Familias y empresas retiran 23.000 M en depósitos por la cuesta de enero y la menor rentabilidad

La cuesta de enero hace mella en las finanzas de las familias y las empresas, y en la liquidez en el balance de las entidades financieras. Los bancos españoles vieron salir 23.000 millones en depósitos durante el primer mes del año, un 1,8% de los que tenían a finales de 2023.

Se trata de una de las mayores fugas mensuales de la historia, solo por detrás de la del pasado mes de enero de 2023, según los registros consultados por este medio. Entonces, las familias y empresas retiraron más de 33.000 millones, un 2,5% de sus depósitos.

Fuentes financieras consultadas por este medio descartan cualquier alarma en estas cifras, que se debe más a movimientos cíclicos. De este modo, tras la extra de diciembre, los gastos de las familias se disparan en enero, lo que impacta de lleno en su dinero en cuenta. De los 23.000 millones, unos 8.500 millones fueron retirados por los hogares.

En el caso de las empresas, la fuga fue de 15.000 millones. Desde las entidades apuntan a un posible efecto contable. Así, muchas compañías piden financiación a corto plazo a finales de año para mejorar su foto de finales de ejercicio, con más dinero en caja, que devuelven en el mes de enero. Algo que encaja con las cifras, ya que tras los 15.000 millones de salidas de depósitos, el nivel de liquidez de las empresas se mantiene en el mismo nivel que en noviembre, en unos 313.000 millones.

Aunque desde las entidades afirman que la salida de depósitos es cíclica y no tiene que ver con su oferta de productos, la rentabilidad de estas imposiciones registró en enero su mayor bajada desde que el Banco Central Europeo (BCE) empezó a subir tipos. En el caso de las familias, el dinero en cuenta se retribuyó a un 0,15% y el de los depósitos a plazo bajó del 2,58% de diciembre al 2,38% de enero. A las empresas también se les pagó menos por el dinero en cuenta, bajando del 0,7% al 0,61%, pero se remuneró más por el dinero a plazo, un 3,59%.

Este movimiento de la banca llega ante las expectativas de que el BCE empiece a bajar los tipos de interés este año. Aun así, tienen un punto polémico, ya que las entidades tardaron mucho en empezar a subir el interés de sus depósitos, y parecen estar anticipándose en la bajada, pese a las críticas de políticos, clientes y supervisores.