El BdE activa un colchón extra de capital a la banca y eleva el mínimo en 7.500M

El Banco de España ha activado el colchón de capital anticíclico (CCA) por primera vez, tras una revisión de su metodología. En una de las últimas decisiones del supervisor con Pablo Hernández de Cos como gobernador, ha incrementado la exigencia de reservas a las entidades.

La institución ha finalizado la revisión del análisis de esta herramienta macroprudencial que la supervisión europea deja a discreción de los bancos centrales nacionales. Algunos países como Portugal o Países Bajos ya lo han usado, pero todavía no lo había activado nunca el Banco de España.

La normativa exige que, salvo en casos excepcionales, se avise al sector con un año de antelación de esta decisión. De esta forma, el Banco de España lo activará el cuarto trimestre y entrará en vigor el 1 de octubre de 2025. En concreto, elevará el mínimo regulatorio en 0,5 puntos porcentuales. Además, adelanta que, si no hay cambios, activará posteriormente otro 0,5% para el año siguiente, entrando en vigor el 1 de octubre de 2026.

De esta forma, Hernández de Cos, que dejará el cargo de gobernador el 11 de junio, se despide con una mayor exigencia de capital a la banca, después de los repetidos mensajes durante estos años pidiendo a las entidades que acorten la brecha de solvencia respecto a la media europea. Este diferencial se incrementó en 2023, tal y como criticó el Banco de España en su último informe de estabilidad financiera.

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El gobernador ha señalado que el marco actual es de “riesgos intermedios”. Antes de esta revisión, el colchón solo se activaba si los riesgos eran elevados. Ahora se usará como herramienta macroprudencial, ya que podrá liberarse en situación de crisis en la que hay una contracción de crédito, aliviando esta.

El colchón se impone sobre los activos ponderados por riesgo en España, que son la mitad de lo que tiene la banca a escala global. El impacto es de entre 0,4 y 0,5 puntos porcentuales de ratio de capital de máxima calidad, CET1 fully loaded, lo que se transmite en el equivalente de 7.500 millones por el 1% adicional que prevé que se exigirá en los próximos dos años.

Así, el año que viene se exigirá un colchón adicional de 3.750 millones, siempre y cuando el volumen de activos ponderados por riesgo se mantenga, y otra cifra equivalente para el año siguiente. Hernández de Cos ha señalado que se busca evitar sorprender al mercado. La normativa permite llegar a un CCA del 2,5%.

Todos los bancos tienen un exceso de capital respecto al mínimo regulatorio, pero el diferencial se reducirá, con lo que los bancos deberán decidir si reducen el margen que tienen o lo aumentan a lo largo de los próximos meses.

El conjunto de indicadores que usa el Banco de España para analizar la puesta en marcha del colchón y futuras decisiones se ha ampliado. El más importante es la evolución de la brecha de crédito-PIB, pero también el output gap (diferencia entre PIB observado y crecimiento potencial), intensidad del crédito, evolución del mercado inmobiliario, riesgos de mercado y las propias cifras de la banca de rentabilidad, dudosos, margen de intereses sobre total de activos o la valoración en bolsa por libros.

El impacto va a ser mayor para los bancos menos globales, donde el esfuerzo será superior. No obstante, si se libera, también el efecto será mayor. No obstante, el Banco de España recuerda que habrá gradualidad en esta exigencia para limitar el impacto macro.