Es noticia
La crisis de Ford hace un boquete de 6.500 millones en la balanza comercial española
  1. Empresas
CAÍDA DE EXPORTACIONES

La crisis de Ford hace un boquete de 6.500 millones en la balanza comercial española

El Gobierno se inclina por facilitar un ERTE reforzado ante los problemas legales para aplicar el Mecanismo RED, pero la multinacional no garantiza por ahora las recontrataciones en 2027

Foto: Cadena de montaje del Kuga en Ford Almussafes. (EFE/Kai Försterling)
Cadena de montaje del Kuga en Ford Almussafes. (EFE/Kai Försterling)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

La crisis permanente en la que se ha instalado la factoría de Ford en Almussafes desde hace cuatro años ha impactado de lleno en la balanza comercial española. La economía del país ha perdido más de 6.500 millones de euros en ingresos procedentes de clientes de la factoría en el exterior desde 2019, el año anterior a la irrupción de la pandemia y en el que las ventas al exterior de coches y componentes tocaron uno de sus techos en la Comunidad Valenciana con más de 6.948 millones de euros, el 22,3 % del total de los intercambios de bienes hacia el exterior de la autonomía. Desde entonces, una sucesión de problemas ha ido encadenándose en la fábrica valenciana, sin que logre verse la luz al final del túnel pese a las promesas de nuevas asignaciones futuras de carga de trabajo de la multinacional americana. El último golpe ha sido la propuesta de expediente de regulación de empleo (ERE) que afectaría a 1.622 trabajadores, el 34 % de la plantilla actual.

El automóvil ha sido tradicionalmente uno de los mayores tractores del comercio exterior en la Comunidad Valenciana, un territorio con superávit en balanza comercial que compensaba déficits crónicos de la balanza de pagos del España. Sin embargo, como consecuencia de la pérdida de producción de Almussafes, el sector de la automoción ocupa ahora un discreto cuarto puesto en la composición sectorial de las exportaciones valencianas, por detrás del agroalimentario, los bienes de equipo y las semimanufacturas no químicas. En el primer trimestre de 2024, según los datos difundidos por la Secretaría de Estado de Comercio, el automóvil representó el 13,7 % del total de las ventas al exterior, 8,6 puntos menos que al cierre de 2019, y bajando. El año pasado, la pérdida de ingresos en comparación con los de cuatro años antes superó los 1.349 millones de euros. Es el 1 % del PIB regional. En el 2022 fueron 1.175 millones menos; en el 2021, 2.595 millones; en 2020, la sangría fue de 1.445 millones.

El impacto de la pandemia, la ralentización de las cadenas de suministro marítimo y la crisis de los semiconductores, en ese orden temporal, explican el desplome de ventas los tres primeros años, en un contexto de dificultades similar para el conjunto de la industria de automóvil. Pero en el caso de Ford Almussafes se ha sumado desde el pasado ejercicio un factor particular: la pérdida de carga de trabajo por la amortización de modelos, que no han sido sustituidos por nuevas referencias, coincidiendo con la estrategia de repliegue de Ford en Europa. Primero fue la finalización del ensamblaje de los Mondeo, S-Max y Galaxy. Desde abril, la factoría ha dejado de fabricar también la furgoneta Transit Conect y ha concentrado el ensamblaje de vehículos comerciales en Turquía. El único coche que se fabrica ahora en Valencia es el Kuga, que apenas cubre el 50% de la capacidad de producción del complejo industrial. Esto explica el desplome progresivo en las exportaciones. No es que no se compren los coches de Almussafes, es que no hay coches que vender.

El ajuste en términos productivos ha acarreado un hachazo laboral. Ford anunció en junio de 2022 el cierre de su fábrica alemana de Saarlouis y comunicó a Almussafes que albergaría su segunda plataforma eléctrica en Europa, junto con la de Colonia. A cambio, arrancó a los trabajadores un acuerdo de contención salarial y aplicó un primer ERE para el 18% de la plantilla que afectó a más de mil empleados. Dos años después, la inversión para la reconversión eléctrica sigue sin fecha y la compañía con sede en Detroit ha prometido un nuevo modelo híbrido para 2027, pero poniendo encima de la mesa el mayor recorte de personal de su historia, con un ERE de 1.622 personas, uno de cada tres trabajadores de la planta. De nuevo, la zanahoria y el palo.

La crisis en la planta ha llevado a la Generalitat valenciana y la patronal autonómica a exigir al Gobierno la activación del Mecanismo RED, un instrumento excepcional para crisis cíclicas o sectoriales en empresa que se diseñó durante la pandemia y que, por ahora, solamente se ha aplicado a las agencias de viajes, con su actividad reducida a la nada durante la etapa del covid. Básicamente, el mecanismo permite aplicar expedientes temporales del empleo en los que el Estado cubre el 70% de la base reguladora sin que los trabajadores consuman subsidio de desempleo y mejorar las bonificaciones de cuotas de la Seguridad Social a la empresa.

