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Botín vs. Torres, dos estilos y dos estrategias contrapuestas en Santander y BBVA
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Botín vs. Torres, dos estilos y dos estrategias contrapuestas en Santander y BBVA

El estilo de las dos grandes entidades se ha alejado en los últimos tiempos. Santander reniega de la estrategia de BBVA de vender en EEUU y devolver capital a los accionistas

Foto: La presidenta del Banco Santander y el presidente de BBVA. (EFE)
La presidenta del Banco Santander y el presidente de BBVA. (EFE)
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Algo ha cambiado en la banca española. Durante décadas, la carrera por ser el mayor banco y el más rentable ha protagonizado la relación entre Santander y BBVA, que durante la época de Emilio Botín y Francisco González (FG) hizo que saltaran chispas con frecuencia. Esta disputa se ha difuminado en la actualidad, con dos presidentes, Ana Botín y Carlos Torres, que parecen haber tomado caminos distintos que hacen que los roces sean cada vez más esporádicos.

El último se produjo esta semana y fue unidireccional. La presidenta de Santander lanzó un 'misil' teledirigido a la línea de flotación de BBVA: "A diferencia de otros bancos, nosotros crecemos, podíamos escoger dar más dividendo a los accionistas, pero no queremos cortar el crecimiento. Hay que buscar un equilibrio, dar resultados a futuro con darlos hoy. Si no tuviéramos alternativas como otros bancos en Europa, daríamos más dividendo".

Foto: Ana Botín, presidenta del Santander, junto al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. (EFE)

Estas palabras llegan en un momento en el que BBVA ha desplegado una recompra de acciones de 3.500 millones tras la venta de uno de sus principales negocios, en EEUU, y ha elevado su 'pay out' en efectivo (porcentaje del beneficio que se distribuye al accionista) hasta el 44%, por encima del 40% de Santander que incluye tanto recompras como pagos en efectivo.

De ahí el mensaje que lanzó Botín, con unas palabras que a buen seguro no hubieran dejado indiferente a FG. Torres prefirió sortear la cuestión con una respuesta políticamente correcta: "Nosotros tenemos un camino de crecimiento muy claro: invertir el capital rentablemente en nuestras filiales [...] vamos a seguir generando capital y tiene sentido compatibilizar el crecimiento con devolver dinero al accionista".

Se está confrontando de este modo dos estilos de gestión cada vez más diferenciados. Tras siete años y medio en la presidencia de Santander, Botín ha consolidado al banco cántabro como el primero de España por activos —1,6 billones— y capitalización —56.000 millones—, lo que le ha valido para convertirse en la presidenta de la Federación Europea de Banca. Durante estos años, la banquera cerró la compra de Popular, la del negocio de Citi en Argentina y ha resuelto el gran obstáculo con el que se encontró, el capital, que en este periodo ha pasado del 9,7% al 12% tras dos ampliaciones de capital de 7.000 millones.

El gran punto débil de Botín es la bolsa. Desde que llegó al cargo, la acción de Santander cae un 40% (incluyendo dividendos). En la entidad española no dan con la tecla que le permita recuperar los niveles de capitalización con los que Botín cogió el timón, de entre 90.000 y 100.000 millones.

En el sector achacan esta situación todavía al capital, ya que a pesar de haber llegado al 12% Santander todavía está muy por debajo de otros comparables europeos. También le ha penalizado el Brexit, los problemas regulatorios en Estados Unidos y los bajos tipos en Europa.

La jugada de Torres

El caso del presidente de BBVA es opuesto. La bolsa le avala, con una subida del 39% desde que llegó al cargo en enero de 2019. Aun así, lo que está en cuestión es su estrategia de 'achatarrar' el banco con ventas de negocios como el de EEUU, Paraguay y Chile y la apuesta en su lugar por crecer en Turquía, donde tiene en marcha una opa (oferta pública de adquisición) por el 50% que no controla de su filial Garanti.

El golpe de efecto de Torres fue la venta de EEUU, anunciada en noviembre de 2020. Hasta entonces, la cotización de BBVA iba casi en paralelo a la de Santander. Pero el banco vasco logró un cheque que sorprendió al mercado de casi 10.000 millones de euros. Tras las negociaciones fallidas con Sabadell, el consejo que lidera Torres decidió que lo mejor que podía hacer con ese dinero es devolvérselo a los accionistas. Desde entonces se produjo un idilio entre los inversores y BBVA que ha durado hasta que en noviembre del año pasado el banco anunció su apuesta por Turquía y su nuevo plan estratégico.

placeholder Margarita Delgado, junto a Carlos Torres (i), y a José Antonio Álvarez (d). (J.J. Guillén/EFE)
Margarita Delgado, junto a Carlos Torres (i), y a José Antonio Álvarez (d). (J.J. Guillén/EFE)

Un banquero de primer nivel consultado por este medio explica que BBVA ha leído bien una lógica que está aplicando el mercado: "La banca europea no cubre su coste de capital. En este contexto, para las entidades es más rentable recomprar sus acciones que invertir en nuevos negocios. La cosa cambia si suben tipos como parece, entonces lo ideal será tener muchos activos que rentabilizar".

De ser así, Santander llega a esta nueva carrera con casi tres veces el balance de BBVA y mientras estudia la posible adquisición de Banamex, que le convertiría en la primera entidad de México, el mercado donde el banco vasco obtiene casi la mitad de su beneficio.

Por su parte, Torres parece haber descartado las fusiones tradicionales como la que estudió con Sabadell hace un año y medio, que le hubiera permitido quedarse la entidad catalana por la mitad de lo que vale hoy y haber entrado en uno de los principales mercados de Santander: Reino Unido. En su lugar, "vemos un camino de crecimiento que estaría a caballo entre lo orgánico y lo inorgánico de algún modo, que sería invertir en mercados donde no estamos a través de competidores digitales", explicó el presidente de BBVA el pasado jueves. Alguna de estas inversiones, como Coinbase, ya ha dado alegrías a la entidad.

Casos judiciales

Más allá de los números, el estilo de gestión de estos banqueros españoles también tiene poco que ver. Desde que Botín llegó a la presidencia de Santander ha cambiado prácticamente todo el consejo de la entidad y ha ajustado la primera línea directiva con directivos de su confianza. Por su parte, Torres sigue con gran parte del consejo que dejó FG y ha cedido parte del control del comité de dirección al consejero delegado, Onur Genç.

En lo que ambos coinciden es en compartir los dolores de cabeza judiciales: Botín por el fichaje frustrado del italiano Andrea Orcel, una de sus espinas clavadas que podría costar al banco 51 millones —sentencia recurrida— y Torres con el caso Villarejo, que aunque todavía no le ha llevado a la Audiencia sí ha provocado que se cuestione su estrategia desde la Audiencia, la Fiscalía Anticorrupción y el Banco Central Europeo (BCE).

Como señaló el presidente de BBVA en su última presentación, la estrategia hay que valorarla con luces largas. El tiempo dirá qué estilo de gestión triunfa entre los dos grandes bancos internacionales, a los que en España ya está empezando a eclipsar CaixaBank.

Algo ha cambiado en la banca española. Durante décadas, la carrera por ser el mayor banco y el más rentable ha protagonizado la relación entre Santander y BBVA, que durante la época de Emilio Botín y Francisco González (FG) hizo que saltaran chispas con frecuencia. Esta disputa se ha difuminado en la actualidad, con dos presidentes, Ana Botín y Carlos Torres, que parecen haber tomado caminos distintos que hacen que los roces sean cada vez más esporádicos.

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