El sector del automóvil desentierra el hacha de guerra con ceses, ERE y críticas al Gobierno

El sector del automóvil, uno de los que más pesa en la economía española, ha abierto la caja de pandora. En los últimos días, Ford ha anunciado despidos masivos, grandes marcas con peso específico territorio nacional han criticado los aranceles a china y la puntilla se produjo este jueves, con la dimisión del presidente de SEAT como líder de la patronal Anfac, apoyado por sus socios, acusando la inacción y el incumplimiento de compromisos del Gobierno para impulsar la electrificación.

La cuestión no es menor, la industria del automóvil suma alrededor del 11% del PIB nacional. España cuenta con la segunda industria del automóvil más potente de Europa y la octava del mundo. Se trata de un sector estratégico en diversas regiones de España por su capacidad de generar riqueza (18% de las exportaciones) y empleo (9% de la población activa).

Ahora, sin embargo, atraviesa una etapa de transformación con elevada incertidumbre, lo que podría acabar trayendo problemas de corte social. Tras el cierre de la fábrica de Nissan, el siguiente que está dando la voz de alarma es Ford. Esta misma semana ha anunciado un duro ajuste de empleo que afectará a 1.622 empleados de su fábrica de Almussafes. La cuestión ha saltado a la batalla política, con críticas de la vicepresidenta Segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

El problema con el que se encuentran todas las marcas es que las ventas no se recuperan. La incertidumbre tecnológica está impulsando el mercado de segunda mano y no permite que la fabricación vaya al ritmo que les gustaría a todos, sobre todo en lo que respecta a las ventas domésticas en España.

A esa incertidumbre se suma una competencia feroz y cada vez más acusada de China, que ha tomado la delantera en lo que respecta al vehículo eléctrico. Marcas como Chery, BYD, BAIC o MG son una realidad cada vez más presente. Por ello, tanto EEUU como Bruselas esta misma semana han empezado a implementar medidas de salvaguarda. La Comisión Europea ha anunciado aranceles contra los vehículos chinos de hasta el 48%, algo que, sin embargo, no gusta a todos los fabricantes.

Marcas importantes en España como Stellantis lleva semanas criticando esta medida. La firma propietaria de las fábricas de Citroën en Vigo, de Peugeot en Madrid y de Opel en Zaragoza cuenta con una alianza sellada recientemente con Leapmotor para comercializar estos vehículos en Europa. Pero además otras marcas como Volkswagen, con fábrica en Pamplona y Barcelona, o BMW, temen represalias de China por estos aranceles y que eso complique sus ventas allí, según recoge Expansión.

Todo este caldo de cultivo y las dificultadas que atraviesa el sector ha acabado por hacer estallar a la patronal Anfac. Su manera de expresar el rechazo a la política industrial que está llevando a cabo el Gobierno de Pedro Sánchez ha sido con la dimisión del presidente, Wayne Griffiths. El cese del también presidente de SEAT ha sido apoyado por los socios de Anfac, según ha comunicado la patronal este viernes.

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La renuncia del Ejecutivo se da después de que SEAT haya sido el primer y principal beneficiario de los fondos europeos adscritos al PERTE VEC. Unas ayudas en las que las partes tuvieron roces hasta que se desatascaron los desembolsos, que el Ministerio de Industria tuvo que completar para alcanzar las expectativas del constructor, que cuenta con la mayor fábrica de automóviles de España en Martorell (Barcelona).

Su marcha ha estado trufada de críticas al Ejecutivo. “En diciembre renové como presidente de Anfac porque el Gobierno se comprometió a ser un aliado del sector, y a poner en marcha rápidamente medidas concretas y eficaces. En el Foro Anfac del pasado mes de febrero, el presidente del Gobierno también se comprometió a revisar el Plan MOVES y a impulsar la infraestructura de recarga. Estas medidas no han llegado. Y por eso estoy decepcionado, porque ahora toca acelerar, no frenar”.

"Desde hace tiempo, el compromiso de los representantes políticos no está a la altura de lo que merece nuestro país, el segundo fabricante de coches en Europa y el octavo en el mundo" ha añadido Griffiths. “España no está progresando a la velocidad que tendría que hacerlo. El objetivo de que España esté por encima del 25% de cuota de vehículos electrificados está más lejos ahora que hace un año. En lugar de ir hacia adelante, vamos hacia atrás”.

"Sin apoyos, sin medidas concretas y sin un compromiso real por parte de los representantes políticos, como presidente de Anfac, ya no puedo aportar más", ha concluido el presidente de SEAT.