Los 10.000 millones de la línea ICO Ucrania se atascan a tres meses del final

Se atasca una de las medidas estrella del Gobierno al comienzo de la actual crisis de precios. Solo CaixaBank y Bankinter, entre los grandes bancos, han firmado de momento la línea ICO (Instituto de Crédito Oficial) de 10.000 millones que puso en marcha el Ejecutivo para ayudar a empresas con sobrecostes derivados de la guerra de Ucrania, según fuentes financieras consultadas por El Confidencial.

La medida fue anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a finales de marzo y se puso en marcha entre mayo y junio, cuando se obtuvo el visto bueno de la Comisión Europea a que se articularan estas líneas consideradas ayudas públicas.

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Sin embargo, tras medio año, son pocas las grandes entidades que han suscrito las líneas, debido en gran parte a su complejidad operativa y por la falta de demanda entre sus clientes, según las mismas fuentes. El plazo actual para distribuir estos avales expira el 31 de diciembre.

Junto a CaixaBank y Bankinter, fuentes próximas al ICO señalan que en el resto del sector se está estudiando suscribir las líneas, aunque no hay decisiones finales. BBVA podría ser una de las que se sumaran en los próximos días.

Mal 'timing' y diseño

Desde el ICO, explican también que hay unas 50 entidades que sí han firmado las líneas lanzadas por la guerra de Ucrania, entre las que figuran también Deutsche Bank y decenas de pequeñas cajas rurales. En cualquier caso, las fuentes consultadas sostienen que la demanda sigue siendo muy baja por el momento, ya que las pymes y grandes empresas tienen alternativas para financiarse más rápidas y a precios similares.

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De este modo, en el sector financiero consideran que la línea ICO Ucrania ha tenido un mal diseño y un mal 'timing'. Lo primero ha hecho que algunas entidades se mantengan al margen, por la complejidad informática de adaptar sus sistemas a estos avales. Ese mal momento para lanzar la medida, algo que el Gobierno no podía calcular de antemano, ha hecho que apenas haya demanda de este tipo de avales entre pymes y autónomos, ni siquiera por parte de los bancos, que con estas líneas transmiten al Estado la mayor parte del riesgo (el ICO asume hasta el 80% de las pérdidas).

Fuentes bancarias explican que podría haber habido mucha más demanda de estas líneas si hubiera una crisis de liquidez, como se temió en marzo de 2020 por el covid, o si resurgiera la inversión empresarial. "Las líneas ICO podrían ser útiles para empresas que necesiten financiación a largo plazo, ya que el aval abarata los créditos. Pero la realidad es que no estamos dando apenas préstamos para inversión", exponen desde uno de los mayores bancos.

Estas palabras se reflejan en las cifras de crédito empresarial de lo que va de 2022: los bancos prestaron a compañías 215.000 millones entre enero y julio, un 24% más que en el mismo periodo de 2021, pero casi todo por la necesidad cada vez mayor de liquidez para cubrir el circulante de las empresas.