi un 50%, situación que dio pie a la refinanciación firmada a finales del año pasado.

En ese contexto, los principales bancos acreedores (Rabobank, Santander, CaixaBank y Sabadell) se pusieron en manos de NK5 para intermediar en el proceso de refinanciación y monitorizar la evolución del cumplimiento del plan de negocio. Una vez superado ese hito, Siro Ceralto pretende avanzar en su estrategia de gran fabricante especializado en galletas, cereales, 'snacks' y pasta para terceros, ya sean marquistas o distribución, un salto para el que necesita un socio inversor.