Ocaso del empresario chino que pasó de vender electrónica a facturar 72 M en material sanitario

Chen Shouting supo moverse como pez en el agua durante la crisis sanitaria que asoló nuestro país. El empresario hizo buena la traducción de la palabra crisis, que en su país natal (China) significa oportunidad, y pensó que era el momento de darle una vuelta de tuerca a su empresa Innjoo Techonology SL. Así, decidió que la venta de aparatos electrónicos y tecnológicos no le reportaba el resultado esperado y optó, gracias a sus contactos y a su otra sociedad en el país asiático, a lanzarse a importar material sanitario que, en los peores momentos de la pandemia, era demandado con urgencia por las administraciones públicas.

Una estrategia que, a tenor de los contratos adjudicados, fue muy rentable para el empresario chino, pero que ahora está condenada al ostracismo en comparación con el estallido de la pandemia. El empresario ha optado por poner punto y final a su aventura empresarial en España y ha decidido declarar el concurso, de manera voluntaria, de su sociedad Innjoo Techonology SL. Lo hizo en el Juzgado de lo Mercantil número 17 de Madrid y, tras el auto firme, se nombró como administrador concursal a la firma Polarios Servicios Jurídicos SL. Así, la compañía se encuentra a un solo paso de su liquidación y disolución tras declarar ante el juez su estado de insolvencia.

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Todo empezó cuando Chen Shouting decidió pasar de ser un mayorista de aparatos electrodomésticos a uno de productos farmacéuticos, lo que le permitió abrir puertas con las administraciones públicas, al contar con los permisos necesarios para importar productos desde su otra sociedad en Hong Kong (China).

Así, comunidades autónomas, entidades locales o grandes empresas vieron en Chen Shouting una solución de urgencia a los problemas que azotaban el país, que tenía que importar gran cantidad de productos sanitarios. ¿El objetivo? Que no se agotaran las existencias, al no contar España con la producción necesaria para satisfacer la gran demanda de mascarillas quirúrgicas, FFP2, kits de diagnóstico rápido o guantes, entre otros.

En concreto, Innjoo Techonology se adjudicó como mínimo 23 contratos públicos por más de 50 millones de euros. El de mayor montante fue uno de los que firmó con la Generalitat de Cataluña, por casi 6,3 millones, para suministrar material sanitario de protección para el personal y los usuarios de residencias y/o centros y servicios de servicios sociales, para hacer frente al covid. Un megapedido que incluía 2,7 millones de guantes, 900.000 mascarillas quirúrgicas, 450.000 de tipo FPP2, 55.000 batas impermeables médicas reforzadas, 275.000 batas quirúrgicas y 8.000 gafas de protección.

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Contratos por materiales sanitarios que no solo firmó con la Generalitat de Cataluña. Chen Shouting también se adjudicó importes significativos con carácter de urgencia con Adif, el Servicio Canario de Salud, el Servicio de Salud de las Islas Baleares, la Presidencia del Organismo Público de Puertos del Estado, la Presidencia de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras y la Subdirección General de Gestión Económica y Patrimonial (dependiente del Ministerio de Interior).

Unos contratos que permitieron a Chen Shouting disparar su facturación hasta por encima de los 72 millones de euros y lograr un beneficio de 126.131 euros en 2020, año en que estalló la pandemia. Unas cifras que cayeron significativamente un ejercicio después, cuando obtuvo ventas por 6,7 millones y unas ganancias de 75.457 euros. Cuantías a las que habría que sumar su sueldo como administrador, que superó los 82.000 euros en 2021 y fue de 74.500 euros en 2020. No obstante, el gran problema fue su endeudamiento: los acreedores reclamaban 11,16 millones de euros, a los que se sumaba el casi medio millón que debía a los bancos.

Entre los clientes de Chen Shouting están la Generalitat, el Servicio Canario de Salud, Puertos del Estado o Adif

De hecho, y a medida que avanzaba la pandemia y la situación sanitaria era menos preocupante, sus mercancías le jugaron una mala pasada. El empresario tuvo que realizar distintas provisiones para cubrir el valor de los productos que mantenía en sus almacenes. En 2020, el montante fue muy significativo, al ascender a 8,1 millones, mientras que un año después fue de casi 1,9 millones. Así, y ante los problemas para recuperar su valor de compra, optó por donar todos los productos que no había podido comercializar durante la pandemia.

Unas compras que fueron, básicamente, realizadas a su matriz en Hong Kong. Durante el ejercicio 2021, realizó compras a la sociedad Innjoo Technology(HK) LTD SL por 4,71 millones de euros (56,26 millones en 2020) y que representan casi un 87% del total. Además, al cierre del ejercicio su empresa tenía con esta firma un saldo deudor de más de 6,3 millones.