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Los expertos hacen su lista de la compra para enviar armas Ucrania: "Hay mucho dinero en juego"
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un acuerdo a largo plazo

Los expertos hacen su lista de la compra para enviar armas Ucrania: "Hay mucho dinero en juego"

Fuentes del sector aseguran que se trata todavía de una "lista abierta", en la que se analizarán varias posibilidades y donde los tiempos de entrega jugarán un factor clave

Foto: Soldado ucraniano dispara en un campo de entrenamiento. (Reuters/Thomas Peter)
Soldado ucraniano dispara en un campo de entrenamiento. (Reuters/Thomas Peter)
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En los días previos a la firma del acuerdo de cooperación de defensa que España firmó este lunes con Ucrania, diplomáticos del país asediado por Rusia consultaban informalmente con algunos expertos los puntos fuertes del catálogo de armamento nacional. El interés no era arbitrario. Ahora sabemos que el Gobierno incluyó en ese pacto que firmaron Pedro Sánchez y Volodimir Zelenski el pasado lunes, un paquete de ayuda militar de más de 1.100 millones de euros para este 2024. Lo novedoso, comentan fuentes del sector, es que buena parte de ese monto estaría reservada para enviar equipos de guerra made in Spain al frente.

No hay detalles definitivos sobre cómo se repartirán estos fondos, cuánto a nuevos equipos nacionales, ni qué sistemas se están analizando o los plazos. Una parte significativa será empleada en la munición —artillería, antiaérea, antitanque— que Ucrania necesita urgentemente, como la media docena adicional de misiles Patriot ofrecidos (mientras se resiste a enviar alguna de sus tres baterías). Otra irá a los 19 de carros de combate Leopard 2A4 que hay que reacondicionar y que se sumarán a la decena que ya se ha enviado al frente. Pero, más allá de esos elementos, fuentes del sector aseguran que se trata todavía una "lista abierta", en la que se analizarán varias posibilidades y donde los tiempos de entrega jugarán un factor clave.

"Los 1.000 millones de este año son una cantidad significativa, teniendo en cuenta lo que gastamos en nuestra propia Defensa y lo que habíamos aportado hasta ahora (al esfuerzo militar aliado en Ucrania). Pero es una cantidad normal si se compara con la que han aportado otros países europeos, como Holanda o Dinamarca", contextualiza Javier Jordán, catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Granada. "Parece un acuerdo razonable y necesario por el contexto, en línea con el resto de países de la UE y, además, lo que se va a gastar este año irá para la industria nacional", agrega el analista, director de la publicación y el podcast Global Strategy.

Hasta la fecha, los aportes españoles a Kiev han sido modestos, muy por debajo de nuestros pares europeos (especialmente en términos relativos) y tirando del fondo de armario del arsenal. En la lista de material destacaban los diez Leopard 2A4 reacondicionados, los más de 70 vehículos de transporte acorazado M-113, los lanzacohetes C90 de Instalaza, una batería antiaérea Aspide, lanzaderas Hawk, misiles Mistral y Harpoon, ocho patrulleras rápidas y diversos lotes de munición, proyectiles y minas. Además incluía material diverso, según las necesidades ucranianas del momento, desde sistemas de visión nocturna a drones y equipos de radio.

Foto: El Kremlin en Moscú. (EFE/Yuri Kochetkov)
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En total, Defensa calcula más de 60 envíos por un valor estimado de 300 millones de euros desde el inicio de la invasión en febrero de 2022. El nuevo paquete supone multiplicar por cuatro en un solo año la ayuda dada en los dos primeros años del conflicto. Estas cifras, explican desde la industria, son un tanto orientativas. Pero reflejan que España ha decidido dar un paso significativo en su implicación en la causa ucraniana, tanto por el volumen inicial de armas pactado, como por la vocación a largo plazo ("durante el tiempo que sea necesario") que aporta el acuerdo de seguridad que lo acompaña.

"Esto es algo inédito y es interesante verlo en su contexto. El acuerdo se compromete con las fronteras de Ucrania de 1991, la postura maximalista de Kiev, en la que se asume un conflicto prolongado y, más allá, habla de impedir futuros ataques rusos. El pacto es por diez años y contempla al menos una reunión anual de alto nivel. Así que este paquete de ayuda militar puede ser el primero de varios", plantea un asesor militar de la industria. "Las empresas del sector deben prepararse para una colaboración prolongada y aprovechar esta oportunidad de mostrar, probar y mejorar sus equipos en combate", agrega.

Escaparate en las trincheras

En marzo, el presidente Pedro Sánchez se reunió con una treintena de representantes de la industria de la defensa en la Moncloa, donde escenificó un inédito respaldo a un sector que suele pasar por debajo del radar de la opinión pública. En ese encuentro, el mandatario quiso mandarles un mensaje de confianza ante la prorrogación de los presupuestos en un momento clave para las compañías especializadas. Un mes después, el Consejo de Ministros autorizaba 1.130 millones de euros para la compra "urgente" de armamento y munición con los que paliaba —parcialmente— el frenazo presupuestario. Aunque en el anuncio se especificó que las adquisiciones irían destinadas a reforzar la "reserva estratégica", ahora el Gobierno confirma que esos fondos son para la ayuda ucraniana. Esto pone a la industria ante un nuevo reto.

