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Cepsa encarga a BNP Paribas la venta de su división de butano, propano y GLP por 400 M
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Ya habría recibido muestras de interés

Cepsa encarga a BNP Paribas la venta de su división de butano, propano y GLP por 400 M

La energética de Mubadala (Abu Dabi) y Carlyle lanza un proceso de desinversión de su área de gases derivados del petróleo para profundizar en su transformación hacia una compañía centrada en los nuevos combustibles verdes

Foto: Bombonas de butano del grupo Cepsa. (Reuters/Jon Nazca)
Bombonas de butano del grupo Cepsa. (Reuters/Jon Nazca)
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Cepsa intensifica su transformación de grupo petrolero a energética centrada en los nuevos combustibles verdes. La compañía propiedad de Mubadala (fondo soberano de Abu Dabi) y Carlyle ha encargado a BNP Paribas la venta de su división de butano, propano y glp, según fuentes al tanto de la operación. Desde Cepsa han declinado hacer comentarios.

Las fuentes consultadas señalan que el banco de inversión ya ha lanzado este proceso y que incluso ya se habrían recibido muestras de interés por parte de grupos inversores dispuestos a quedarse con este negocio. Las fuentes consultadas hablan de una cifra de alrededor de 400 millones de euros.

Esta no es la primera vez que Cepsa saca al mercado su área de gases embotellados derivados del petróleo. Ya en 2020, en plena pandemia, la firma contrató a JP Morgan con intención de cerrar la desinversión de esta área.

En ese momento, hubo dos grupos interesados en la compra: la holandesa SHV y la francesa Rubis. Las fuentes consultadas no descartan que estos mismos actores podrían estar interesados en la adquisición.

placeholder BNP Paribas. (Reuters/Denis Balibouse)
BNP Paribas. (Reuters/Denis Balibouse)

Pese a que los combustibles fósiles cada vez tendrán menos futuro, el butano y el resto de derivados embotellados siguen siendo un negocio de presente. Dichos carburantes son la única opción en muchos lugares de España donde no llega el gas natural canalizado, como por ejemplo en viviendas más aisladas de la España vaciada.

Por su parte, BNP Paribas se está convirtiendo en uno de los bancos de inversión más activos en el sector energético español, con mandatos como este de Cepsa pero también con otros procesos como la asesoría financiera a Aramco para entrar en la filial de renovables de Repsol, las renovables de Galp o la venta de una cartera de energías limpias de Acciona, procesos avanzados por Expansión.

Para Cepsa, cerrar la venta de esta división supondría un hito más en su hoja de ruta. El objetivo de la empresa liderada por Maarten Wetselaar es dejar de ser una compañía de transformación y venta de combustibles fósiles para centrarse en los nuevos vectores energéticos no eléctricos, como el hidrógeno verde, los biocombustibles producidos a base de residuos o el biometano.

Para Cepsa, cerrar la venta de esta división supondría un hito más en su hoja de ruta

Para ello, Cepsa está anunciando inversiones multimillonarias en sus refinerías de Cádiz y Huelva (rebautizados como Energy Parks), que pretenden producir los que están llamados a ser los carburantes de las próximas décadas por no producir emisiones de CO2 a la atmósfera, un objetivo de amplio consenso político dada la emergencia climática.

Pero además, Cepsa está también presente en la producción de diversos productos químicos para la industria. Unos productos que no solo aportan a la descarbonización de la economía, sino que también deberían ser un elemento muy a tener en cuenta para la seguridad de suministro nacional y la independencia energética de países terceros. No obstante, la firma ya intentó vender Cepsa Química sin éxito, lo que produjo incluso el cambio de su responsable, que salió de la empresa.

Foto: El CEO de Cepsa, Maarten Wetselaar. (Europa Press/Francisco J. Olmo)

De hecho, a nivel europeo se están potenciando las ayudas a este tipo de inversiones, hoy en día más costosas que los combustibles fósiles, también por cuestiones geopolíticas. Máxime, después de comprobar las debilidades del Viejo Continente ante potencias como Rusia, que invadió Ucrania en 2022. Bruselas sigue en guerra económica con El Kremlin sin que por ahora las sanciones hayan doblegado a Vladimir Putin.

Pese a todo, Cepsa sigue apostando por los negocios más maduros. Este mismo año ha cerrado la compra de Ballenoil, la primera red de gasolineras 'low cost'. En el mercado se interpreta que sigue apostando por negocio que le dan caja recurrente a la vez que trata de poner parte de esos recursos en la transformación para poner en un valor óptimo a la compañía que permita a los accionistas maximizar el retorno de la inversión que hicieron.

Carlyle entró en Cepsa en 2019 por casi 4.000 millones de euros, lo que le permite tener casi el 40% del capital social. El ciclo de inversión de los fondos de capital riesgo no suele superar los cinco u ocho años. No obstante, este ciclo ha estado marcado por dos elementos muy extraordinarios como fueron la pandemia y la guerra. Antes de la llegada de Carlyle, Mubadala planteó una salida a bolsa que se cayó justo antes de lanzarse al parqué.

Cepsa intensifica su transformación de grupo petrolero a energética centrada en los nuevos combustibles verdes. La compañía propiedad de Mubadala (fondo soberano de Abu Dabi) y Carlyle ha encargado a BNP Paribas la venta de su división de butano, propano y glp, según fuentes al tanto de la operación. Desde Cepsa han declinado hacer comentarios.

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