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Renfe se lanza al mercado global con Paloma Baena al frente y hará 'lobby' en Bruselas
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CARGO LIGADO A LA DIRECCIÓN

Renfe se lanza al mercado global con Paloma Baena al frente y hará 'lobby' en Bruselas

La empresa pública ficha a la antigua directora de Asuntos Europeos de LLYC para comandar su estrategia de expansión internacional y contrarrestar el desembarco foráneo en España

Foto: Paloma Baena, nueva directora de Estrategia Global del Grupo Renfe. (Cedida)
Paloma Baena, nueva directora de Estrategia Global del Grupo Renfe. (Cedida)
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La francesa Ouigo e Iryo —con participación italiana— le están comiendo la tostada a Renfe, y ya son mayoritarias en algunas de las líneas de alta velocidad, como la Madrid-Barcelona. La liberalización del tren ha abierto el mercado español a competidores foráneos y, como ocurrió con otros antiguos monopolios que se enfrentaron a la competencia a partir de los años 90 —Telefónica es el mejor ejemplo—, la compañía ferroviaria tiene que ir a buscar fuera la cuota de mercado que está perdiendo en casa. La asimetría tiene los días contados: si otros entran en España, Renfe debe salir al mundo. La dirección, consciente del desafío, acaba de dar un paso adelante para poner la expansión hacia el extranjero en lo más alto de su lista de prioridades.

Paloma Baena, hasta hace unas semanas responsable de Asuntos Europeos en la consultora LLYC, será la nueva directora de Estrategia Global de la antigua Red Nacional de Ferrocarriles Españoles, que a partir de ahora será más internacional que nunca. El cargo, de nueva creación, está directamente ligado a la Presidencia del grupo, que ostenta Raül Blanco desde hace un año. Baena y Blanco se conocieron en reuniones ligadas a la implantación del programa NextGenerationEU —los conocidos popularmente como fondos europeos— cuando este era secretario general de Industria, y fue el propio directivo quien le pidió que se presentara al concurso para el puesto.

Pese a no haber estado nunca ligada al sector, la vocación pública que la caracteriza, su pasión por el tren y los desafíos que se presentan por delante llevaron a Baena a aceptar la propuesta, según explica a El Confidencial. El nombramiento se hará público este lunes. Hace unos días, la ya exdirectora de Asuntos Europeos de LLYC anunció en su cuenta de LinkedIn el cierre de su etapa en la compañía de asuntos públicos, que ya busca sustituto.

Foto: Trenes de AVE en la estación de Atocha, en Madrid. (Europa Press/Eduardo Parra)

Fuentes de Renfe aseguran que Baena apoyará a la Presidencia en el diseño y evolución de la estrategia de la ferroviaria, además de liderar el desarrollo del plan Renfe 2028. Uno de los tres pilares del mismo es, precisamente, la internacionalización de la empresa. De hecho, el documento prevé que hasta el 10% de los ingresos proceda de fuera de España. "La nueva directora de Estrategia de la compañía asegurará el cumplimiento del plan estratégico mediante la monitorización de su avance y su adaptación continua a un entorno volátil y competitivo. En este sentido, gestionará, las áreas de Estrategia, Estudios y Oficina del Dato", relatan.

Durante su etapa en LLYC, Baena se convirtió en una de las voces más autorizadas sobre la monitorización del plan de recuperación español. Ahora, esa experiencia se pondrá al servicio de Renfe para profesionalizar toda el área estratégica de la compañía y optimizar el manejo de la información. "Liderará el desarrollo, gestión y análisis de los estudios para obtener la información necesaria sobre la demanda, el mercado y las tendencias que puedan influir en la identificación de retos o en la consecución de objetivos estratégicos", resumen desde Renfe.

Influir en la regulación europea

Pero el nombramiento va mucho más allá, y contiene también una importante apuesta por influir en las políticas públicas que se deciden a escala comunitaria. "Baena apoyará a la Presidencia de la compañía en el diseño y evolución de la estrategia internacional de Renfe, incluyendo las relaciones internacionales y gubernamentales y la representación de Renfe en Bruselas", aseguran desde el grupo público. Hasta ahora, la oficina en la capital continental tenía una función meramente informativa, pero la nueva directora de Estrategia Global pilotará su transformación hacia las funciones de lobby.

La regulación europea resulta fundamental para Renfe, que ha visto en la apuesta comunitaria por el transporte sostenible un filón para asegurarse su futuro. "Hay oportunidades enormes para que el ferrocarril se convierta en el medio de moda, por la descarbonización de la economía y también en relación con la defensa. El tren debe vertebrar el territorio europeo, no solo el nacional", explica Baena. Sin embargo, todavía está muy lejos de que sea así: como recordaba el ex primer ministro italiano Enrico Letta en su informe sobre el mercado único encargado por el Consejo, ahora mismo resulta imposible recorrerse Europa en tren. Incluso entre algunas de las principales ciudades.

