Así pueden mejorar sus procesos de compra las empresas españolas

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Así pueden mejorar sus procesos de compra las empresas españolas

El mundo entero, pero muy especialmente el sector industrial, se enfrenta a una incertidumbre creciente: los fallos en las cadenas de suministro, que a muchos les hacen ya pensar en un posible desabastecimiento en los próximos meses. Los datos hablan por sí solos: según un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI), la disrupción en las cadenas de suministro no para de crecer. Las consecuencias de la pandemia, que todavía persisten, han llevado al desabastecimiento de algunos productos, lo que, en un sistema global altamente conectado, ha generado una especie de ‘tormenta perfecta’ que está poniendo en riesgo las cadenas de suministro a nivel mundial.

¿Y qué pasa cuando ocurren estos desajustes? Que los precios, inevitablemente, suben. Algo que, teniendo en cuenta la estrategia habitual de las funciones de compras de las compañías españolas, pone de manifiesto un riesgo importante, según afirma Leandro Real, associate director en Turnaround, Transformation & Working Capital de KPMG en España: "Las empresas siguen poniendo demasiado foco en el precio y muy poco foco en el valor. Si pensamos a largo plazo, no es un camino aconsejable. Una de las lecciones que hemos aprendido de la pandemia es que, si las relaciones que tenemos con proveedores se basan exclusivamente en el precio, al primer estrés comercial el precio subirá o incluso terminará en una subasta".

Es entonces donde entra una diferenciación que, en su opinión es esencial: la existente entre el departamento de compras de una empresa y el de ‘procurement’. “Los dos tienen un objetivo en común, que es la adquisición de los bienes y servicios que necesita la compañía”, aclara, pero “el departamento de compras pone el foco exclusivamente en el precio”, mientras que “el de ‘procurement’ pone el foco en el valor”, teniendo una vinculación mayor a la estrategia y otras variables que pone en el mismo nivel de relevancia: el coste logístico, poder desarrollar una estrategia común con el proveedor, los costes indirectos, la huella de carbono, la circularidad que pueda tener el producto, etc.”.

Cómo hacer más eficiente la función de compras

Los departamentos de compras, por tanto, deben comenzar a integrar la estrategia a medio y largo plazo de las compañías, transformándose en ‘Departamentos de procurement’, si bien es cierto que, de cara a la toma de decisiones, esto implica tener que evaluar más factores. Si la decisión de optar entre un proveedor u otro va más allá del precio, ¿cómo se puede tomar la decisión sin temor a equivocarse o a ser demasiado subjetivos? Esa es la pregunta a la que da respuesta Procurement Turnaround, un servicio de KPMG que “acompaña a las empresas en su proceso de transición desde compras a ‘procurement’, de forma que se haga ordenado y sostenible en el tiempo”.

Para ello, la firma de servicios profesionales considera clave abordar esta transformación en un proceso que se divide en tres fases:

1.- Análisis de la situación actual

Comprar no debe ser únicamente buscar el mejor precio, sino trenzar una relación estratégica con los proveedores. Para conseguirlo, “revisamos los procesos actuales de las empresas, recomendamos prescindir de aquellos que estén obsoletos, proponemos mejoras y ponemos a disposición de las compañías las herramientas adecuadas para mejorar la fluidez de los procesos de compra”, afirma Real.

2.- Optimización del mapa de proveedores

En este punto del proceso, el equipo de KPMG analiza a todos los proveedores de la compañía y los clasifica: “Realizamos un análisis de las distintas categorías de compra y, poniendo el foco en la estrategia a largo plazo, advertimos posibles problemas de abastecimiento, costes y de circularidad, así como potenciales sinergias. De este modo, cuando la empresa necesite un proveedor, solo recurrirá a los que mejor se adecuan a su objetivo”, explica Real.

3.- Transformación de la función de compras

A la hora de implementar este cambio en la función de compras, la tecnología juega un papel esencial. Sin embargo, “aunque la mayoría de las empresas están digitalizando su función de compras, no están llevando a cabo una verdadera transformación de dicha función”, asegura Ana Peñuela, socia de Technology Enablement de KPMG en España, quien añade que, “para hablar de transformación, es necesario que, además del uso de la tecnología, se redefina el modelo de negocio, se piense y actúe de manera diferente para que el cambio perdure en el tiempo”. En este sentido, “la tecnología no es un fin, sino el medio que permitirá eficientar los procesos de compras, tener los procesos más integrados, acceder a una información en tiempo real, etc.”, destaca.

“Desde las áreas de tecnología de KPMG, ayudamos a nuestros clientes en la evaluación y selección de las herramientas de mercado que mejor se adapten a sus necesidades, acompañándoles también durante la ejecución de la implantación y evolución, para garantizar el éxito desde el punto de vista funcional, técnico y de gestión del cambio”, señala Ana Peñuela.

"Para hablar de transformación es necesario que, además del uso de la tecnología, se redefina el modelo de negocio"

Así, las compañías que integren esta transformación en sus funciones de compras “verán optimizados sus procesos de compras desde un punto de vista operativo y de negocio, experimentarán una mejora en el tratamiento y gestión de los proveedores y, por último, verán digitalizados ambos procesos mediante la implementación de herramientas que mejor se adapten a sus necesidades”, comenta Peñuela.

En este sentido, para Leandro Real, Procurement Turnaround supone una ventaja añadida para las empresas, ya que acomete “una transformación de la función de compras que la hará más estratégica, mejorará su eficacia en la gestión del gasto y dispondrá de una mayor eficiencia operativa, de más agilidad en la toma de decisiones y de un mayor control sobre los riesgos”. Todo sea, en definitiva, para que las compañías hagan sus compras con criterios que vayan más allá del precio y en ningún caso se vean afectadas por variables vinculadas al mejor o peor funcionamiento de la cadena de suministro u otros factores del mercado.

¿Está optimizada la función de compras de tu empresa?

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