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Las empresas españolas siguen invirtiendo en UK, pero ya notan la falta de suministros
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Las empresas españolas siguen invirtiendo en UK, pero ya notan la falta de suministros

La inversión directa española no se ha visto afectada por el Brexit. Muchas empresas se están expandiendo en Reino Unido y siguen viendo el mercado británico como prioritario

Foto: Estantes prácticamente vacíos en un supermercado de Londres. (EFE/Facundo Arrizabalaga)
Estantes prácticamente vacíos en un supermercado de Londres. (EFE/Facundo Arrizabalaga)

A pesar de la pandemia y las consecuencias del Brexit, el 91% de las empresas presentes en el Reino Unido considera que el mercado británico seguirá siendo estratégico. El 54% cree que el clima de negocios tras la salida del país de la UE es aceptable o bueno, 20 puntos más que el año pasado. No obstante, ha empeorado la percepción sobre el mercado de trabajo y alrededor de un cuarto de las compañías no encuentra los perfiles que necesita. La crisis por falta de mano de obra golpea tanto a Europa como a Estados Unidos. Pero la nueva normativa migratoria impuesta por el Gobierno de Boris Johnson agudiza en este caso la situación.

Estas son las conclusiones que se desprenden del 'III barómetro sobre clima y perspectivas de la inversión española', realizado por la Cámara de Comercio de España, tras entrevistar a un centenar de compañías. Los resultados se presentan este miércoles, coincidiendo prácticamente con el primer aniversario del histórico divorcio. Tras largos años de arduas negociaciones, el 1 de enero los británicos abandonaron ya a efectos prácticos la UE.

“El barómetro viene a reflejar que la inversión directa española no se ha visto afectada por el Brexit. Antes al contrario, muchas empresas españolas no solo están expandiéndose en Reino Unido, sino que siguen viendo el mercado británico como prioritario. Frente a posiciones alarmistas e interesadas, la realidad es tozuda: el Reino Unido es el segundo destino de la inversión española en el exterior, un poquito por detrás de EEUU”, asegura a El Confidencial Eduardo Barrachina, presidente de la Cámara de Comercio.

Con todo, asegura que el reto más importante ahora es “adaptarse al nuevo régimen migratorio que impide contratar trabajadores comunitarios no residentes con la misma facilidad que antes”. “Traer empleados de España a Londres es ahora un proceso mucho más largo y burocrático”, matiza.

En el último momento —literalmente, el 24 de diciembre, a tan solo siete días de que terminara el periodo de transición— Londres y Bruselas consiguieron cerrar un acuerdo de libre comercio que evitara cuotas y aranceles.

“Las fricciones y reajustes se darán en las exportaciones, que es donde tenemos que fijarnos, especialmente a partir del 1 de enero de 2022, cuando el Reino Unido tiene previsto aplicar todo su régimen aduanero, que incluye declaraciones aduaneras, certificados, etc. La gran tarea es asegurarnos de que los exportadores españoles, sobre todo las pymes, se adapten con facilidad al nuevo régimen”, apunta Barrachina.

Pero eso es contando con que el Reino Unido y la UE no terminen enzarzados en una guerra comercial para finales de año por las tensiones con el Protocolo de Irlanda, escenario más que factible a día de hoy.

Foto: Maros Sefcovic, vicepresidente de la Comisión Europea, durante la rueda de prensa posterior a su encuentro con Frost. (EFE/Mayo)

Downing Street se niega ahora a cumplir con el protocolo —parte clave del acuerdo del Brexit— por todos los problemas de abastecimiento y tensiones políticas con los unionistas que están creando los nuevos controles aduaneros en la provincia británica de Irlanda del Norte que, tras el divorcio, ha quedado con un estatus diferente al resto del Reino Unido.

La UE está dispuesta a eliminar hasta el 80% de los controles sanitarios y fitosanitarios a que son sometidas las mercancías que transitan de Gran Bretaña a Irlanda del Norte, con el objetivo de facilitar la implementación del citado protocolo, así como reducir a la mitad la burocracia arancelaria.

Pero para el Gobierno de Johnson eso no es suficiente, por lo que, si la situación no mejora, está dispuesto a activar el artículo 16, que permitiría la suspensión de manera unilateral de algunas partes del citado protocolo.

Foto: Barco británico detenido en Francia. (Reuters)

Por otra parte, está la disputa pesquera que Londres mantiene con París, que también amenaza con interrumpir la relación comercial en el Canal de la Mancha en un momento especialmente crítico por la crisis del gas y los problemas de suministro por la falta de mano de obra. En última instancia, todos los pescadores comunitarios que faenan en aguas británicas podrían verse afectados.

Con todo, pese a las tensiones políticas, según el barómetro realizado por la Cámara de Comercio, las expectativas de las empresas españolas implantadas en el Reino Unido apuntan a una mejora de su actividad en 2022, tanto en términos de facturación como de empleo.

Además, el 42% de ellas aumentará sus inversiones en el mercado británico el próximo año, y estarán muy repartidas sectorialmente, aunque concentradas en un 34% en Londres y su área metropolitana.

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A pesar de que las empresas españolas en el Reino Unido notan una mejora de la estabilidad institucional por tercer año consecutivo, las relaciones con la Administración pública siguen siendo el ámbito peor valorado del clima de negocios británico en 2021. Una de cada tres empresas españolas percibe un cierto grado de inestabilidad regulatoria, una elevada presión fiscal y demanda más apoyo del Gobierno británico en materia de información sobre nuevos procedimientos tras el acuerdo comercial cerrado el año pasado.

Respecto a la pandemia, la evolución de la crisis sanitaria ha marcado el paso de la coyuntura macroeconómica tanto en el Reino Unido como en España a lo largo de este último año y medio. Tras el buen dinamismo de la actividad económica observado durante el segundo trimestre de 2021, se espera que el crecimiento económico se consolide a medida que se terminan de disipar los riesgos e incertidumbres relacionados con el coronavirus. El 40% de las empresas encuestadas considera que la asistencia proporcionada por el Gobierno británico durante el covid-19 ha sido buena o aceptable.

Otros riesgos, no obstante, han aflorado recientemente, relacionados con los cuellos de botella en las cadenas de suministros y el encarecimiento de las materias primas, que pueden suponer una ligera ralentización en la segunda mitad del año, si bien este cerrará con un crecimiento positivo generalizado.

A pesar de la pandemia y las consecuencias del Brexit, el 91% de las empresas presentes en el Reino Unido considera que el mercado británico seguirá siendo estratégico. El 54% cree que el clima de negocios tras la salida del país de la UE es aceptable o bueno, 20 puntos más que el año pasado. No obstante, ha empeorado la percepción sobre el mercado de trabajo y alrededor de un cuarto de las compañías no encuentra los perfiles que necesita. La crisis por falta de mano de obra golpea tanto a Europa como a Estados Unidos. Pero la nueva normativa migratoria impuesta por el Gobierno de Boris Johnson agudiza en este caso la situación.

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