En pleno debate sobre la presunta competencia desleal de Ouigo —filial del gigante nacional francés SNCF— en el mercado español, el Elíseo sigue poniendo trabas a Renfe para que opere en el país vecino. El Gobierno ha presionado a Francia para que dé luz verde a su entrada en la línea que une París y Barcelona, pero la autorización sigue pendiente. Aunque Renfe ya opera la Barcelona-Lyon y la Madrid-Barcelona-Marsella, ese paso resulta fundamental para constatar que el transporte comunitario funciona como un mercado único en el que se compite en igualdad de condiciones. La batalla de los operadores también se libra en Bruselas, y discurre en paralelo a la de las infraestructuras. No hay que olvidar que el Ministerio de Transportes ha llegado a pedir la mediación de las instituciones comunitarias ante la falta de colaboración de París para desarrollar los corredores atlántico y mediterráneo.

Foto: Una bandera española, rodeada de enseñas francesas en el estadio de Saint Denis. (EFE/Horacio Villalobos)

De Arabia Saudí a EEUU

Renfe quiere estar presente en la capital continental y completar su entrada en Francia, pero los intereses globales de la compañía van mucho más allá. El año pasado constituyó la filial Renfe Proyectos Internacionales, al frente de la cual seguirá Inmaculada Gutiérrez. Esta empresa se encarga del negocio fuera de España, que incluye la participación en proyectos como el Haramain Highspeed Railway, en Arabia Saudí; la alta velocidad entre Dallas y Houston, en Texas (Estados Unidos); el Tren Maya de México; la Rail Báltica, que conectará a los países de esa región y tiene financiación europea; la alta velocidad entre España y Portugal o la operación de la Línea del Danubio (Eslovaquia), a través de Leo Express, de la que el grupo estatal posee el 50%.

Baena participará en los consejos de las sociedades filiales o participadas de Renfe en el extranjero y tendrá mando en la comunicación y difusión del plan estratégico, tanto interna como externamente, con el objetivo de contribuir a mejorar la imagen exterior de la compañía. Su llegada se produce en el contexto de la cascada de nombramientos y cambios en el organigrama impulsados por el presidente para mejorar la visión global y la competitividad de un grupo que pierde dinero año tras año. 2023 no será una excepción, según anticipó el propio Blanco: el récord en el número de viajeros se ha visto compensado por la reducción de los márgenes ante la competencia de Ouigo e Iryo.

El área internacional está llamada a jugar un papel central en la transformación, y el nombramiento de Baena buscar orientar todos los esfuerzos en ese sentido de una manera coordinada y estratégica. "Renfe tiene que mirar hacia afuera. De hecho, ya lo está haciendo desde la creación de Renfe Proyectos Internacionales. Quiero que Renfe tenga un peso más fuerte en Europa, que se sienta en los comités que tenga que estar y en los grupos de trabajo. La voz de Renfe tiene que estar presente", resume la flamante directora.

"Renfe tiene que mirar más hacia afuera. Quiero que tenga un peso más fuerte en Europa"

Graduada por Harvard, Baena cuenta con un máster en política pública y desarrollo internacional, y es experta en sostenibilidad, políticas públicas y desarrollo económico. Ha sido directiva en la OCDE, el Banco Mundial y el Banco Interamericano durante más de 15 años. También ha asesorado a gobiernos y empresas en proyectos de colaboración público-privada y en la negociación de acuerdos internacionales en el ámbito del Consejo de la OCDE o el G20. En el mundo de la empresa, ha sido directora de Asuntos Europeos en LLYC, donde lideró la expansión de la firma en Bruselas, y directora global de gobernanza de Save the Children International.

Pero, más allá de todo eso, es una gran amante del tren, que se ha recorrido medio mundo (Tailandia, Vietnam, China, América Latina, Estados Unidos...) sobre unas vías. Ahora afronta el reto de que Renfe opere cada vez más rutas en todas las latitudes.

La francesa Ouigo e Iryo —con participación italiana— le están comiendo la tostada a Renfe, y ya son mayoritarias en algunas de las líneas de alta velocidad, como la Madrid-Barcelona. La liberalización del tren ha abierto el mercado español a competidores foráneos y, como ocurrió con otros antiguos monopolios que se enfrentaron a la competencia a partir de los años 90 —Telefónica es el mejor ejemplo—, la compañía ferroviaria tiene que ir a buscar fuera la cuota de mercado que está perdiendo en casa. La asimetría tiene los días contados: si otros entran en España, Renfe debe salir al mundo. La dirección, consciente del desafío, acaba de dar un paso adelante para poner la expansión hacia el extranjero en lo más alto de su lista de prioridades.

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