Foto: El ministro de Industria, Jordi Hereu, en un foro de Anfac. (EFE/Fernando Villar)

Aunque Ford todavía no ha realizado una solicitud formal, sí pueden hacerlo los agentes sociales. La asamblea de trabajadores de la fábrica afiliados a UGT acordó ayer por la mañana por unanimidad rechazar la propuesta de despidos y reclamar un ERTE con mecanismo RED, "o un plan con garantías similares". El Gobierno ha estudiado la situación de Almusafes de forma oficiosa y cree que hay muchas dificultades legales para aplicar el Mecanismo RED.

Primero, porque lo que Ford ha planteado de arranque es un ERE con despidos objetivos por razones económicas, no un expediente temporal. Segundo, porque el problema de Almussafes no es generalizado en el sector (el parque de proveedores ha hecho ya su propio ajuste, pues la caída de producción se arrastra desde hace meses) ni tiene componentes cíclicos, como exige el instrumento de ayuda. Obedece a una estrategia de contención de la multinacional a la hora de tomar decisiones en España y en Europa. La dirección de la planta asegura que solo 600 de los 1.622 trabajadores afectados por el ERE son estructurales y cifra en un millar el "excedente" que considera "transitorio", pero no ha ofrecido, por ahora, garantías de recontratación en 2027. Propone solamente crear una bolsa de empleo para que estos operarios tengan prioridad en caso de nuevas necesidades de producción.

placeholder El secretario general de la sección sindical de UGT Ford, Carlos Faubel, en la asamblea afiliados. (EFE/Kai Försterling)
El secretario general de la sección sindical de UGT Ford, Carlos Faubel, en la asamblea afiliados. (EFE/Kai Försterling)

"No cumple los requisitos", admiten fuentes conocedoras de las conversaciones, en las que se han implicado los ministerios de Industria, Economía, Transición Energética y Hacienda. En las filas socialistas afirman que el Ejecutivo es "sensible" y conoce la situación en Almusafes, para la que trata de buscar soluciones. No ha gustado, eso sí, el enfoque poco riguroso de la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, cuestionando a Ford por el hecho de registrar beneficios a nivel global, cuando su filial en España acumula pérdidas. En el PSOE coinciden en que Ford, que ha renunciado a las ayudas públicas para hacer la transformación eléctrica, no está mostrando un fuerte compromiso por su unidad productiva española, a la que no deja de reducir la carga de trabajo, pero creen que una cosa es pensarlo y otra exteriorizar el malestar con el fabricante y tensar más la situación.

Exprimir ERTE convencionales

Las mismas fuentes creen que la salida más factible es exprimir al máximo las opciones que ofrecen los ERTE convencionales para los excesos de plantilla que Ford considere "transitorios". Para ello, desde ámbitos del PSOE creen que debería implicarse también el Consell que preside el popular Carlos Mazón, a través del ofrecimiento de cursos de formación remunerados que puedan complementar los recursos que aportan los expedientes temporales. Para los trabajadores que pierdan su plaza de forma estructural, se plantea por encima de la mesa posibles planes de recolocación. Un factor de alivio es que a partir del año que viene Power Co, la filial de Volkswagen que desarrolla la planta de baterías de Sagunto, arranca su proceso de selección de personal de planta. La experiencia de la plantilla de Almussafes puede ser un punto a su favor para reubicarse.

"Espero que, en este tiempo de negociación, Ford pueda minimizar el impacto laboral. Es más, estoy convencido de que será así. Espero que los despidos anunciados se minimicen y que vayan por la línea, en su caso, de prejubilaciones pactadas o bajas incentivadas y siempre de acuerdo con los sindicatos y con los representantes laborales. Que se minimicen los despidos totales a lo largo de estos días, probablemente con planes de relevo, con planes completados con la formación, en vez del despido, que pueda formar a estos trabajadores para la llegada del híbrido que vendrá ahí del coche eléctrico definitivamente", planteaba también Mazón este viernes.

En cualquier caso, el hecho de que las Administraciones central y autonómica estén gobernadas por formaciones políticas distintas no parece que esté ayudando mucho a canalizar y consensuar posibles soluciones. Uno y otro parecen más preocupados por pasar la patata caliente y por evitar el desgaste político que de coordinarse e iniciar un diálogo confiado para buscar salidas conjuntas al problema del complejo industrial. Ford Almussafes reclama una foto compartida de las autoridades, no una sucesión de reproches o reclamaciones inviables.

La crisis permanente en la que se ha instalado la factoría de Ford en Almussafes desde hace cuatro años ha impactado de lleno en la balanza comercial española. La economía del país ha perdido más de 6.500 millones de euros en ingresos procedentes de clientes de la factoría en el exterior desde 2019, el año anterior a la irrupción de la pandemia y en el que las ventas al exterior de coches y componentes tocaron uno de sus techos en la Comunidad Valenciana con más de 6.948 millones de euros, el 22,3 % del total de los intercambios de bienes hacia el exterior de la autonomía. Desde entonces, una sucesión de problemas ha ido encadenándose en la fábrica valenciana, sin que logre verse la luz al final del túnel pese a las promesas de nuevas asignaciones futuras de carga de trabajo de la multinacional americana. El último golpe ha sido la propuesta de expediente de regulación de empleo (ERE) que afectaría a 1.622 trabajadores, el 34 % de la plantilla actual.

Noticias de Comunidad Valenciana
El redactor recomienda