Las reclamaciones a Renfe por cancelar trenes se disparan hasta más del 400% desde 2018

El Gobierno advierte un aumento constante de miles de reclamaciones de viajeros a Renfe para varios de sus servicios más demandados como Cercanías, Avant y Media Distancia. Según detalla, los usuarios de transporte ferroviario ponen cada vez más quejas por la supresión de trenes desde 2018, año en que el Ejecutivo de Pedro Sánchez cambió al presidente del operador estatal de ferrocarril.

En una respuesta oficial enviada al Senado y centrada en el periodo 2018-2021, el Gobierno advierte que el porcentaje de reclamaciones por viajero por cancelaciones de trenes es del 0,024 ahora para trenes Avant y Media Distancia cuando en 2018 era de 0,006, lo que supone cuadruplicar el número de quejas. De unas 600 reclamaciones se habría pasado a alrededor de 2.400 para un número similar de viajeros, según se desprende de la información oficial.

También han aumentado cada año las reclamaciones por cancelaciones de trenes Cercanías, los más utilizados con diferencia del resto de servicios ferroviarios en España. El Gobierno informa de que, de un 0,009 por ciento de reclamaciones por viajero en 2018, se ha pasado a más del 0,013, lo que representa en empeoramiento de esta ratio del 66% (de 45.000 a unas 65.000 reclamaciones para un número de viajeros constante).

La tendencia, además, ha ido empeorando paulatinamente año tras años (ver tabla). Siendo 2018 el que mejores ratios ofrecía y lo que va de 2021 —hasta septiembre— el peor. A su llegada a la Moncloa, Pedro Sánchez decidió prescindir de Juan Alfaro como presidente de Renfe en 2018 y nombrar a Isaías Táboas, quien fuera secretario de Estado de Transporte con Zapatero y previamente mano derecha del exministro de Industria José Montilla. Alfaro, por su parte, fichó por Deloitte tras salir de Renfe.

La respuesta del Gobierno parte de la preocupación del senador de Compromís Carles Mulet, que preguntó sobre los retrasos que sufrían los trenes regionales en la Comunidad Valenciana, ya que, según explica, dicha información no está publicada. También en el Cercanías valenciano las reclamaciones de los usuarios por los retrasos han ido a peor, siendo ahora las reclamaciones por viajero de un 0,11% cuando en 2018 eran del 0,06%.

Durante este periodo, los trenes de Renfe, al igual que el resto de servicios de transporte, ha sufrido un fuerte impacto por la pandemia del covid-19, que obligó a replantear la operativa ante las restricciones impuestas a la población.

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A las quejas anteriores, hay que sumar que en 2021 se han producido diversas huelgas de maquinistas que han obligado durante este ejercicio a suspender miles de trenes y devoluciones masivas del importe de los billetes. La propia Renfe se quejaba en octubre del incumplimiento de servicios mínimos por las huelgas, situación que calificó de "injustificada". No obstante, estos paros habrían de sumarse a la estadística anterior, ya que se produjeron en otoño y los datos ofrecidos por el Gobierno llegan hasta septiembre.

El aumento de las quejas por la supresión de trenes de Renfe se produce en plena liberalización del sector. Desde este año, por las infraestructuras ferroviarias nacionales que gestiona Adif ya pueden circular otros operadores. Sin embargo, dicha apertura a la competencia solo se da para el desplazamiento de larga distancia y alta velocidad, no para los Cercanías y Media Distancia, cuyas ratios han ido empeorando. En los últimos años, la política ferroviaria se ha centrado en la promoción de la alta velocidad, lo que ha motivado la queja de diversos lugares donde no llega el AVE, que consideran que se está deteriorando cada vez más los trenes regionales.