El paseo de Ábalos por la finca del influyente abogado del Ibex (y ahora también de Koldo)

José Luis Ábalos se sobró el pasado lunes en su comparecencia en la Comisión de Investigación sobre los contratos públicos firmados durante la pandemia con la intermediación de Koldo García Izaguirre, su hombre de confianza en el Ministerio de Fomento. El ahora diputado del Grupo Mixto, tras la suspensión de militancia en el PSOE y la expulsión del grupo parlamentario, negó conocer cualquier trama dirigida por él y, por supuesto, que obtuviese ningún beneficio personal por las gestiones llevadas a cabo para traer material sanitario desde China contra el covid.

Con una actitud tan serena como contundente, Ábalos, que llegó a ser la mano derecha de Pedro Sánchez en Ferraz, aseguró que no tuvo ninguna responsabilidad en las adjudicaciones de las mascarillas, ni hizo seguimiento de las contrataciones. Pese a que sí admitió conocer a Víctor de Aldama, uno de los presuntos comisionistas. Pero unas semanas antes del paseo por el Senado, el exministro socialista visitó una finca situada en Villanueva del Arzobispo, Jaén, donde pudo prepararse mentalmente para el examen parlamentario.

La finca es propiedad de Manuel Medina, uno de los abogados más influyentes del Ibex 35. Medina, dueño del bufete Medina Cuadros, cuya gestión comparte con su mujer y sus hijos, es una de las personas de mayor confianza de empresarios como Florentino Pérez e Isidro Fainé. El letrado, que en su origen era policía, se reúne con ellos con frecuencia cuando algún tema les inquieta o les aprieta. Buscan en Manolo, como se le conoce familiarmente, el consejo de un amigo, o de un hermano, como le llama directamente el presidente de ‘la Caixa’. Bien lo saben Javier de Jaime, el financiero de CVC Capital Partners, con muchos millones, más de 500 en su bolsillo, pero con un lío judicial con un coste similar. O Baltasar Garzón, que le invitó a su boda con Dolores Delgado, que ha celebrado este fin de semana.

Lo mismo hizo Ábalos, a quien Medina llamó para saber cómo le iban las cosas. El exministro le dijo que no podía ni salir a la calle a tomarse un café porque siempre se encontraba con alguien que le daba los malos días, que le había caído la pena del telediario y que, pese a su aparente entereza, lo estaba pasando regular. Por ello, Manolo lo invitó a su finca de Jaén. Por eso, porque el abogado siempre echa una mano a los amigos cuando están en horas bajas y porque el despacho Medina Cuadros se encarga de la defensa de Koldo García, quien, a diferencia, del exministro, sí está imputado en la causa de la supuesta trama de comisiones.

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Según han confirmado personas presentes en la finca, Manolo paseó al que fuera secretario de organización del PSOE por sus tierras donde cultiva olivos, con los que elabora un aceite de calidad superior, Molino de Casilda, en homenaje a su madre. Pese a que Ábalos es actualmente persona non grata hasta para sus excompañeros de partido, Manolo Medina no ocultó su visita a la finca en la que estuvo varios días.

Al contrario, algunas fuentes aseguran que lo llevó incluso al pueblo para que conociera más de cerca sus orígenes y las dificultades de una familia muy numerosa que vivió el hambre enfrente de su casa. Hasta asistieron juntos a una procesión de Semana Santa, pese a que el exmandatario socialista no comulga mucho con los actos de fe. Más aún, el abogado jiennense ha contado a más de una persona que tiene una gran amistad con el político valenciano, al que conoció cuando era ministro y que, por eso, no ha tenido ningún reparo en ser el letrado de Koldo.

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El ruido ha sido tal que su reunión con Ábalos en la finca ha llegado hasta los oídos de Alberto Núñez-Feijóo, con quien Medina tiene una relación personal desde la época de soltero del gallego, cuando hacía sus primeros pinitos en la política madrileña. También a Florentino Pérez, que nunca tuvo una relación fluida con el socialista ahora caído en desgracia. Pero Manolo, a preguntas desde la sede de Génova, respondió con algo así como que "en mi finca hay calles para todos". Una forma muy andaluza de hacer saber que él ayuda a todos los que aprecia, con indiferencia de su adscripción política.

El equipo de penal del despacho de Medina Cuadros, dirigido por Javier Pimentel, está convencido de que, pese al ruido mediático, la supuesta trama quedará en nada cuando el caso avance en el tribunal. Creen que pueden defender con firmeza la posición de Koldo y el aumento repentino de su patrimonio, aunque la factura del bufete bien le podría costar otra hipoteca como la que se pidió, según él, para comprarse las viviendas en Benidorm.

No pensaron lo mismo en el PSOE. "No nos sentimos jueces, no somos fiscales, no juzgamos, pero la Comisión Ejecutiva Federal considera que sí existe una responsabilidad política", afirmó la portavoz Esther Peña, quien se mostró convencida de que Ábalos se iba a apartar: "Actuará en consecuencia por este bien mayor que es el PSOE y, además, porque creo que en este caso la apariencia también nos viene bien". Todo lo contrario que a Manuel Medina, al que el que dirán es lo que esto último es lo que menos le importa.