Grifols contrata a un asesor para preparar la junta y convencer al mercado de sus cambios

Grifols ya prepara la junta general del próximo 14 de junio, que será clave para el futuro de la farmacéutica. Más allá de las cuestiones habituales que se tratan en estos encuentros (aprobación de las cuentas, remuneración del Consejo...), los accionistas tendrán la oportunidad de pronunciarse sobre los cambios llevados a cabo tras el ataque del fondo bajista Gotham City Research y el desplome que le ha ocasionado en bolsa.

Para convencer al mercado, la compañía catalana ha ampliado el contrato con el asesor (proxy solicitor, en la jerga) Morrow Sodali. Ya trabajaron juntos en el pasado para abordar la caída en el apoyo a la política de remuneraciones, pero ahora se centrarán en conseguir que los accionistas confíen en que los últimos cambios son positivos. El primer paso, de hecho, es conseguir llegar a los proxy advisors, que emitirán sus recomendaciones de voto, como tarde, dos semanas antes de la junta.

Los proxy solicitors ayudan a las empresas que los contratan a preparar la documentación, los puntos de las juntas, elaborar el mensaje e información que se traslada a proxy advisors e identificar las preocupaciones o críticas de accionistas y potenciales inversores. Grifols trabaja en todos los aspectos con Morrow para afinar los mensajes al mercado y, en especial, a la próxima junta, de cara a disipar por fin las dudas y acusaciones sobre su gobernanza y la relación con empresas vinculadas a algunos accionistas.

De hecho, en Grifols hay fondos internacionales que aún no tienen decidida su postura en la junta, pero que ya han trasladado a la empresa que necesitan que haya cambios para seguir con su inversión. En los últimos meses, han trabajado con consultores y financieros locales, con presencia en Cataluña, para que tuvieran relación continua con la empresa y les faciliten informes sobre su visión de la farmacéutica, su compromiso con que haya cambios, y la relación con políticos y reguladores.

Cambios ya realizados

Por el momento, la empresa catalana ya ha llevado a cabo cambios en la composición del Consejo de Administración. Gotham le había acusado de utilizar una sociedad vinculada a la familia Grifols para tergiversar sus cuentas y, para tratar de despejar las dudas, todos los miembros del clan decidieron apartarse de las funciones ejecutivas y colocar a una persona independiente para atajar la crisis de gobernanza.

Por este motivo, Raimon Grifols y Víctor Grifols Deu renunciaron a sus cargos de director Corporativo y director de Operaciones, respectivamente, manteniéndose en el Consejo como dominicales. Además, Albert Grifols Coma-Cros dejó de ser consejero ejecutivo para pasar a tener también categoría de dominical. Mientras que se eligió como consejero delegado a Nacho Abia, que trabaja ahora codo con codo junto a Thomas Glanzmann, que sigue como presidente ejecutivo.

Por el momento, la empresa catalana ya ha llevado a cabo cambios en la composición del Consejo de Administración

También modificaron los reglamentos del máximo órgano de administración para garantizar que las operaciones vinculadas se realicen "en el mejor interés de la sociedad". Por ejemplo, ahora evaluará una vez al año el tamaño, la composición y la diversidad del Consejo y de sus comisiones. Unos análisis en los que también deberán observar la frecuencia y duración de las reuniones, la calidad de la información recibida, el contenido del orden del día, las aportaciones de cada consejero, la amplitud y apertura de los debates para evitar "pensamiento en grupo".

En paralelo, ante las dudas generadas sobre el método que utilizaba para elaborar sus cuentas, decidió establecer un "periodo máximo de contratación de los auditores" para garantizar su independencia. También determinó que el análisis para elegirlos debe hacerse antes de que concluya el ejercicio en el que expire su responsabilidad, ponderando sus recursos y experiencia y las capacidades y especialización de su personal.

Pese a todos estos cambios, Grifols todavía está lejos de recuperarse de la crisis bursátil que le generó el primer ataque de Gotham. Nada más conocerse el demoledor informe que publicó el fondo bajista, sus acciones se desplomaron más de un 40% y, aunque es cierto que la caída ya no es tan abultada, su cotización todavía se encuentra un 30% por debajo del nivel previo.