La LVP recupera los niveles de facturación prepandemia y busca 'title sponsor’ para la Superliga

La Liga de Videojuegos Profesional (LVP), máximo organismo en la gestión de competiciones de eSports, cerró 2021 en niveles prepandemia y espera seguir creciendo durante este año, según ha explicado a El Confidencial y 2Playbook su consejero delegado, Jordi Soler. Aunque no se han precisado cifras, la LVP rozó los 10 millones en facturación en 2019, según las últimas cuentas publicadas en el Registro Mercantil. “Pese a que el primer año de pandemia fue duro, conseguimos cerrar 2021 con datos mucho mejores. Este año, además, esperamos crecer en España, pero también en Latinoamérica”, ha matizado Soler. Hasta el momento, nuestro país es su principal mercado, pero la estrategia de internacionalización ya aporta dos tercios de facturación externa.

Las líneas de negocio de la LVP se dividen en tres ramas principales: la organización de ligas profesionales, proveer de servicios a marcas y, por último, facilitar servicios B2C al cliente final, donde se incluyen la organización de eventos físicos o virtuales a través de ArenaGG, que ya cuenta con tres millones de suscriptores. “Vamos a continuar gestionando desde Barcelona todas las producciones que realizamos en China y otros mercados donde no tenemos estructura, ya que queremos posicionar España como un puente entre continentes”, ha avanzado Soler. En este sentido, el responsable de la gestora ha explicado que “se trata de una oportunidad para ser enlace entre regiones: entre América y Asia van doce horas y nosotros estamos consolidados en ambos mercados”.

Precisamente, los últimos entornos que se han incorporado a la LVP han sido Centroamérica y Caribe, de la mano del ‘partner’ Riot Games, con el que la gestora tiene un acuerdo a tres años para organizar sus principales competiciones en España y Latinoamérica. Se trata de la primera vez que se firma un acuerdo a largo plazo entre ambas entidades, lo que “aporta estabilidad”, según el consejero delegado. Por otra parte, la LVP mantiene conversaciones para gestionar nuevos proyectos en Oriente Medio, el Sudeste Asiático y Europa. “Buscamos tanto ligas profesionales como otros activos, aunque será a medio plazo, porque aún hay que madurar las propuestas”, afirma Soler.

A la busca de un patrocinador para la Superliga de LOL

Una de las competiciones estrella que organiza la LVP es la conocida como Superliga del videojuego League of Legends (LOL) y que, hasta el año pasado, estaba esponsorizada por Orange, que aportaba más de un millón de euros anuales. “Encontrar un ‘title sponsor’ similar nos está costando”, ha admitido Soler, quien ha explicado que el motivo es que requiere una inversión “potente” que no todas las marcas pueden asumir. Por el contrario, sí parece estable el patrocinio de MediaMarkt e Intel para el torneo de Valorant, así como el de El Corte Inglés para la Segunda División. A estas aportaciones, se han sumado las procedentes del nuevo ‘pool’ de marcas a las que la LVP dio entrada el año pasado: Mahou, Cacaolat, Takis, Domino’s, Omen y KitKat. Gracias a estos patrocinadores, “no tenemos urgencia en encontrar un ‘title sponsor’ porque ya trabajamos con este modelo desde el año pasado, pero no significa que renunciemos a ello”, ha subrayado el ejecutivo. Con otras marcas como Imagin también se desarrollan otros proyectos para la escena amateur y aspiracional, como la serie de torneos a los que da nombre.

La principal palanca para captar un nuevo socio es la propia evolución de la liga y los clubes. “Estamos consolidando y haciendo crecer la audiencia”, ha destacado. Para aumentar el número de espectadores también ha sido clave que desde este año se permita el llamado ‘costreaming’, es decir, que los equipos puedan realizar emisiones en sus propios canales para monetizar, un acuerdo que forma parte del nuevo modelo de gestión y relación entre ambas partes. En cuanto a los costes operativos, decisiones como la eliminación de la liga de CS:GO y la creación de Valorant no supondrá un mayor gasto, según ha indicado la organización: “Evidentemente, no es lo mismo tener una liga que tres, pero el coste estructural de una liga nueva es menor al tener ya marcas garantizadas, ser del mismo ‘publisher’ y poder compartir costes entre ambas competiciones”, ha concluido Soler.