Spencer Stuart evalúa el perfil de Murtra y valora otros nombres para presidir Indra

La abrupta salida de Fernando Abril-Martorell de la presidencia de Indra por decisión del Gobierno ha derivado en un conflicto velado para el nombramiento de Marc Murtra como sustituto. El consejo de administración, con mayoría de independientes, considera que la propuesta de hechos consumados planteada por SEPI, primer accionista con el 18,7%, no se ajusta a las prácticas de buena gobernanza de la compañía, que se ha desplomado un 13% en dos días, con críticas generalizadas de todo el mercado por el sesgo político del cambio.

Para resolver este conflicto, la comisión de Nombramientos, Retribuciones y Gobierno Corporativo ha contratado al cazatalentos Spencer Stuart para que haga un informe independiente sobre la idoneidad del perfil de Marc Murtra como presidente de Indra. En su caso, además, existe una vinculación en el pasado con la Administración pública (Ministerio de Industria) de carácter político (puesto de confianza), lo cual puede representar un condicionante negativo para optar al cargo, según fuentes próximas al consejo de administración.

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La puesta en marcha del proceso de Spencer Stuart ha demorado el nombramiento de Murtra, que la SEPI quiso haber formalizado este lunes. La voz cantante para el cambio dentro de Indra corre a cargo de Antonio Cuevas, exdiputado del PSOE y vocal del consejo asesor de CaixaBank en Andalucía, presente también en la comisión de Nombramientos, donde son mayoría los independientes, que pretendía aprovechar el final de mandato de Abril-Martorell en la próxima junta general para que la sustitución en la presidencia no despertara reticencias.

A la vista de lo acontecido, la firma de cazatalentos tiene además el encargo de proponer otros nombres alternativos para presidir Indra, como ocurre en cualquier proceso de estas características. Al final, con la reacción provocada entre los inversores, el riesgo para el consejo de administración es que en la próxima junta general los accionistas puedan votar en contra Marc Murtra, sobre todo si además su nombramiento implica la participación de Indra en la compra del fabricante vasco ITP, considerada estratégica por el actual Gobierno.

Hace dos años, Abril-Martorell tuvo apalabrada la compra de una participación de control de ITP (hasta el 75%) por un importe aproximado de 1.000 millones, que habría implicado una ampliación de capital posterior de hasta 500 millones. Ahora, con Indra ya dentro del programa FCAS y con una posición vendedora de Rolls-Royce más débil, tras un año de pandemia, la compra del fabricante de turbopropulsores ha sido peor valorada por el consejo, dadas las expectativas de precio del propietario británico, que espera una transacción de 1.500 millones.