El 'boom' de autoconsumo se frena por el retraso de las CCAA en repartir los fondos europeos

El autoconsumo eléctrico vive una fuerte expansión en España. La reducción de costes de las placas fotovoltaicas y termosolares ha provocado que muchas empresas y particulares opten por producir energía en su propio tejado para tratar de rebajar su factura, precisamente ahora que la electricidad está en niveles récord.

Sin embargo, el anuncio en el BOE del 30 de junio de que dichos proyectos podrían ser subvencionados con los fondos Next Generation EU ha provocado que muchos planes de instalación se paralicen a la espera de recibir el maná europeo, según advierten fuentes sectoriales y confirman fuentes empresariales.

El motivo del retraso en la llegada de dichos fondos está en las comunidades autónomas. Todas, a excepción de Baleares, han incumplido los plazos establecidos, ya que las regiones deberían tener listas las convocatorias para entregar los fondos UE el pasado 30 de septiembre. Según datos recopilados por la asociación UNEF, a finales de noviembre aún había regiones como Cataluña, Extremadura, Castilla-La Mancha, Asturias, Cantabria y La Rioja que no habían puesto fecha para activar dichos fondos.

Castilla y León tiene prevista la apertura de la convocatoria el 17 de enero de 2022, Aragón hará lo propio el 13 de diciembre y Andalucía puso en marcha el plan de ayudas este jueves, 2 de diciembre. Madrid, País Vasco, Navarra, Valencia y Murcia activaron la convocatoria en noviembre y solo Galicia y Canarias hicieron lo propio en octubre.

El Gobierno ha decidido asignar alrededor de 660 millones de euros en fondos Next Generation EU que, si se cumplen determinadas condiciones, son ampliables a otros 660 millones siempre que lo soliciten las CCAA. Dichas subvenciones a fondo perdido van dirigidas tanto a fotovoltaico (producción de electricidad) y almacenamiento con baterías como a solar térmica (para calentar agua).

El problema se está dando en el autoconsumo industrial, explica una de las empresas punteras en instalación de autoconsumo en España, ya que en el residencial se pueden tener en cuenta las ayudas desde julio, pese a que aún no se haya abierto la convocatoria. No obstante, la mayor parte de fondos están centrados en industrial. "Tenemos muchas empresas con las que hemos cerrado proyectos de autoconsumo, pero están parados hasta que las CCAA aprueben la concesión de los fondos europeos", señala una empresa.

En cualquier caso, en el sector creen que estamos ante una situación coyuntural y que los fondos europeos dinamizarán el sector cuando lleguen las ayudas, lo que añadirá inversión al crecimiento previsto antes de la concesión de los eurofondos. El director general de UNEF, José Donoso, explica que "la previsión es que se instalen 3.500 MW en los próximos dos años con más de 100.000 proyectos, lo que supone un fuerte aumento con respecto a la situación actual. En 2020 se cerró un año récord con 596 MW instalados (459 MW en 2019), y para este año se estima que se acabará en 1.000 MW más, aunque hasta cerrar el año no habrá datos definitivos".

Cataluña, Extremadura, Castilla-La Mancha, Asturias, Cantabria y La Rioja no han puesto fecha para activar la convocatoria de las ayudas

Al calor del 'boom' del autoconsumo, para el que el actual Gobierno eliminó diversas trabas, han llegado muchas empresas y fondos, además de entrar en el negocio las grandes eléctricas —reticentes en un inicio— y las petroleras. El gigante canadiense Brookfield ha comprado parte de Powen. Firmas como Ikea, MediaMarkt o Leroy Merlin se han lanzado a la venta de placas. Otras empresas como la estadounidense Neton Power ha desembarcado en España tras fichar a ejecutivos de KPMG o Naturgy. Y empresas como Holaluz están haciendo del autoconsumo su punta de lanza de negocio.

Sin embargo, el fuerte crecimiento del autoconsumo de principios de este año, con tasas de expansión de más del 90% con respecto a 2020, se paralizó a mediados de años tras anunciarse la concesión de subvenciones, y el retraso burocrático en las comunidades autónomas, muchas de las cuales no están dimensionadas para asumir la gestión de las ayudas, demora parte de las inversiones.

El retraso es especialmente dañino en este contexto de crisis energética, ya que actualmente el autoconsumo es más capaz que nunca de generar ahorros en la factura de los consumidores. Desde abril, el mercado eléctrico está en niveles récord. Durante el otoño, los precios son entre cuatro y cinco veces superiores a lo que venía siendo habitual. Precisamente el autoconsumo, que además en muchos casos goza de bonificaciones fiscales como rebajas en el IBI (dependiendo del ayuntamiento), logra evitar tener que acudir al mercado mayorista, al menos para una parte del consumo de empresas y particulares.

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El sector no es el único que está viendo cómo la llegada de los fondos europeos se está retrasando. Grandes empresas como Airbus o Endesa han criticado los retrasos en la concesión de las ayudas y basan en esta circunstancia la menor inversión que prevén desplegar.

BBVA Research bajó su previsión de crecimiento para 2022 en un 1,3% tras destacar el retraso de los fondos europeos como la razón más importante. De los 27.000 millones que se preveían ejecutar en 2021, por ahora solo ha llegado un tercio, 9.000 millones, pero según la AIReF solo podrá gastarse un 40% de lo previsto en el año y, de acuerdo a los datos de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), hasta agosto solo se habían ejecutado 104 millones. CaixaBank Research también ha alertado recientemente del retraso en los fondos europeos y su impacto en el PIB, que por ahora el Gobierno no ha revisado.