"El acuerdo también obedece a un aspecto industrial, dónde los países occidentales están compitiendo para demostrar la calidad de sus industrias defensa y, para ello, no hay mejor lugar para probarlas que los campos de batalla de Ucrania. Hay mucho dinero en juego en un momento en los que prácticamente todos los países del mundo se está rearmando", explica un mando de las Fuerzas Armadas que conoce los entresijos de la diplomacia militar.

Foto: Un Leopard, en la base militar de San Gregorio, Zaragoza. (Reuters/Juan Medina)

Las firmas que están trabajando activamente en el paquete militar, entre las que están Indra, Urovesa, Escribano M&E, Grupo Oesía, GDLS/Santa Bárbara, Expal, Instalaza o TRC (entre otras), se muestran confiadas en estar a la altura, aunque reconocen que los plazos son complicados en un sector con una demanda global en máximos desde la Guerra Fría y las cadenas de suministro todavía estresadas. "Es una oportunidad comercial, pero también de reconocimiento y visibilidad para unas empresas que el público apenas puede identificar. Es el momento de demostrar que España produce tecnología militar y dual de la máxima calidad, como muestran las tasas de exportación de la industria y los contratos internacionales", apunta otra fuente industrial.

Todos los expertos coinciden en que lo prioritario ahora es la munición —especialmente de artillería 155 mm y 105 mm—. Aquí, Expal, adquirida por el grupo alemán Rheinmetall en 2023, tiene un papel central. En lo que va de año, la firma se ha adjudicado cuatro contratos de Defensa para la producción de varios tipos de proyectiles de artillería por unos 400 millones de euros y otros 300 millones para la munición del sistema de artillería móvil (Silam) que desarrolla con la madrileña Escribano y que monta un lanzacohetes israelí PULS. También la Fábrica de Municiones de Granada, del grupo eslovaco MSM, está incrementando su capacidad de producción.

Los analistas ven con seguridad que el paquete incluirá más lanzagranadas de la aragonesa Instalaza, como el C-90 y el Alcotán-100 que ya han servido con éxito en el frente, o incluso las versiones más modernas, como CS-70 para fuerzas de alta movilidad, o el CS90 ER con más alcance y poder de fuego. Además, se han mencionado de los kits de munición guiada de Escribano, que se pueden acoplar a proyectiles de 155 mm o morteros de 120 mm incrementando sensiblemente la precisión del disparo a un coste.

Blindados y antidrones

Otra necesidad ucraniana que destacan los analistas son vehículos de transporte todoterreno para misiones logísticas, transporte de material y evacuación de heridos. Aquí la gallega Urovesa tiene varios modelos de la familia Vamtac que podrían resultar interesantes para Kiev, incluyendo la ambulancia blindada ST5 que acaba de entrar en servicio en el Ejército español. Recientemente, Defensa adjudicó a Urovesa un contrato para suministrar vehículos tácticos por unos 20 millones de euros, parte de los cuáles podrían acabar en la guerra (además, la compañía tiene en vigor desde 2020 un contrato marco para la entrega de 700 vehículos para los tres ejércitos y la Guardia Civil).

Otro de los equipos militares que más han sonado entre los expertos son los equipos antidrones, después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, asegurara el mes pasado que España enviaría "sistemas de vigilancia antiaérea y estaciones de armas remotas para defensa contra drones de la industria nacional". Entre los candidatos está el Cervus, un sistema antidrones de TRC que va por su tercera actualización (Cervus III) con radares de ART, inhibidores de ALT Europe, optrónica de grado militar y sistemas de armas de Escribano M&E (soft kill y hard kill) y todo montado sobre una plataforma blindada de Urovesa.

Actualmente, hay tres unidades operativas, una en misión internacional, otra al servicio del Mando de Artillería Antiaérea y la tercera, la más moderna y completa (que incorpora inteligencia artificial), todavía en modo demostrador. Sobre este tipo de equipos, las opiniones están divididas entre los que creen que solo se deben mandar armas probadas y los que apuestan por incluir sistemas en desarrollo como experiencia piloto.

Foto: Sistema Cervus. (TRC)
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Indra también tiene un sistema para detectar y neutralizar vehículos no tripulados, llamado Crow, que el Ejército del Aire ha utilizado para proteger eventos y cumbres internacionales. Además, la cotizada también tiene un catálogo de radares de última generación que podrían interesar a los defensores ucranianos, así como sistemas de comunicaciones, mando y control y los sistemas de defensa electrónica.

"Esto va a ser un revulsivo, pero también un desafío", reconocen desde la industria de defensa. "Nuestros productos y nuestras soluciones van a llegar al frente. Esperamos poder estar a la altura".

En los días previos a la firma del acuerdo de cooperación de defensa que España firmó este lunes con Ucrania, diplomáticos del país asediado por Rusia consultaban informalmente con algunos expertos los puntos fuertes del catálogo de armamento nacional. El interés no era arbitrario. Ahora sabemos que el Gobierno incluyó en ese pacto que firmaron Pedro Sánchez y Volodimir Zelenski el pasado lunes, un paquete de ayuda militar de más de 1.100 millones de euros para este 2024. Lo novedoso, comentan fuentes del sector, es que buena parte de ese monto estaría reservada para enviar equipos de guerra made in Spain al frente.

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