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Un proceso que ya empezó mal: las razones de Orrantia para plantar a Naturgy
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CRISIS DE PODER EN LA GASISTA

Un proceso que ya empezó mal: las razones de Orrantia para plantar a Naturgy

La renuncia del banquero de Citi a la oferta para ser el consejero delegado de la gasista cuestiona el proceso de elección de un número dos y aflora las grietas entre Criteria Caixa, CVC y GIP

Foto: Junta de accionistas de Naturgy. (EFE/Sergio Pérez)
Junta de accionistas de Naturgy. (EFE/Sergio Pérez)
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Nacho Gutiérrez Orrantia, hasta ayer favorito para convertirse en el consejero delegado de Naturgy, cambió el lunes por la tarde su foto de perfil de WhatsApp. Se trataba de una señal. Como una celebrity que deja de seguir a su pareja en Instagram cuando rompen una relación o un futbolista que, justo antes de fichar por un gran club, le da un follow a su cuenta oficial de la red social. El reconocido ejecutivo de 50 años, jesuita de formación, del Athletic de Bilbao de corazón y jefe de banca de inversión de Citi para Europa, Oriente Medio y África, quitó una viñeta que tenía de Mafalda, la niña protagonista de la tira cómica, y la reemplazó por una imagen de la sede del banco en Londres.

Con este gesto tan corriente, pero tal vez extraño en círculos de las altas finanzas, Orrantia transmitió tácitamente a sus superiores que seguiría en el banco y que rechazaba la gran oferta para convertirse en el consejero delegado de Naturgy. Un cambio de foto a apenas 24 horas de que la compañía gasista celebrase un consejo de administración en el que se iba a debatir el nombramiento del número dos de Francisco Reynés, el presidente ejecutivo del grupo, cuyos accionistas principales querían limitar sus funciones apenas tres meses después de renovárselas en la última junta general del pasado mes de marzo.

Foto: El presidente de Naturgy, Francisco Reynés. (EFE/Sergio Pérez)

Según fuentes cercanas a Orrantia, el plantón a Naturgy y sus socios se explica porque, tras analizar con detalle la situación, no estaba cómodo con la lucha de poder entre Reynés y tres de sus mayores accionistas, los fondos de capital riesgo Global Infraestructure Partners (GIP), CVC Capital Partners e IFM, y entre estos tres gigantes del private equity, dueños del 54% del capital, y Criteria Caixa, propietaria del 27%. Unas divergencias que se pusieron de manifiesto desde que El Confidencial publicó en exclusiva el 29 de junio que se buscaba un CEO (chief executive officer) para Naturgy, 90 días después de que los principales accionistas dieran el visto bueno a que Reynés siguiera como único ejecutivo con todos los poderes en su mano.

Las versiones posteriores de quién proponía qué y a quién revelan, precisamente, las grandes diferencias internas en la compañía energética. Después de que el diario Cinco Días adelantase el 4 de julio el nombre de Orrantia, otros medios atribuyeron la iniciativa y elección del banquero de Citi al propio Reynés, que siempre mantendría el bastón de mando. Fuentes próximas a GIP y CVC , los dos sentados en la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Gobierno Corporativo, aseguraban que habían sido ellos los que habían planteado esta división de funciones para cumplir con las mejores prácticas de gobernanza, tal y como habían pedido los representantes de los minoritarios en la última junta.

Foto: El presidente de la Fundación La Caixa, Isidro Fainé. (EFE/Rodrigo Jiménez)

En un primer momento, Criteria Caixa daba por buena la argumentación de sus socios en el capital y decía estar de acuerdo con ellos. "Es el modelo que había antes", en referencia a cuando Isidro Fainé y Rafael Villaseca se repartían el poder hasta 2018, cuando se lo entregaron a Reynés. Hasta el punto de que Fainé, el presidente del holding, llamó en persona a Orrantia para que aceptase la oferta para ser el CEO de Naturgy. El financiero catalán conserva su autoridad sobre el universo corporativo español y cuando coge el teléfono, el interlocutor suele escuchar y asentir.

Según distintas fuentes, el conocimiento de esta llamada molestó realmente a Reynés, que se preguntó si este movimiento era una pérdida de confianza por parte de Fainé, el mismo que le aupó a la presidencia de Naturgy en febrero de 2018. Tensión que llegó a Orrantia, que se veía en medio de una lucha de poder que le auguraba un ambiente poco amistoso para iniciar una nueva etapa profesional.

Durante el pasado fin de semana, el banquero tuvo más de una conversación con Manolo Falcó, su gran jefe y amigo en Londres, que le hizo una propuesta para retenerle, como avanzó El Confidencial. Este le llegó a ofrecer su puesto con responsabilidad mundial, si eso fuese necesario para convencerle. Finalmente, Orrantia aceptó la contraoferta de Citi y comunicó a Fainé que se quedaba en su casa, que agradecía su ofrecimiento, pero que no veía nada claras las funciones y su área de responsabilidad dentro de Naturgy, además de entender que los intereses de unos y de otros no convergían. Dada su discreción habitual, todo el ruido mediático de los últimos 10 días tampoco le había gustado nada.

Orrantia aceptó la contraoferta de Citi y comunicó a Fainé que se quedaba en su casa

Por ello, en la mañana del lunes, Fainé ordenó mandar un comunicado de apenas tres líneas, sin membrete oficial, en el que recordaba a todos los implicados que La Caixa era el primer accionista de la gasista y que Reynés tenía todo su apoyo. Apenas unas horas después, Orrantia cambiaba su foto de perfil de la pequeña Mafalda. Con ese gesto, ponía punto y final a una operación que ha dejado tocados a todos los que han participado y no pasará a la historia como un ejemplo de buen gobierno corporativo para elegir al número dos de un peso pesado del Ibex 35 y puntal crítico del suministro de gas para el país.

El proceso comenzó con la búsqueda de CEO para un presidente al que, apenas tres meses atrás, se había renovado en el cargo por cuatro años. En este tipo de procesos, lo habitual suele ser contratar a un head hunter para seleccionar una terna de candidatos y, tras un exhaustivo y meticuloso análisis, fichar al mejor, bajo la batuta de la Comisión de Nombramientos. Pero en esta ocasión, Orrantia emergió rápidamente como la persona elegida.

Una designación que bendijo Fainé, presidente de honor del grupo, pero sin funciones ejecutivas, que llamó en persona al elegido para convencerle de las bondades del cargo. Una decisión que después se atribuyó Reynés, con lo que se mitigaba la idea de que se trataba de una decisión impuesta por GIP, CVC e IFM. De hecho, los tres fondos, después del mensaje de Criteria Caixa, se alinearon con el principal accionista y ensalzaron las virtudes del presidente al que querían —y aún quieren— limitar sus funciones. Lo de estas últimas semanas solo ha sido el final del principio.

Nacho Gutiérrez Orrantia, hasta ayer favorito para convertirse en el consejero delegado de Naturgy, cambió el lunes por la tarde su foto de perfil de WhatsApp. Se trataba de una señal. Como una celebrity que deja de seguir a su pareja en Instagram cuando rompen una relación o un futbolista que, justo antes de fichar por un gran club, le da un follow a su cuenta oficial de la red social. El reconocido ejecutivo de 50 años, jesuita de formación, del Athletic de Bilbao de corazón y jefe de banca de inversión de Citi para Europa, Oriente Medio y África, quitó una viñeta que tenía de Mafalda, la niña protagonista de la tira cómica, y la reemplazó por una imagen de la sede del banco en Londres.

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