Las cinco razones de la agencia de calificación europea para descartar una crisis bancaria

¿Habrá una crisis bancaria? Esa es la gran pregunta que se hacen muchos inversores y a la que responderían que no los grandes responsables de las distintas entidades financieras. En esta ocasión ha sido Scope Group, la agencia de calificación europea, la que ha alejado los temores, puesto que ve probable que los grandes bancos sigan siendo reductos de relativa estabilidad en medio de la creciente crisis energética, la alta inflación y las amenazas de recesión. Por tanto, evitarían los dramáticos colapsos como los vividos en la última crisis financiera mundial.

Sam Theodore, consultor senior de Scope Group, señala que las tensiones se manifestarán en la banca europea en forma de mayores provisiones para las pérdidas de préstamos y líneas de negocio más problemáticas. "En este contexto, algunos bancos se comportarán mejor que otros, pero el segmento de los grandes seguirá estando a salvo de una crisis bancaria", esgrimiendo cinco razones por las que es poco probable que se produzca una nueva crisis bancaria.

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La primera tiene que ver con que, a diferencia de los bancos centrales, los gobiernos siguen apoyando a los hogares y las empresas. "Además de los paquetes de ayuda financiera, se están aplicando, o al menos contemplando otras medidas como la limitación de los precios de la energía. La Comisión Europea también está proponiendo topes de precios para todos los Estados y están decididos a no ceder al chantaje energético de Rusia -lo que supondría una situación de pérdida-, pero al mismo tiempo son conscientes de que las subidas insostenibles del coste de la vida provocarán cierta agitación social. En definitiva, los hogares y las empresas no quedarán abandonados a su suerte, por lo que es poco probable que se produzcan impagos a gran escala".

La fortaleza del sector financiero es otra de las razones debido, principalmente, a que los grandes bancos europeos han conservado unos sólidos niveles de liquidez y capital prudencial, que se mantuvieron durante la crisis pandémica. "Es importante destacar que los préstamos concedidos a hogares y empresas después de la gran crisis financiera se suscribieron con criterios mucho más seguros que los créditos previos, entre otras cosas debido a una nueva normativa más estricta. En consecuencia, el número y la cuantía de los préstamos de alto riesgo, que tendrían muchas más probabilidades de empeorar cuando aparezcan los problemas, serán mucho menos significativos que los de la generación anterior de créditos", sostiene Sam Theodore.

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A lo largo de la pandemia, los bancos consiguieron mantener e incluso mejorar sus beneficios, especialmente de los grandes grupos, más diversificados por actividad y geográficamente, lo que es otra fortaleza. "La subida de los tipos debería reforzar los márgenes de intermediación, que durante los últimos años se vieron afectados por niveles bajos y negativos. Esto significa que, salvo imprevistos, los grandes bancos europeos preservarán su capacidad de generación de capital interno y sus flujos de dividendos", esgrime el analista de Scope Group.

Los grandes bancos europeos son cada vez más similares, con estrategias de gestión y modelos de negocio que convergen hacia lo más seguro y sin riesgos. "Hace unos años, el único banco atípico de esta tendencia era el Deutsche Bank, que posteriormente ha conseguido reestructurar y reducir el riesgo de sus actividades y su balance", justifica. El único banco europeo que sobresale ahora dentro del grupo de grandes es Credit Suisse, concretamente su franquicia de banca de inversión. Los resultados de la exhaustiva revisión estratégica del grupo, llevada a cabo bajo la nueva dirección, se desvelarán con la publicación de los resultados del tercer trimestre.

"Por último, pero no por ello menos importante, los supervisores están decididos a tomar las riendas. Una normativa más estricta y una supervisión más eficaz, incluso por parte del BCE a través del Mecanismo Único de Supervisión, son un factor clave que conduce a un sector constantemente más fuerte". En los últimos años, los test de estrés han revelado que el sector sigue estando bien capitalizado y bien provisionado. Para ayudar al sector durante la pandemia, acordaron un cierto nivel de indulgencia para no desalentar la concesión de nuevos préstamos, "lo que terminó siendo un éxito y permitió que atravesara momentos de incertidumbre. No hay razón para creer que, ante la crisis energética y la inflación, los supervisores vayan a cambiar de táctica y ser excesivamente severos con sus bancos", concluye.