Orient Hontai pacta con Roures para salvar Mediapro e inyecta 150 millones de urgencia

Los accionistas de Mediapro han llegado a un acuerdo para sacar del impago a la productora audiovisual dirigida por Jaume Roures y Tatxo Benet. Según aseguran fuentes próximas a las negociaciones, Orient Hontai, dueño del 54% del capital, los dos fundadores y la multinacional británica WPP tienen ya un pacto para reestructurar la compañía, que supondrá un cambio total de la propiedad. El fondo chino se quedará finalmente con el 76% del grupo a cambio de inyectar 620 millones de euros, mientras que el equipo de gestores y la sociedad inglesa retendrán el 24% frente al 44% actual.

La operación, que ya tiene el visto bueno de las tres partes, consiste en una inyección inmediata de 150 millones en forma de deuda subordinada. Posteriormente, Mediapro convocará una junta extraordinaria para aprobar una ampliación de capital por la que Orient Hontai, de la mano de Hao Tang, un inversor sobre el que los acreedores tienen dudas de su idoneidad, aportará 470 millones adicionales. Roures, Benet y WPP, que actualmente controlan el 44% del capital, han dado su visto bueno a esta estructura, por lo que se comprometen a apoyarla en la junta.

TE PUEDE INTERESAR

Mediapro: Roures pacta con otro socio chino investigado por los acreedores

Agustín Marco

El resultado de esta inyección de dinero fresco es que Orient Hontai, que pagó 1.019 millones en la primavera de 2018 para tomar su 54% actual, se quedará con el 76% de Mediapro, que lleva en impago desde el pasado 30 de junio. La productora audiovisual, que tiene una plantilla de 7.000 empleados, no pudo hacer frente al vencimiento de una parte de su deuda, por lo que entró en lo que se denomina técnicamente ‘default’. La sociedad tiene en descubierto unos 90 millones de euros y el próximo mes de diciembre debe abonar otra cuota de unos 60 millones. En total, unos 150 millones que Orient Hontai quiere cubrir de forma inmediata con la concesión de un préstamo por ese importe, ya que la ejecución de la ampliación de capital llevará varios meses.

Esta nueva ecuación es una pequeña victoria para Roures y Tatxo, ya que inicialmente Orient Hontai iba a controlar el 85% del capital, mientras que el resto de accionistas apenas retendría el 15%. En el caso de los dos fundadores, dueños cada uno del 12% del capital, iban a quedarse con apenas el 4% cada uno, lo que equivalía a una dilución de dos terceras partes. El nuevo pacto, que les supone perder algo menos del 50% que tienen actualmente, les permite llegar a más del 30% si Mediapro consigue recuperar ciertos indicadores precovid, como el beneficio operativo o ebitda.

Roures y Tatxo se han comprometido a seguir al frente de la gestión, aunque el acuerdo necesita del visto bueno de los acreedores

Roures y Tatxo se han comprometido a seguir al frente de la gestión, aunque el acuerdo con el fondo asiático necesita, no obstante, del visto bueno de los acreedores. Especialmente de Invesco y Searchlight, que en los últimos meses habían adquirido en el mercado secundario cerca de la mitad de los 900 millones que debe Mediapro. Estos dos fondos, que compraron el pasivo con un descuento próximo al 30% del nominal, habían propuesto inyectar hasta 500 millones (inicialmente, 330 millones) mediante la conversión de esa deuda en acciones y un desembolso de dinero fresco, a cambio de quedarse con la mayoría del capital.

Tanto Invesco como Searchlight se han opuesto hasta el momento al pacto entre los accionistas y los gestores, al considerar que Orient Hontai no mostraba los avales que garantizaban los 620 millones prometidos. Pero, a sabiendas de que entre la propuesta de un accionista y un acreedor, el primero siempre tiene ventaja, ambos están por la labor de facilitar la solución a la viabilidad de Mediapro. Su única condición es que el fondo chino deposite en una cuenta 'escrow' las garantías de esa liquidez que se aportará por fases.

TE PUEDE INTERESAR

China se quedará con el 85% de Mediapro y lamina la participación de Roures y Benet

Agustín Marco

La delicada situación de Mediapro, que está siendo asesorada por Rothschild, ha tenido reflejo en su nivel de solvencia. Moody's le rebajó el 'rating' a Caa1, desde Caa2, por la alta probabilidad de incumplimiento, en lo que se conoce como bono basura. “La rebaja es consecuencia de los impagos y refleja nuestra previsión de que una reestructuración de la deuda es casi inevitable, mientras que las tasas de recuperación son más bajas de lo anticipado inicialmente”, aseguró la agencia de calificación. Por su parte, Fitch hizo lo propio con la calificación crediticia desde CC.

La parte positiva es que la compañía ha recuperado su actividad tras los peores meses de la pandemia y en el primer semestre del año alcanzó un ebitda de 115 millones, casi todo el proyectado para 2021. Su facturación creció un 68%, hasta los 669 millones. Pero aun así, el beneficio operativo estará muy lejos de los 224 millones alcanzados en 2019, el último ejercicio previo a la pandemia, que se tradujo en unas pérdidas de 260 millones.